Crónicas Afirmativas

Entre las riveras de los sueños inmortales

23 de mayo del 2021: La bifobia[i] es un tipo especifico de discriminación que sufren las personas bisexuales, no sólo porque su orientación sexual sea disruptiva con la heteronorma, sino porque incluso ocurre cuando no se ajusta a la monosexualidad, es decir, no hace referencia a sentir atracción por un solo sexo/género. Este discurso nocivo puede presentarse como invisbilización, invalidación o negación de la bisexualidad, ya que es la más invisible de las orientaciones sexuales y en algunos casos las personas bisexuales las categorizan como “confundidos” o que sólo están experimentando para decidirse por una orientación sexual.

Así paso gran parte de su vida Reinaldo Jattin[ii], un joven de 30 años que vive en el municipio de Morales, Bolívar. Él estudia psicología y a pesar del dolor de su historia, el deseo de que nadie más viva las crueldades que él vivió son motivos para ejercer liderazgos LGBT en su municipio. En especial soñar con que dicho activismo le permita tener una participación política en la administración pública de su tierra, ya que como conocedor de la sangre que se ha derramado por años en está zona del Sur de Bolívar, Reinaldo sueña con llegar a ser alcalde algún día y desde su administración crear políticas públicas y promover acciones afirmativas para que se elimine la discriminación contra personas LGBT y reducir las desigualdades sociales presentes en su contexto.

Morales  o San Sebastián de las Palmas Morales es un municipio del departamento de Bolívar que tiene más de 400 años y gran población rural y urbana. El río Magdalena bordea su territorio y pequeñas fuentes hídricas como quebradas y nacimientos de ríos son frecuentes en su paisaje. Un día cuando Reinaldo tenía 8 años se estaba bañando en la quebrada Arcadia, como cualquier niño que disfruta de la naturaleza y goza con esos pequeños detalles y descubrimiento del mundo. De repente el juego de Reinaldo fue interrumpido por un hombre perteneciente a alguna guerrilla quien se aprovechó de su indefensión y vulnerabilidad y atentó contra su cuerpo, Reinaldo empezó a gritar y eso hizo que este monstruo se fuera.

Cuando él lo piensa en retrospectiva reflexiona que a pesar de que estaba muy chiquito cuando ocurrió este hecho su orientación sexual tuvo que ver, ya que desde niño sus conductas se asociaban a lo que se codifica socialmente como femenino, y eso esta brutalmente odiado por los actores armados presentes en el territorio. Este hecho le dejo consecuencias psicológicas muy fuertes, y no fue un caso aislado, ya que retomando el informe “Juguemos en el bosque mientras el lobo no está”[iii] de Caribe Afirmativo que documenta las violencias que vivieron niños, niñas y adolescentes con razón de su orientación sexual e identidad de género, se evidencia aquí un número significativo de testimonios que demuestran que los actores armados consideraban estos hechos como violaciones, abusos sexuales, torturas, entre otros, como métodos para “corregir desviaciones” e imponer una heteronormatividad a la fuerza, basada en la violencia y el abuso.

Reinaldo identifica que en el pasado en Morales murieron muchas personas inocentemente, otras las desaparecieron forzosamente, las picaban, las cortaban y las tiraban al río. También hubo maltratos y abusos perpetrados por estos actores armados, la mayoría de estos crímenes están impunes y esto solo ha favorecido la sensación de desesperanza, zozobra y tristeza colectiva desencadenada por esta guerra. En medio de esta atrocidades también hay una violencia diferenciada hacia personas LGBT, Reinaldo recuerda dos casos puntuales: el de un muchacho gay oriundo de Morales que trabajaba en Aguchica, Cesar,  pero del que solo saben que desapareció y fue desembrado, y él de una chica llamada Anabel, quien era abiertamente lesbiana y a quien también desaparecieron.

Sin embargo, los hechos victimizantes para Reinaldo aún no cesan. Su familia y amigos se han convertdo en su red de apoyo, en especial su abuela que es su mamá de crianza y su sobrina a quien cuida como una hija, pues cuando les contó de su orientación sexual encontró amor y respeto en sus seres queridos. Debido a los liderazgos que ejerce Reinaldo en su municipio ya que representa a la población LGBT de Morales, y en particular a las víctimas del conflicto armado, no ha dejado de recibir amenazas por su activismo, motivo por el cual tanto él como su pareja y su familia permanecen en un estado de zozobra constante.

En varias ocasiones personas armadas han llegado a su casa, golpeado o levantado la puerta y lo han intimidado diciéndole con palabras fuertes y agresivas que debería irse que si sigue en el municipio y más siendo un activista público le van a hacer daño a él o a un ser querido. Reinaldo actualmente vive con su pareja y menciona que recién llegaron al barrio los vecinos  rechazaron su presencia al ver a dos hombres viviendo como pareja y teniendo manifestaciones afectivas en espacios públicos. No obstante, Reinaldo, a través de la pedagogía logró, que sus vecinos dejarán de verlos como villanos o malos ejemplos y por el contrario ahora reconocen su liderazgo. El transformó este paradigma gracias a la organización de ollas comunitarias, diálogos con la gente, jornadas ecológicas y de limpieza en el barrio y poco a poco, gracias a ese compromiso social con su comunidad logró cambiar su percepción hacia él, su pareja y las personas LGBT.

