Activísmo Derechos Humanos

Entre luchas y resistencias: Abuso policial y violencia desmedida contra personas LGBT a un mes de paro nacional

Caribe Afirmativo ha acompañado y brindado orientación jurídica y apoyo psicosocial a personas marchantes LGBT que han sido víctimas de agresiones y detenciones arbitrarias por parte de la fuerza pública durante el paro nacional

29 de mayo de 2021. A más de un mes del paro nacional las cifras sobre la violación sistemática de derechos humanos a los y las marchantes no dan tregua. Nos encontramos frente a un panorama desolador que confluye entre expresiones artísticas, trabajos comunitarios, detenciones arbitrarías, violencia sexual y una unión de todos los sectores, que en los últimos treinta días han salido a marchar exigiendo cambios profundos para nuestro país.

De acuerdo con el último boletín informativo de Defender la Libertad[i] un asunto de todas, las cifras de violencia en el marco de la protesta social han aumentado considerablemente de la siguiente manera:  hay 59 homicidios, de los cuales 32 fueron cometidos por el accionar de la fuerza pública, los demás por “civiles” sin identificar. A causa de la violencia desproporcionada del ESMAD y de la Policía hay 866 personas heridas, 51 con lesiones oculares y 70 por arma de fuego, de esa cifra hay 395 con lesiones sin identificar debido a la negativa de la gente de empezar una ruta institucional por el temor de iniciar un proceso judicial y verse estigmatizados.

Hay 133 personas defensoras y defensores de derechos humanos agredidas durante las movilizaciones, bajo distintas modalidades, entre amenazas, golpes, detenciones y señalamientos. También casi 500 mujeres fueron víctimas de violencias policiales, de las cuales 319 fueron detenidas de manera arbitraria, 75 heridas, 2 asesinadas durante las acciones de la fuerza pública y de ellas 40 defensoras de derechos humanos fueron agredidas. Continuando con el tema de género son 87 las personas víctimas de violencias basadas en género y 29 de estos casos incluyen acoso sexual, tocamientos indebidos, violaciones sexuales, amenazas de violación, hostigamiento y 5 agresiones sexuales adicionales.

Casi 2.200 personas que han sido detenidas arbitrariamente, muchas de ellas siendo víctimas de traslados y tratos crueles e inhumanos al interior de los centros de detención. A su vez hay 20 allanamientos de los cuales 8 fueron declarados ilegales y 1.192 denuncias por abuso de poder, autoridad, agresiones y violencia policial. Existe un amplio subregistro de personas desaparecidas en donde las cifras no concuerdan con las de la Fiscalía y Defensoría, de aquí que según organizaciones que trabajan en Derechos Humanos hay 364 personas desaparecidas, lo que demuestra no sólo la ausencia de coordinación entre las instituciones del Estado si no su inoperancia cuando se trata de víctimas de desaparición forzada por parte de miembros de la fuerza pública.

Desde CARIBE AFIRMATIVO reportamos en informes anteriores que hubo 5 casos de agresiones e intimidaciones por parte de la Policía hacia personas y colectivas LGBT que participan en las movilizaciones nacionales. Hasta el momento se han reportado un caso más de abuso sexual ocurrido en Soledad, Atlántico, hacia un hombre gay que participó en la primera línea de quienes cuidan a los demás marchantes. Por otro lado, se denunciaron acosos e intimidaciones a mujeres durante la marcha de ayer en Barranquilla, (en la que participaban mujeres LBT) por parte de otros manifestantes.

De ahí que sea preciso hacer un recorrido nacional por los territorios que han sido epicentros de la protesta social y profundizar en los abusos ocurridos durante las marchas en el caribe colombiano. El Valle del Cauca, es uno de los departamentos que ha sufrido las consecuencias del abuso de los miembros de la fuerza pública, entre ESMAD, ejército y Policía. La Fundación Santamaría en Cali, liderada por Déborah Skenassy con un grupo de compañeras trans crearon “La alianza estratégica perras bravas” iniciaron la movilización desde Siloé, uno de los lugares más golpeados de la ciudad por las agresiones de la fuerza pública y han acompañado también a los jóvenes que permanecen en la Universidad del Valle. Ellos y ellas han organizado ollas comunitarias para la población que ha sido vulnerada en el marco del paro, este es un ejercicio de resistencia y sororidad desde las mujeres trans, apoyado por otras fundaciones y liderazgos LGBT.

“Aquí somos, aquí estamos y hemos sido siempre la primera línea”, éstas son las palabras bandera de los activismos independientes de personas trans en Cali, que no sólo refiere a una primera línea en la protesta social si no en la predominancia de una sistema heteropatriarcal cisgénero que ha imperado por décadas. Hasta el momento no se han registrado agresiones o violencias hacia personas LGBT en Cali, pero aún así desde otros lugares de resistencia de la ciudad como en el sector de La Luna, dónde hubo una balacera que dejo tres personas heridas. El 28 de mayo en horas de la noche el presidente anunció un despliegue militar en Cali, poniendo en riesgo la integridad de los habitantes de la ciudad y dejándolos a merced de la brutalidad policial.

