1° de septiembre de 2020. El día 31 de agosto, aproximadamente a las 5:34 pm, Kelly Carolina Pérez Trigos se encontraba en su casa ubicada en el Barrio Nuevo Mileno del municipio de Soledad, Atlántico. Ella era mujer lesbiana de 29 años que para subsistir se dedicaba a la venta de minutos y confites a las personas que llegaban y tocaban su puerta. El día de ayer fue abordada por un sujeto desconocido, quien ingreso a su residencia y le disparó a quemarropa, dándose la huida. Los moradores de la zona auxiliaron a Kelly desplazándola a la Clínica Agrupa Salud, donde llegó sin signos vitales. Con base a esta información, el CTI parte de la teoría que la intención del sujeto activo era el hurto, pero ante la resistencia decidió asesinarla.
Sin embargo, a esta premisa manejada por el CTI le faltan varias aristas, puesto que, por conocimiento de vecinos y amigos, Kelly prestaba sus servicios en su hogar, siempre y cuando se acercaran a su puerta e hicieran un llamado, es decir, no permanecía en la terraza. Por lo tanto, al analizar la forma de ocurrencia de los hechos, hay que ver que el sujeto ingresa a su residencia y realiza disparos a sabiendas de su condición económica, ante la presencia de moradores y de otros testigos. De lo anterior, queda en duda si la razón principal para matar a Kelly fue un hurto al cual se resistió (tesis que argumenta el CTI y la Fiscalía), o estamos hablando de un caso de feminicidio, en los cuales los móviles están relacionados con el hecho de ser mujer o su orientación sexual.
Es preciso reiterar la alerta sobre los picos de violencias y el estallido de feminicidios en la región Caribe, donde las mujeres LBT viven en constantes riesgos; según el registro realizado por el Observatorio de Derechos Humanos de Caribe Afirmativo, en lo que va del año 2020 se han reportado 10 casos de feminicidios contra mujeres LBT: 5 en el departamento del Atlántico (3 mujeres trans y 2 mujeres lesbianas), 1 en Bolívar (mujer lesbiana), 1 en Cesar (mujer trans), 3 en el Magdalena (1 a mujeres lesbiana). A lo anterior se suma que en el Atlántico se han reportado en total 29 casos de mujeres asesinadas, la mayoría, probablemente, constitutivos de feminicidios.
Así las cosas, la Fiscalía General de la Nación debe iniciar una investigación detallada del caso, donde se identifique quiénes perpetraron este delito y por qué lo hicieron. De esta manera, solicitamos que se investigue la posibilidad de que existan móviles prejuiciosos en el caso por el hecho de que Kelly era una mujer abiertamente lesbiana. Asimismo, hacemos un llamado de atención a la Defensoría del pueblo, pero especialmente a la seccional Atlántico, a realizar un abordaje a los casos que han ocurrido en el departamento e impulsarlos para que en la medida de la posibilidad se logren esclarecer los hechos.
En todo este contexto, Caribe Afirmativo advierte que no se están garantizando los derechos humanos de las mujeres LBT, como el derecho a vivir una vida libre de violencias y a su integridad personal. Por ello, también le pedimos a las entidades territoriales, a la Gobernación y a la Alcaldía, que hagan frente a esta situación y cumplan con sus políticas públicas de protección de derechos. Las vidas de las mujeres LBT tienen que protegerse, y es deber del Estado prevenir todo tipo de violencias; no solo necesitamos respuestas frente a estos hechos delictivos, sino también que no sigan ocurriendo.
Desde Caribe Afirmativo nos solidarizamos con las personas cercanas y amadas de Kelly, poniéndonos a disposición en caso que así lo requieran. #NiUnaMenos #NosEstanMasacrando