Derechos Humanos

Rechazamos el asesinato de un niño y un joven, migrantes en Tibú (Norte de Santander)

El hecho ocurrió el pasado 8 de octubre luego de que se les señalara a los menores de robar en una tienda.

13 de octubre de 2021. El pasado viernes 8 de octubre se perpetró el asesinato de un niño de 12 años y un joven en el municipio de Tibú, en Norte de Santander. No se sabe con certeza quienes fueron los autores de este hecho, pues los adolescentes eran de nacionalidad venezolana.

Según varios medios de comunicación locales y vídeos que circularon por redes sociales, el niño y el joven fueron detenidos por personas naturales, al parecer comerciantes, luego de que se les acusara de estar robando en una tienda.  Los menores fueron expuestos por las personas que se encontraban allí, los grabaron y en los vídeos se evidencia como les amarraron las manos, con lo que aparentemente es una cinta transparente.

En el material audiovisual se aprecia como la misma comunidad dice que los va a entregar a las autoridades y que “no quieren verlos tirados en alguna orilla de las carreteras”, expresa alguien no identificado. Sin embargo, los habitantes que presenciaron estos hechos manifestaron que tiempo después hombres encapuchados y armados llegaron en una moto y se los llevaron. Sus cuerpos fueron encontrados en un camino destapado y en un arbusto aledaño, con la misma ropa que se ve en el vídeo. De acuerdo con las imágenes los jóvenes recibieron disparos en sus cabezas y el cuerpo del menor de 12 años llevaba un letrero que decía “ladrón”.

Organizaciones y habitantes del territorio manifiestan que cuando los jóvenes fueron amarrados y retenidos en un supermercado se llamó en varias ocasiones a la policía y ésta nunca apareció.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) condenó este domingo el asesinato del menor de edad e hizo un llamado al respeto a la vida y protección derechos de los niños y las niñas. Por otro lado, el contexto de violencia en la subregión del Catatumbo es alarmante, expertos en seguridad afirman que hay presencia de varios actores armados como disidencias de las FARC, ELN, EPL, y los Rastrojos. Mientras que habitantes de Tibú describen como casi a diario se presentan tiroteos entre grupos armados y autoridades locales.

De acuerdo con el Observatorio de Asuntos de Género de Norte de Santander hasta junio del presente año se han registrado 9 feminicidios y 54 amenazas contra mujeres lideresas sociales que habitan el municipio de Tibú. Así las cosas, se evidencia como estos actores armados tienen un control social y territorial en el municipio, tanto en el casco urbano como en la zona rural.

Estas prácticas en las que ajustician a las personas que son señaladas, a veces por la misma comunidad evidencian la violencia desmedida, las crueldades en las que los grupos armados quieren enviar un mensaje simbólico y ejemplarizante a la comunidad, en donde quien se oponga a su accionar puede estar en riesgo, reflejando así la intención de no sólo ejercer un control social y económico sobre el territorio si no sobre controlar y decidir sobre las vidas y cuerpos de las personas.

Por otro lado, medios de comunicación internacionales denuncian que los niños, niñas y adolescentes en condición de movilidad humana son la población más vulnerable, ya que se exponen a situaciones de violencia física, violencia sexual, hambre, presencia de grupos armados, trata de personas y condiciones en donde no se cuenta con acceso a la salud y servicios básicos que pueden poner en riesgo sus vidas.

Desde Caribe Afirmativo rechazamos estos hechos y exigimos a las autoridades correspondientes que se investigue lo ocurrido para judicializar a los culpables. También nos sumamos al llamado de atención que han hecho las organizaciones de la sociedad civil a que se respete la vida e integridad de los niños, niñas y adolescentes. Además, reiteramos al Estado colombiano su deber de proteger a las personas y especialmente menores de edad migrantes que llegan al país, ya sea para migrar a otros destinos o para quedarse, para que así su paso por las fronteras colombianas no suponga un riesgo permanente a su integridad.