Él recuerda que dos hombres encapuchados que usaban zapatos tipo botas, completamente vestidos de negro llegaron en una moto en horas de la madrugada a su casa, él cree que son paramilitares que quieren frenar su activismo. A raíz de esto se ha mudado en varias ocasiones y en una le quitaron la luz y lanzaron algo por su ventana, rompiendo los vidrios del inmueble, cuenta Reinaldo que su pareja fue quien se levantó y alcanzó a ver dos personas huir.

Reinaldo ha denunciado cada uno de los hechos victimizantes que ha vivido y aunque ha recibido respuesta inmediata y varias denuncias se encuentran en trámite, él recalca que la institucionalidad está ausente en su municipio, tanto para sus habitantes como la población LGBT que también vive en el territorio. De momento no hay claridad  sobre quien ejerce estas violencias pero si existen rumores de que muchos de estos crímenes, incluyendo la desaparición forzada de personas LGBT en el territorio, ya que hubo un suceso reciente en el que desaparecieron a una joven en el 2018, sin que la fuerza púbica hiciera nada para evitarlo.

De acuerdo con Reinaldo la violencia desmedida y la persecución por parte de los grupos armados contra personas LGBT ha eliminado, reducido y detenido los procesos de organización colectiva por parte de personas con OSIGEG diversas, porque antes de que a él lo amenazaran, Reinaldo podía compartir con sus amigos LGBT hasta la madrugada en los espacios públicos el pueblo, y visitar a su familia con frecuencia, pero debido a estas intimidaciones que ponen en riesgo su vida solo sale cuando es estrictamente necesario. Esta situación también ha afectado a personas visitantes de su municipio, ya que incluso las fiestas patronales que antes significaban reunión y alegría ahora están casi que desoladas porque la gente teme venir por miedo a las amenazas y el incremento de la violencia.

A pesar de la violencia que Reinaldo Jattin ha vivido en su vida esto no ha detenido sus proyectos porque ese miedo se ha transformado en ganas de ayudar a su comunidad aumentado sus expectativas por trabajar por las poblaciones más vulnerables. Aunque ahora lo hace en menor grado, porque su resistencia es no abandonar Morales, territorio que considera su hogar, no obstante el temor persiste y su incidencia política y representación de las víctimas se ha trasladado a la virtualidad.

Las consecuencias en su salud mental tampoco dan espera, el insomnio y la depresión son visitantes frecuentes y vivir en constante alarma solo por escuchar cualquier ruido e imaginarse lo peor e incluso esto también ha afectado un poco su relación de pareja. Cuando se le pregunta a Reinaldo sobre que aprendizaje le han dejado estas experiencias fuertes, él sonríe y afirma que lo han fortalecido mucho más, que se ha empoderado y sus luchas se mantienen y lo más importante es aprender a valorar más las cosas sencillas y a amar más a su familia y al hogar qué conforma con su pareja.

Para él es relevante que se fomente la participación política de las personas LGBT, que el Estado y las organizaciones de la sociedad civil los ayuden a capacitarse en temas de derechos humanos para defenderlos y hacerlos respetar, asunto que además les permita sentar un precedente para aquellas personas LGBT que aún viven en el anonimato y les cuesta de salir a la luz pública por miedo a sufrir rechazo o algún tipo de agresión. Por eso considera que la reparación en todos los aspectos y la difusión de la verdad son herramientas relevantes para sanar las heridas de un pueblo que ha agonizado ante la violencia por más de medio siglo.

Reinaldo Jattín sonríe cuando le preguntan por sus sueños, porque a pesar del miedo y de un pasado violento sus sueños se han fortalecido más. Cuando se gradúe como psicólogo quiere seguir ayudando a la gente, sobre todo a la población LGBT víctima del conflicto, porque él conoce de primera mano el trauma y dolor que deja la violencia cuando toma los cuerpos como territorio de guerra. Él desea montar un negocio, emprender varios proyectos personales y colectivos que beneficien a varias personas y aún así sueña con ser alcalde o funcionario público algún día, a veces cree que su orientación sexual es un impedimento pero con el tiempo se ha dado cuenta de todo lo contrario, que si se lo propone y lucha por sus sueños puede ser el primer alcalde abiertamente bisexual de su municipio.

[i] Tomado de https://arcopoli.org/el-discurso-bifobico/

[ii] Nombre cambiado por seguridad de la víctima.

[iii] Tomado de https://caribeafirmativo.lgbt/wp-content/uploads/2021/04/juguemos-en-el-bosque.pdf