Con presencia en las principales marchas del 1 de mayo en la región, exigiremos condiciones de trabajo decente para las personas LGBT.
En el marco de la conmoración del día del derecho al trabajo, no podemos dejar de lado una reflexión en torno a un escenario como el mundo del trabajo, desde donde se sigue discriminado y excluyendo a las personas LGBT por ser o mostrarse como son; estas acciones están cargadas de prejuicio y persisten en muchos espacios laborales, a pesar de avances jurídicos normativos en el país, con el agravante que se han instaurado en prácticas soterradas y naturalizadas y en la mayoría de veces, terminan siendo ocultas y silenciadas.
Los prejuicios y representaciones a priori que la sociedad a encriptado acerca de la sexualidad lleva a que se siga considerando que la orientación sexual y la identidad de género es un asunto reducido a al estilo de vida, por lo que puede alterarse o cambiarse; adicionalmente se sigue asociando a las personas LGBT, como peligrosas, débiles, problemáticas, enfermas; imágenes que excluyen a las periferias y a la precariedad.
(Pérez, Corea & Castañeda; 2013)
Desde los procesos investigativos desarrollados en por la Corporación Caribe Afirmativo, se ha encontrado una serie de acciones de discriminación y exclusión que las personas LGBT deben asumir en el mundo del trabajo, para evitar posibles señalamientos y prejuicios: el auto controlarse, camuflar la sexualidad o esconderse, son estrategias de ocultamiento de una sexualidad que en muchos espacios laborales debe mantenerse en el armario para poder acceder y permanecer sin ser una posible víctima de violencias en el trabajo. Para aquellas personas que su expresión de género no les permite ocultarse, mayoritariamente se inscriben en el trabajo informal, en una economía del rebusque, donde además opera una segmentación de oficios.
En la investigación Raros y Oficios de Caribe Afirmativo y la Escuela Nacional Sindical, se encuentra que el 75 % de personas LGBT entrevistadas, afirman que en el mundo del trabajo y concretamente, para acceder a un empleo, deben “asumir la condena de vivir una identidad oculta y ajustada a las lógicas binarias de la sexualidad”, sus cuerpos deben disciplinarse y ajustarse, sin romper moldes, hacer todo lo posible para “que la maricada no se note” o de lo contrario solo queda como lugar de realización laboral: las economías del rebusque e informales.
Las discriminaciones en el mundo del trabajo operan en la mayoría de veces, desde dos estrategias; la primera se presenta con dispositivos sutiles y soterrados, dirigidos fundamentalmente aquellas personas que «pueden esconder o camuflar» su orientación sexual y construir una identidad en un cuerpo dócil que sirve de tranquilizante a un orden institucional marcado por roles binarios preexistentes. Por la posibilidad que tienen de mimetizar su cuerpo y de ocultar su opción sexual o la elección de no hacerla evidente desde su corporeidad, asumen una vida oculta y una constante tensión y temor de ser descubiertos; sin embargo, ello se convierte en una acción de existencia, una opción de sobrevivencia y un mecanismo de autocontrol para poder vincularse y permanecer en los espacios laborales; aunque ese «esconderse» lleva a que se le vulneren muchos de sus derechos conexos.
En un segundo plano, se encuentran aquellas acciones que están dirigidas fundamentalmente hacia aquellas personas en quienes su expresión de género, es decir quienes su feminidad o masculinidad choca con el orden mimetizado y binaria del género en la que lo masculino es asociado exclusivamente al hombre y lo femenino a la mujer. Estos cuerpos que «rompen el molde» son concebidos como rebeldes, trasgresores de la disciplina; como receptores de dicha exclusión; en este escenario encontramos a personas trans, hombres gays femeninos y mujeres lesbianas masculinas; quienes por romper ese molde regulador del cuerpo quedan por fuera de la lógica formal de la economía.
“Ser trans, no ha sido fácil. A mi así nadie me da trabajo, creen que soy ladrona o delincuente… a veces yo me deprimo porque creo que toda la vida voy a seguir haciendo esto. Que no es fácil, uno recibe aquí muchos golpes… Que la policía te persigue… en fin mire lo que le conté… esas puñaladas que me metieron me dejaron un miedo. Yo a veces camino por ahí sola y voy mirando que pa todo lado… es que como si le tuvieran rabia a uno. Mi vida es así, estar aquí en las noches… me levanto a las dos o tres y a pensar en que ya viene la noche. Mi sueño es ir a Italia, allá les va muy bien en este trabajo, quiero ir para ahorrar y comprar una casita para mi mamá, aunque casi no la veo, ella de alguna manera siempre me ha apoyado”. (Mujer trans- Barranquilla)
Las violencias que a diario viven personas LGBT en el mundo del trabajo se expresan hacia aquellas personas a quienes se les nota, a quienes se perciben con “raros”. En el siguiente cuadro, se identifican algunas de estas violencias que afrontan en el trabajo y están vinculadas a su expresión, identidad de género u orientación sexual.
Discriminaciones hacia personas LGBT en el mundo del trabajo en el caribe colombiano
Tipos de discriminaciones /Identidades | Hombres gay | Mujeres lesbianas | Personas trans |
Uso de lenguaje injurioso, denigratorio y prejuicioso | |||
Roles sociales y estereotipados | |||
Detrimento en condiciones laborales | |||
· Hostilidad en el ambiente laboral
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· Trabajar más horas de las estipuladas en el contrato y aplazamiento de vacaciones
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· Éxito auto-forzado | |||
· Autoexclusión de espacios laborales | |||
· Adscripción solo a lugares de trabajo sexual | |||
· Calle como forma de rebusque | |||
· Economía informal como única opción para genera ingresos |
Fuente: Elaborado con base en la investigación Raros y Oficios y el trabajo de campo de Caribe afirmativo
En el tema de desempleo de las personas que participan de los procesos comunitarios en caribe afirmativo y según datos de la investigación arco iris en blanco y negro, el 60 % de las personas LGBT en los pueblos y zonas rurales está desempleado, el 30 % realiza actividades de economía informal y sólo el 10 % cuenta con un empleo o trabajo que le permite satisfacer sus necesidades.
Es importante señalar que el tema de desempleo y de discriminación a personas LGBT no sólo puede regularse con políticas sociales; es también un tema de la política económica; de generar políticas empresariales que incluyan y transformen la diversidad en un valor y que vinculen de manera más significativa la creatividad de la mente humana.
Es necesario no sólo la generación de empleos sino que se hace fundamental, que en el ámbito de las empresas y organizaciones, el tema de la diversidad sexual y de género, sea un asunto de la agenda y de los ambientes laborales y que la vulneración a los derechos se convierta en una acción que sea castigada y que trascienda del orden natural y de impunidad en la que el país ha incurrido frente a estos hechos; por ello, consideramos necesario el fortalecimiento de las instancias de control y la generación de observatorios y el seguimiento a prácticas homofóbicas y transfobicas en los lugares de trabajo.
BIBLIOGRAFIA
Gómez, María Mercedes (2008) Violencia por prejuicio sexual. Capítulo VIII. En: La Mirada de los jueces: Sexualidades diversas en la jurisprudencia latinoamericana. Tomo II. Siglo del hombre, Bogotá.
Foucault, Michel (2000). Los anormales. Buenos Aires: Fondo de Cultura económica.
Pérez, Alexander; Correa, Guillermo & Castañeda, Wilson. (2013). Raros. Diversidad sexual y mundo laboral. Discriminación y exclusión. Medellín: Escuela Nacional Sindical.