16 de enero de 2020. El “Carnaval gay” debería llamarse “Carnaval Trans” si se tiene en cuenta su historia, ya que fueron precisamente las mujeres trans las responsables de iniciar este proceso. En este sentido, Caribe Afirmativo le apuesta al uso del término Carnaval LGBTI para hacerlo más incluyente para todas y todos los miembros de esta población.
En 1985, un grupo de mujeres trans decidieron maquillarse, ponerse lindas y salir a mostrar de lo que estaban hechas en el marco del Carnaval de Barranquilla de ese año. Ellas se tomaron el Paseo Bolívar con el fin de visibilizar a un grupo poblacional que. hasta ese momento, había sido completamente invisibilizado. Esto mostró a la sociedad barranquillera que las mujeres trans también hacían parte de la ciudad y que, como ciudadanas, tenían derecho a participar en el evento cultural más importante de la capital atlanticense.
Este acto de reivindicación de derechos sería el inicio de una tradición que hoy celebran no solo los y las barranquilleras, sino además todo el territorio nacional y que, sin duda, se ha configurado como un espacio de inclusión para las personas LGBTI, contribuyendo a la expresión plena de las manifestaciones culturales de las personas con orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género (OSIGEG) diversas.
35 años después, el pasado sábado, 11 de enero, se realizó el lanzamiento del Carnaval LGBTI en la ciudad de Barranquilla. Este se dio apertura con las palabras de la secretaria de Cultura, Patrimonio y Turismo del Distrito, María Teresa Fernández y de Jairo Polo, director de la Corporación Autónoma del Carnaval Gay, quien destacó la importancia de seguir apostando por los espacios donde la inclusión y la diversidad sean protagonistas. Para esta versión, la Reina Central del Carnaval LGBTI es Andrea Escorcia, mujer trans barranquillera, radicada en Cali.
Es importante resaltar que este proceso cultural, que hoy hace parte hace de la agenda oficial del carnaval, ha contribuido a la desestimación de los prejuicios, estigmas y prejuicios que rondan a las personas LGBTI, a la vez que ha favorecido el reconocimiento de las orientaciones sexuales, de las identidades y de las expresiones de género diversas en la ciudad.
En este sentido, el comité organizador y las/os invitadas/os al evento se comprometieron a difundir este mensaje de reconocimiento y exigibilidad de derechos. A este evento asistieron las secretarias de cultura, tanto la del distrito de Barranquilla como la del departamento del Atlántico. Ambas afirmaron que apoyarán y divulgarán los eventos del carnaval LGBTI, puesto que están comprometidos con la agenda de la igualdad y la inclusión al ser directrices de la alcaldía y la gobernación.
Adicionalmente, cabe resaltar que los escenarios culturales han sido espacios pioneros en la visibilización y participación de las personas LGBTI en el país, lo que resulta ser un hecho reiterativo año tras años en los diferentes eventos folclóricos y culturales a lo largo y ancho del territorio nacional. La fiesta de los caimanes, por ejemplo, se ha convertido en un espacio de participación cultural importante para las personas LGBTI del municipio de Ciénaga, ya que hoy cuentan con una Reina LGBTI en sus fiestas, aunque estas no fuesen ideadas para este grupo poblacional en un primer momento.
En este sentido, el reto o la apuesta que tienen Barranquilla, y los demás entes territoriales del país, es aquella de garantizar la participación de las personas con una OSIGEG diversa no solo en los espacios culturales y festivos, sino también en los escenarios políticos, económicos y sociales de la sociedad.
Así las cosas, Caribe Afirmativo celebra que el Carnaval LGBTI sea cada vez más importantes en las agendas culturales de la ciudad y del departamento. Finalmente, nos llena de alegría que la organización haya acompañado a la Corporación Autónoma del Carnaval Gay de Barranquilla y el Atlántico por más de 38 años en aras de brindar a la región y al país uno de los eventos más representativos de la población LGBTI.