Casas de Paz

Carta de una marica que salió del clóset

9 de octubre de 2020. A puertas del 11 de octubre, el reconocido Día internacional para salir del Closet, es justo y necesario pensar ¿Por qué ha de sentirse orgulloso de salir de este? Es tener mucha fortaleza en el momento de afrontarse y auto reconocerse en una sociedad que no entiende formas de amar y de sentir, con un temor exorbitante al rechazo familiar y de perder todo. Aquí te compartimos un fragmento de una carta que realizó un ciudadano de la iniciativa Casa de Paz:

“Queride, espero estés bien.

Te compartó esta experiencia, esperando que te animes a seguir compartiendo tus historias para contar lo que vivimos, lo bueno y lo malo, lo triste y lo risueño.

Cuando me di cuenta de la orientación sexual que tenía fue a eso de los 14 años, bajo el mito que a esa edad uno se definía que le gusta aquello o lo otro ¡No se si es verdad! Pero lo curioso fue que para esa época sentí una atracción física, emocional y sexual hacia los hombres, dejé de pensar en construir una vida con una mujer, empecé a verme compartiendo la vida con un sujeto masculino.

Sin embargo, la situación NO fue fácil, vivir escuchando: “compórtate porque se te nota”, “eres gay o que”, entre otros comentarios peyorativos y ofensivos hicieron en gran parte que mi salida del closet se postergará. Más aún, siendo solo un chico de 14 años, dependiente económico de mis padres tuve miedo de que echaran de mi casa, de no poder seguir estudiando. Admito que en ese momento pensé en quedarme solo para no perder a mi familia.

La verdad es que uno sale del closet muchas veces en sus vidas: con sus amigos, quienes saben y no quieren decirte por pena, frente a las personas con que estudias o trabajas, empero, la más fuerte en frente a los padres. La mía fue muy curiosa, de verdad causa mucha gracia, se las cuento brevemente: Después de durar cuatro años escondiendo mi orientación sexual (pero aquí entre nos, la frase celebre de Juan Gabriel: “Lo que se ve no se pregunta”, me queda al pelo), me volví mas arrestado, desde luego vacilaba con un muchacho y nos veíamos cada vez que podíamos, a veces a altas horas de las noche para poder besarnos y demás. Los sábados eran días que quedaban mi casa sola, así que decidí que me visitará, sin embargo, el tercer sábado de ese septiembre un imprevisto pasó y mi papá se regresó antes de lo que yo pensaba.

Mi vacile y yo estábamos besándonos con ansias, cuando mi papá abrió la puerta, su respuesta/pregunta fue: – ¿Qué estás haciendo? Y no sé, hubo una brisita de la Rosa de Guadalupe que me entró y me dio fortaleza y le dije: -Pues lo lógico, dahh. Luego de eso hubo un silencio absoluto, mi padre quería contarle a mi mamá, desde luego de dije que no, esa era una decisión mía y que debía contarle personalmente. Como les dije, me armé de valor y le conté a mi mamá, en ese momento, sentí todo el temor del mundo, pensé que me golpearían o me escupirían la cara, pero la verdad es que el silencio es más doloroso o pocas palabras duelen más. Ella me dijo: – Que decepción. Luego vino un silencio de 5 minutos. A pesar de tener la voz entrecortada, las ganas incipientes de llorar, le respondí: – Te deberías sentir decepcionada si como tu hijo hubiese hecho algo aberrante, NO porque fuera gay. Si tu te sientes decepcionada, dímelo a mí frente. El que me guste los hombres no me hace ni menos ni más, y en esta familia nos hemos perdonado muchas cosas, siendo esta una que no necesita perdón, ni una disculpa. Ni por ti, ni por nadie voy a dejar de vivir y ser feliz.

Tú sabes uno tirándosela de fuerte, se va al lugar más fuerte de la casa, solo fue cuando me di la oportunidad de llorar, sorpresivamente mi hermana me encontró cuando se enteró iba a formar un escándalo, pero no a mí. Así como lo leen, a nuestros papas porque eran unos ignorantes, ridículos que seguían viviendo en el siglo XIX.

Esta historia es mas larga, y no puedo seguir contándola, haciendo la aclaración que omití algunos detalles porque ustedes saben, la maricada y la cosa, sobretodo una dama hasta el final de los tiempos. En ultimas les cuento mi historia porque se lo difícil que es salir del closet, quizás tuve algo de suerte, pero lo claro es: No tengas miedo, ni te reprimas, por nuestras formas de amar no estamos cometiendo un delito ni nada malo. Independientemente de ello, recuerda que siempre tienes una familia de maricas que tú puedes construir.

Con cariño, una marica empoderada.”

Claramente, vivir en la Región Caribe y auto reconocerse, es decir, salir del closet es quizás la decisión más difícil para las personas gays, lesbianas, bisexuales y trans, con un riesgo enorme tratamientos desiguales en el lugar de trabajo, la no asignación de labores acorde a los conocimientos. La invitación es a ser visibles y salir del closet, vivir una vida en total libertad de presiones sociales, mentiras y engaños. Invitamos a las personas a salir del closet en contra de la homofobia, transfobia, cualquier forma de discriminación, de la violencia.

Desde las Casas de Paz, les extendemos la invitación a que nos compartan sus historias de como salieron del closet, pudiendo ser escritos anónimos, videos relatando los hechos, todo esta en su creatividad, con la finalidad de apoyar a los que NO se han atrevido para que sientan el calor y la fortaleza de otres que ya los hemos hecho.

#DiaInternacionalDeSalirDelCloset