Caribe Afirmativo ha documentado la vivencia y la situación de derechos humanos de 235 personas venezolanas LGBT en condición de movilidad humana 

21 de junio de 2021: En materia de derechos humanos y cambios legislativos Colombia es un paraíso para las personas LGBT en analogía con algunos países de Latinoamérica, pues se han logrado importantes avances relativos al matrimonio igualitario, la adopción homoparental, y el cambio de sexo/género en la cédula de ciudadanía para personas trans, sin embargo, esto no garantiza que seamos un país libre de discriminación y que no se vulneren a diario los derechos de las personas con una orientación, identidad o expresión de género diversa, en adelante OSIGEG. 

No obstante, este panorama de avance en derechos humanos para personas LGBT de otros países que aún legitiman las agresiones y vulneraciones contra la población OSIGEG, nos convierte en un destino atractivo ideal para vivir. En ese orden de ideas, desde que se desató la crisis social y política en Venezuela una cantidad significativa de personas LGBT se han desplazado a nuestro país con el fin de establecerse y consolidar su proyecto de vida, de ahí que Colombia sobre la marcha responda a las necesidades de los y las migrantes y aunque se ha dado una respuesta positiva por parte de la comunidad internacional, el Estado y las organizaciones de la sociedad civil aún existe xenofobia, rechazo y violencias que a diario viven personas LGBT en condición de movilidad humana. 

Caribe Afirmativo en su objetivo de posicionar una agenda de derechos de personas LGBT vio la necesidad de trabajar desde el área de movilidad humana una agenda política que respondiera al contexto de la migración venezolana y a la xenofobia y discriminación sexual que vive la ciudadanía venezolana LGBT migrante. El objetivo ha sido tener una incidencia en la legislación nacional que permita el reconocimiento de los derechos de estas personas y mejorar la calidad de vida de las personas LGBT que llegan a nuestra nación. 

Estadísticamente hablando el 40% de la población LGBT migrante vivió alguna agresión o discriminación por su OSIGEG en Venezuela; el 90% manifestó haber salido de su país con la intención de buscar una mejor calidad de vida; el 47% expresó haber escogido Colombia por la proximidad, el 27% porque tienen la percepción de acá hay una mejor calidad de vida y el 13% porque opinan que en Colombia hay un mayor respeto por los derechos de las personas LGBT. 

 Así las cosas, nos encontramos frente a la incertidumbre que implica migrar y más cuando dicha movilización se da por razones de crisis y por esa necesidad tan humana e instintiva de caminar rumbo a mejores oportunidades, y en este viaje las personas migrantes LGBT se enfrentan a una serie de violencias que incluyen la invisibilización de su identidad de género, la discriminación sexual por parte de las autoridades venezolanas, el control de actores armados en la frontera y la xenofobia y discriminación sexual en Colombia. Por está razón es imprescindible promover una integración social que promueva la inclusión en educación, salud, trabajo y articular una lucha permanente contra la discriminación y la xenofobia. 

La mayoría de personas LGBT que llegan a Colombia se encuentran con una situación de vulneración constante, las posibilidades de acceder al mercado laboral son escasas y si son contratadas no respetan sus derechos laborales explotandolos y negandoles su seguridad social y recibiendo un salario ínfimo. Durante el año 2020 esta situación de vulneración de derechos se agravó con motivo de la pandemia y con las restricciones en las diferentes ciudades para evitar los focos de contagio, así pues muchas personas OSIGEG venezolanas que se vieron obligadas a vivir de trabajos informales, vieron sus ingresos altamente reducidos y en efecto ante la ausencia de un ingreso económico, la vulneración y limitación a sus derechos básicos, en especial las mujeres trans que se dedican al trabajo sexual y que constantemente son el grupo poblacional más vulnerable. 

Sumado a todo lo anterior las personas LGBT migrantes continuamente reciben insultos por ser venezolanos, otros son humillados por su OSIGEG y en algunos casos sienten que no han podido acceder al mercado laboral por su orientación sexual, identidad o expresión de género. El acceso a la salud también ha sido otra vulneración constante, ya que a muchas personas migrantes se les ha negado la atención médica por su nacionalidad, otras que se contagiaron de Covid-19 sufrieron la pandemia sin contar con atención médica básica y quienes tienen enfermedades crónicas les son negados sus medicamentos lo cual pone en alto riesgo su vida. 

Durante las medidas de control que impusieron a nivel nacional y local la fuerza pública abusó de su posición de poder para extralimitar sus funciones y golpear, lastimar y agredir a personas LGBT migrantes durante el ejercicio de sus trabajos informales. A diario personas en condición de movilidad humana no tienen para comer y otres no cuentan con el recurso para pagar una habitación donde dormir. 

Entre los logros que hemos obtenido como organización se encuentra un afianzamiento de las estrategias de las Casas Afirmativas en Medellín y Cartagena y las Casas de Paz en Maicao, Montelíbano, Ciénaga, Soledad y El Carmen de Bolívar. Estos  ugares fueron pensados inicialmente como centros de integración de personas LGBT y han articulado sus funciones y acompañamiento a personas OSIGEG en condición de movilidad humana. Estos espacios de acogida además de brindarles orientación jurídica y atención psicosocial, son escenarios de intercambio de experiencias, espacios artísticos y recreativos que no sólo los capacita en la defensa de sus derechos, si no que reconoce sus historias, su valor y aporte a la interculturalidad inserta compartida por ambos países. 

Desde los entornos de las Casas de Paz y de Casas Afirmativas se han podido articular acciones que favorecen proyectos de emprendimiento, orientación y empleabilidad de personas LGBT migrantes. También se realizó un informe nacional que diagnosticó la situación de personas LGBT migrantes y estamos próximos publicar el primer informe sobre el panorama de derechos humanos que viven personas LGBT en situación de movilidad humana, alcanzando así el posicionamiento de una agenda política en varios territorios de incidencia. 

Teniendo en cuenta todo lo anterior ¡El Orgullo de Ser Panas!, surge como una iniciativa que más allá de articular la conmemoración del día de las personas refugiadas con el mes del orgullo nos invita a reflexionar sobre las historias y las travesías que han vivido las personas LGBT migrantes. Si bien es cierto, popularmente se reconoce que las historias impactan más que las cifras y apelando a este dicho compilamos las historias de vida de personas migrantes que hacen parte de nuestras Casas de Paz y Casas Afirmativas.  diseñamos esta exposición fotográfica y testimonial que busca generar empatía e inspirar tanto a la ciudadanía venezolana a nivel nacional que habita nuestro territorio y a los colombianos y colombianas, que más que buscar recordar la hermandad en dos países se trata de fomentar una empatía radical que nos invite a dejar de ver el mundo en dualidades y binarios, en seguir viviendo bajo nociones absurdas que excluyen y discriminan, si no a tejer lazos que integren  y se abran a miradas más diversas.