Mientras tanto en otros municipios del Valle del Cauca la violencia no cesa, ya que territorios como Caucasia, Antioquía, Buga, Cartago y Tuluá evidencian una situación crítica. En Pasto, Nariño hubo varias irregularidades durante la marcha pacífica ya que las personas que integran los cuerpos de Derechos Humanos fueron agredidas por los policías. En el departamento de Arauca ha habido una ola de capturas tanto a lideres, lideresas sociales, como a funcionarios públicos que apoyan el paro.

En el Caribe Colombiano el pasado 21 de mayo un grupo de Policías detuvo arbitrariamente a tres jóvenes que hacían parte de la primera línea de las manifestaciones. Ingresaron a una casa sin autorización y los capturaron, los trasladaron al CAI de Soledad, y estando ahí uno de ellos fue víctima de abuso sexual con motivo de su orientación sexual. Estos hechos ocurrieron con complicidad y aprobación de los uniformados, incluso testimonios afirman que fueron ellos quienes alentaron al personal que se encontraba allí a que violentaran sexualmente al joven. Ellos están recibiendo la respectiva asesoría jurídica y psicosocial por parte de nuestro equipo.

Desde CARIBE AFIRMATIVO rechazamos el despliegue militar contra los y las manifestantes en Cali, como también lo ocurrido en Soledad y el sinnúmero de agresiones que se han presentado desde hace un mes en dónde no existe un mínimo respeto por la vida y es necesaria una reforma policial en derechos humanos con un enfoque diferencial y de género. Como también las recientes medidas en las que se decretó asistencia militar en ocho departamentos del país, lo cual da vía libre a que la fuerza pública tome acciones en contra de las personas y sigan incrementando los casos de abuso de autoridad.

En lo que respecta al Comité Nacional del Paro[ii] muchos sectores no se sienten representados por el mismo, pese a que esta integrado por diferentes organizaciones como LGBT, sindicales, estudiantiles, indígenas y rurales. Durante las recientes reuniones con el presidente se evidenció que lo integran hombres mayores en su mayoría y predominan los intereses de los trabajadores formales y sindicalizados. De los 20 asistentes, tan solo 2 son mujeres lo que evidencia la falta de paridad y al mismo tiempo la mayoría de las personas son del centro del país, lo cuál demuestra que no se están teniendo en cuenta los intereses de las demás regiones. Así las cosas, los jóvenes presentes tan solo son 4, situación que se considera incoherente teniendo en cuenta que lo jóvenes son la población que ha salido a marchar masivamente y la más afectada por la brutalidad policial.

Como organización hemos tenido tres actos de incidencia y participación ante la comunidad internacional. En primer lugar, el pasado martes 25 de mayo participamos en una reunión con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en adelante CIDH. Durante ese diálogo le planteamos a la CIDH lo desafortunada que había sido la decisión del gobierno al no permitir su visita a Colombia para verificar la situación de derechos humanos, teniendo en cuenta las afectaciones que han sufrido mujeres y personas LGBT en el marco de la protesta social, porque en la mayoría de estos casos radican en actos de violencia sexual y de abuso de autoridad.

En segunda instancia el jueves 27 de mayo participamos junto con las plataformas de derechos humanos en una reunión con el Defensor del Pueblo y los defensores delegados. En esta conversación solicitamos puntualmente al Defensor una audiencia diferencial para hacer seguimiento a estos hechos de violación de Derechos Humanos en el marco del paro. Aquí se le solicitó a la Defensoría del Pueblo como institución un comunicado público contundente que hiciera un llamado de atención sobre la violencia policial y además exigiéndole al gobierno que acepte la visita de la CIDH.

Nuestro tercer acto de incidencia fue qué en los primeros días de mayo participamos en una reunión que se hizo con la organización de la sociedad civil España Solidaria con Colombia. Allí manifestamos nuestra profunda preocupación por la violencia policial vivida en las calles por los y las marchantes, por esta razón ellos como organización se declararon vigilantes de esta situación y asumieron el compromiso de pedirle al parlamento español que hicieran un seguimiento profundo y priorizado a la situación actual de Colombia en relación a la violación de derechos humanos en el contexto del paro nacional.

En síntesis, la violencia policial y la censura va en aumento, pero la resistencia también. Muchas han sido las expresiones artísticas, desde el baile y el grafiti como también las personas que han perdido la vida durante el paro y que se han convertido en símbolos de lucha y resistencia. Son las personas LGBT quienes se han tomado las calles de sus territorios y han defendido ese espacio público por excelencia en el que la juntanza y transformación política se dan en la unión colectiva de las voces, que piden a gritos cambios trascendentales a un gobierno que por años ha marginado a su pueblo.

Desde CARIBE AFIRMATIVO rechazamos el abuso de autoridad y la violencia policial desmedida, que convierte las calles en campos de batalla, las agresiones contra las personas LGBT que también salen a las calles en rechazo a la discriminación y exclusión histórica. Es preocupante que un gobierno que se hace llamar democrático tome medidas militares y no reconozca el abuso policial y las atrocidades ejercidas desde su fuerza pública. Seguimos en pie de lucha exigiendo que se detenga esta respuesta militar ante un país que reclama las injusticias y se moviliza pacíficamente.

 

[i] Tomado de https://defenderlalibertad.com/boletin-informativo-15-paronacional/

[ii] https://lasillavacia.com/comite-del-paro-mas-hombres-sindicalistas-y-no-muy-afin-petro-81540