La CIDH expuso también que ahora los grupos armados ilegales están más motivados por intereses económicos que políticos e ideológicos, lo que ha llevado a una reconfiguración del conflicto armado en el país.
24 de abril de 2024. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) concluyó su visita ‘in loco’ a Colombia, la primera en 12 años, destacando que aunque persiste la violencia en el país y que hay un cambio en la naturaleza del conflicto. Conforme a lo expuesto por la comisión, ahora los grupos armados ilegales están más motivados por intereses económicos que políticos e ideológicos, lo que ha llevado a una reconfiguración del conflicto armado en el país.
La visita, que comenzó el 15 de abril, abarcó varios departamentos colombianos y se llevaron a cabo numerosas reuniones con autoridades, así como espacios de escucha a la sociedad civil, gremios y partidos políticos.“Estuvimos en Antioquia, Cauca, Chocó, La Guajira, Magdalena, Putumayo y Valle del Cauca. Tuvimos más de 50 reuniones con entidades públicas y más de 45 ocasiones con la sociedad civil (activistas, miembros de la academia y líderes de partidos políticos) analizando los diferentes tipos de violencias y atendiendo a su necesidad de justicia y reparación, así como el impacto de la inseguridad en el día a día”, Roberta Clarke, presidenta de la CIDH.
Desde la CiDH, entre los principales temas en los que se hizo énfasis, se mencionó la prevalencia de prácticas patriarcales y jerarquía de género, que subordina y priva de derechos a mujeres y personas LGBTIQ+ en su cotidianidad, exacerbándose en determinados contextos sociales en el país. “El patriarcado ha creado una jerarquía de género que subordina a mujeres y personas LGBTIQ+. Estas formas de discriminación se intensifican en su insección con dimensiones económicas, que han fortalecido la exclusión social y política. (…) La desigualdad y discriminación también se encuentran en las raíces del conflicto armado en Colombia y más recientemente en las manifestaciones que tuvieron lugar en 2019, 2020 y 2021”, expuso José Luis Caballero, comisionado de Colombia de la CIDH.
Se resaltó la extrema desigualdad y pobreza en Colombia, así como el racismo estructural que afecta a comunidades indígenas y afrodescendientes. Además, se señaló una implementación insuficiente del acuerdo de paz de 2016 con las FARC. “El estado solo tiene una presencia marginal en muchas regiones que siguen careciendo de seguridad adecuada, servicios sociales, acceso a la educación o infraestructuras básicas. (…) La conjunción de estos factores, sumada a la insuficiente implementación de los acuerdos de paz, ha facilitado el surgimiento de grupos armados no estatales, grupos criminales y el desarrollo de economías ilícitas.(…) La reconfiguración del conflicto armado sigue socavando la seguridad, el desarrollo y el disfrute de los derechos humanos en el país. Esto se refleja en el alarmante número de asesinatos, amenazas, hostigamientos y estigmatizaciones contra personas firmantes del acuerdo de paz, defensoras y líderes sociales/comunitarios”, ratificó el comisionado.
Finalmente, la CIDH hizo algunas recomendaciones tras su visita in loco, incluyendo el apoyo a políticas estatales para alcanzar la paz, políticas redistributivas para reducir la desigualdad y fortalecer la presencia estatal en las regiones. Se instó al Ejecutivo a proteger la vida y la integridad de las personas, así como a alinear las negociaciones con grupos armados con el acuerdo de paz. También se recomendó al Congreso priorizar el debate y la aprobación de leyes necesarias para la implementación del acuerdo, especialmente la reforma de la ley de víctimas. Además, se exhortó a la Fiscalía y al Poder Judicial a investigar, juzgar y sancionar a los responsables de violaciones de derechos humanos.