Proceso de Paz
Los procesos de paz son escenarios que posibilitan una transformación de las estructuras sociales, políticas y económicas de un Estado, ya que permiten la instauración de un nuevo orden político en el cual las antiguas fuerzas subversivas puedan reintegrarse a la vida civil, alejados de la delincuencia. Por lo tanto, es indispensable el acompañamiento que la sociedad civil viene realizando, mediante un seguimiento constante al proceso de paz, en especial a las propuestas de los negociadores; frente a esto, innumerables organizaciones sociales, foros, encuentros, universidades, centros de pensamiento, realizan aportes que permiten una pluralidad de visiones y propuestas en la construcción de paz.
Luego de 3 años de conversaciones entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP, se han logrado acuerdos en tres puntos importantes de la agenda, generando diversas posturas de la ciudadanía y distintos sectores de la sociedad colombiana frente a lo acordado, demostrando la polarización que existe en el país frente al tema.
Uno de los puntos en contra que tiene el proceso, en los 3 años de conversaciones que lleva, es precisamente que las propuestas para la construcción de una sociedad incluyente que viene realizando la sociedad civil, pueda hacer parte de las negociaciones en La Habana. El Gobierno Nacional a través de sus plenipotenciarios, tiene la autonomía en el manejo de la agenda y propuestas a tratar en la mesa de conversaciones.
Los retos que se planteaban antes de iniciar las negociaciones se hicieron realidad. Colombia afronta el mayor desafío al pretender terminar un conflicto armado de más de 50 años de duración, en tan poco tiempo y además, el mayor desafío resulta acabar con el conflicto en medio de la confrontación armada. Distintos episodios motivados por ofensivas militares o por atentados en contra de la población, infraestructura eléctrica o secuestros de miembros de las fuerzas armadas, han motivado que se suspendan las negociaciones en varias ocasiones y se replanteen los acuerdos, y las condiciones en las cuales se está adelantando el proceso.
A pesar de los distintos episodios negativos en el transcurso del proceso, se ha llegado a un acuerdo sobre el primer punto de la agenda referente a la Desarrollo Agrario Integral; ya se había logrado el acuerdo sobre la participación política y también el tema de la solución al problema de las drogas ilícitas. Teniendo presente que uno de los principios de los acuerdos es que “nada está acordado, hasta que todo esté acordado”, hay que esperar hasta la terminación de las negociaciones, para corroborar que los acuerdos pactados queden de la misma manera.
Uno de los mayores avance en materia de reivindicaciones de derechos y reconocimiento de las victimas LGBTI en el conflicto armado fue la creación de la Subcomisión de Género en el proceso de paz, cuyo papel es primordial para el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTI víctimas del conflicto. La subcomisión busca escuchar las voces de las mujeres y representantes de esa población para servir de insumo en los acuerdos de paz entre el Gobierno y las FARC.
La Subcomisión permite reconocer el carácter de víctimas de todas las personas con orientación sexual e identidad de género diversa que han sufrido violencias en estos contextos y por otro lado permite la participación activa y propositiva de los mismos. Para las personas LGBTI fue un momento histórico la participación dentro de la mesa de negociación, ya que se dieron a conocer las violencias y violaciones a derechos humanos que han sido cometidas en contra de ellos y ellas, pues la naturalización de las violencias a personas LGBTI
En el acuerdo sobre Participación Política se hace referencia a las personas LGBTI y sus derechos; en el apartado 2.3.5 sobre la “Promoción de una cultura política democrática y participativa” en el cual se especifica: “Contribuir a la mayor integración de los sectores sociales más vulnerados como los campesinos, comunidades indígenas y afrodescendientes y la población LGBTI”.
En la actualidad nos encontramos en el punto más álgido de las conversaciones referente a las víctimas en el conflicto armado. Para las personas LGBTI más allá de reparación administrativa se debe avanzar en medidas de reparación colectiva y garantizar la no repetición de estos actos en los territorios donde residen las víctimas; que existan las garantías necesarias para la que los actos y hechos de violencia en contra de las personas con orientación sexual e identidad de género diversa, vuelvan a ocurrir garantizando el goce de sus libertades individuales.