En un paso significativo hacia la igualdad, un tribunal en Namibia ha declarado inconstitucionales las leyes coloniales que criminalizan las relaciones homosexuales entre hombres, marcando un avance crucial en la protección de los derechos LGBTIQ+ en África.
26 de junio de 2024. En un fallo histórico, un tribunal en Namibia ha declarado inconstitucionales dos leyes de origen colonial que criminalizan las relaciones homosexuales entre hombres. Este viernes, se revocaron las leyes de “sodomía” y “delitos sexuales antinaturales”, que databan de 1927, cuando Namibia estaba bajo mandato sudafricano. A pesar de haberse mantenido tras la independencia del país en 1990, estas leyes rara vez fueron aplicadas.
El caso fue presentado ante el Tribunal Superior de Namibia en junio de 2022 por Friedel Dausab, un hombre gay que impugnó estas leyes por considerar que violaban sus derechos constitucionales. La ONG británica Human Dignity Trust apoyó a Dausab durante el juicio. En su recurso, Dausab argumentó que las leyes en cuestión eran una violación de sus derechos como ciudadano, tal como están consagrados en la Constitución de Namibia.
Sudáfrica sigue siendo el único país africano que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, mientras que sólo unos pocos países en el continente han despenalizado las relaciones entre personas del mismo sexo. El fallo del tribunal de Namibia representa un avance significativo en la lucha por los derechos LGTBIQ+ en África.
El tribunal sostuvo que criminalizar las relaciones homosexuales consentidas entre adultos equivale a una discriminación inconstitucional. Según el diario ‘The Namibian’, los jueces consideraron que etiquetar la homosexualidad como “un vicio abominable” refleja prejuicios y declararon el fallo, aun cuando la Fiscalía se opuso al reclamo de Dausab, argumentando que no había un consenso social mayoritario en favor de la despenalización y que la orientación sexual no está explícitamente protegida bajo las categorías de igualdad y no discriminación en la Constitución.
Este fallo judicial es un paso importante hacia la igualdad y el respeto de los derechos humanos en Namibia, y marca un precedente significativo en el reconocimiento de los derechos de la comunidad LGBTIQ+ en el continente africano.