15 de octubre de 2021. La migración no es un fenómeno reciente, la historia de la humanidad ha estado signada por ello, sin embargo, lo que aquí es relevante de tratar son los contextos sociohistóricos y los territorios en donde se presentan. La migración es producida por múltiples factores, por múltiples causas, por lo que en ocasiones dificulta su medición (Gómez, 2010).
Por su lado, la Organización de Integral para los Migrantes, OIM, (2019) considera la migración como un fenómeno multidimensional, que hace compleja su lectura. Ahora bien, hay una clasificación adecuada para cada caso que implica este tipo de desplazamientos a partir de lo cual cada denominación toma su lugar. Debido a ello, aquí nos referimos, en primera instancia, a la migración de tipo internacional, la cual consiste en el desplazamiento de su país de origen a otro para radicarse, no obstante, en el núcleo de este desplazamiento hay un tipo de desplazamiento migratorio que recibe el nombre de transitorio o en tránsito.
Según las Naciones Unidas (Derechos humanos), en Situación de los migrantes en tránsito (2016), técnicamente, se refiere a aquellos individuos que llegan a lugares, países, territorios en medio de su desplazamiento, no indicando con ello que ese sea su destino final. La migración en tránsito (MT) entonces se relaciona, de muchas maneras, con el aumento de las barreras a la migración internacional” (Naciones Unidas, 2016, p. 9). De este modo, podemos entender la MT como una de las condiciones para acceder a la migración internacional, sobre todo, para aquellos que no cuentan con rutas de viajes, más que los trayectos ofrecidos por los traficantes y la irregularidad.
Ambos tipos están asociadas a factores socioeconómicos, culturales, políticas, ya sea violencia, desigualdad, desempleo, medioambientales, familiares, entre otras; pero, en el caso de la migración transitoria no se trata tanto de la motivación, sino de los efectos que esto trae consigo, el motivo o la causa no es el que genera la migración internacional en sí, sino aquel que constituiría un medio para alcanzar el destino final. La migración transitoria o en tránsito se ocupa desde la reflexión de mostrar qué ocurre en medio del proceso de desplazamiento, y ésta es definida a partir de la Migración Internacional, desde todos aquellos obstáculos que se presentan, las barreras migratorias, lo que ha creado que algunos territorios a lo largo y ancho del planeta se conviertan en centros migratorios en tránsito, tal es el caso del Urabá antioqueño en Colombia.
Necoclí es uno de los lugares en el que se localizan altos índices de migrantes. Algunos diarios del país como Semana notifican que hay cerca de 1.500 migrantes entre las personas africanas y haitianas, lo cual es considerado como una bomba de tiempo. Por su lado la BBC ha cifrado unos 7.000 migrantes entre enero y agosto de 2019. La pregunta aquí es ¿por qué en Necoclí?, ¿por qué Urabá? Y la respuesta es clara para todos estos migrantes que están llegando a Colombia, porque estos territorios no son más que un tránsito, un lugar de paso para arribar a suelo norteamericano. Urabá geográficamente está bien situado en un punto específico que sirve de conexión a Panamá, en su frontera como tal. Sumado a ello, encontramos que en agosto de 2019 Colombia y Panamá acordaron el tránsito de migrantes de 500 por días, aunque el número de arribos se triplica.
Necoclí se ha convertido así en un centro de operaciones de migración irregular, hay muchas personas, denominadas coyotes, que ofrecen rutas para por medio de algún tipo de transbordo atravesando el Darién, uno de los lugares más peligrosos y selváticos en Colombia, donde reina el narcotráfico y grupos criminales. Hace pocos días dos mujeres murieron en medio de un naufragio en el golfo de Urabá, lo cual no nos muestra un panorama muy consolador. Junto a la crisis migratoria venezolana se suma ésta, que, aunque no persigue como tal radicarse en territorio colombiano, su tránsito trae consigo consecuencias tanto para las personas migrantes como para la población residentes.
Sin duda alguna la población más afectada de manera directa son para las personas migrantes, y de manera indirecta la población residente, ya que, si somos fieles a los términos empleados para este tipo de fenómenos, las personas migrantes siempre están expuestas a riesgos, a abusos y a violaciones de derechos humanos. En su travesía está en juego su vida; su destino implica vivir para contarlo. En este caso, nos encontramos con que el Urabá, Necoclí y, en general, esta zona de Colombia presenta fuertes conformaciones de grupos al margen de la Ley, siendo entonces los migrantes presa fácil, su condición de vulnerabilidad y desamparo les conduce a prestarse a sin número de acciones que ponen en peligro su vida, en razón de salvaguardarla, entre esto podemos mencionar: el tráfico de estupefaciente, la trata de personas, la explotación sexual. Además, de que normalmente están expuestos a sufrir formas de discriminación por el hecho de ser migrantes.
Este tipo de situaciones afectan diferencialmente a la población LGBTI pues es aún más probable que migren de forma irregular por la falta de oportunidades históricas que han sufrido, por sus orientaciones sexuales o expresiones e identidades de género diversas. Esto ha dificultado su acceso al trabajo y a un salario digno que les permita la emigración legalmente (Bula, Alfredo & Cuello Vivia, 2019, p. 181)
La sistematizada violencia hacia las personas LGBTI conlleva a considerar como la opción más viable el salir de su país y solicitar asilo en Estados Unidos pues es un país que de cierto modo alrededor de los años ha reconocido el asilo político a personas con Orientación Sexual y Expresiones de Género Diversas y que se han ido organizando por colectivos como es el caso de las caravanas centroamericanas de personas que buscan migrar hacia Estados Unidos y que están ocupando espacios políticos con identidad dentro de los movimientos de personas en situación de movilidad.
Respecto a la violación de derechos humanos o a la preocupación de vulneración, las Naciones Unida emitieron un documento especificando algunas de las acciones que ponen en peligro la condiciones de las personas migrantes en tránsito, tales como: prácticas de interceptación peligrosas, expulsiones colectivas e infracciones del principio de no devolución, denegación de los derechos económicos, sociales y culturales, detención arbitraria y condiciones de detención inadecuadas, y violencia, abusos y explotación; lo cual a su vez convoca a un llamado a las autoridades competentes y a las Naciones a tomar acciones frente a ello, de lo contrario, estarían incurriendo en una violación de derechos humanos. Por tanto y en razón de ello, las personas migrantes, en su condición de vulnerabilidad, y sin importar su ideología, raza, orientación sexual y expresiones de género, debe acogerse y brindarle protección, garantizándoles la vida.