En 2023 el Observatorio de Derechos Humanos de Caribe Afirmativo ha registrado 24 casos de asesinatos de mujeres trans y personas no binarias.
18 de noviembre de 2023. La conmemoración de la memoria trans se ha consolidado como un momento de reflexión, lucha y remembranza que permite reivindicar las luchas de las personas trans y no binarias, quienes se han atrevido a vivir su verdad rompiendo los estereotipos y moldes binarios que la sociedad ha establecido como normativos, violentando a quienes no encajan en los mismos. Este día fue creado por Gwendolyn Ann Smith en honor a su amiga Rita Hester, una mujer trans afroamericana asesinada por prejuicio a su identidad de género.
De acuerdo al informe sobre la situación de derechos humanos LGBTIQ+ ‘No se mata lo que no se olvida’ de Caribe Afirmativo, entre 2021 y 2022, 99 personas con experiencias de vida trans fueron asesinadas en Colombia, entre quienes se encuentran 70 mujeres y 28 hombres. Entre enero y octubre de 2023 el Observatorio de Derechos Humanos de Caribe Afirmativo ha registrado de forma preliminar 24 casos de asesinatos de mujeres trans y personas no binarias. Los departamentos en los que existen más casos son Antioquia (5), Atlántico (4), Meta (3) y Sucre (3).
Adicionalmente, y según el Informe 2023 del Observatorio PREDIVA de la Fundación GAAT, Colombia ocupó por tercer año consecutivo el segundo lugar más alto en América del Sur en muertes de personas con experiencias de vida trans después de Brasil. Además, de acuerdo al Observatorio Trans Murder Monitoring de Transgender Europe (TGEU), entre el primero de octubre de 2022 y el 30 de septiembre de 2023, 320 personas trans y de género diverso fueron asesinadas en el mundo.
Esta información surge del esfuerzo conjunto de organizaciones civiles por presentar una radiografía de la situación de derechos humanos en el país lo más cercana a la realidad; sin embargo, se enfrenta con la ausencia de un sistema unificado de información y de protocolos de sistematización de la información institucional con un enfoque de diversidad sexual y de género. El acceso a la justicia por parte de personas trans ve una inmensa barrera en el desconocimiento de su identidad de género por parte de las instituciones, pues los procesos penales de denuncia de violencias vividas por las personas trans resultan revictimizantes e incluso derivan en una inadecuada tipificación penal. Para el 2022 los procesos de homicidios y feminicidios de personas LGBTIQ+ no presentaron mayores avances: de 145 procesos activos, el 74% se quedó en etapa de investigación y sólo el 18% llegó a etapa de juicio oral, de acuerdo al Informe de Derechos Humanos ‘No se mata lo que no se olvida’.
Entre las personas que han sido arrebatadas por la violencia patriarcal y machista este año se destacan por su liderazgo social Franklin Pabón, liderese no binarie, enlace LGBTIQ+ de Malambo y Consejere de Paz; y Dania Sharith Polo ‘La Pola’, lideresa trans comunitaria de El Carmen de Bolívar, compareciente ante la JEP y participante activa en el proceso de la Comisión de la Verdad. Tanto Franklin como La Pola fueron sobrevivientes del conflicto armado que lucharon por su reparación propia y colectiva, dejando una huella imborrable en sus territorios y en la historia de defensa de los derechos trans en el país.
El panorama de discriminación al que se enfrentan cada día las personas trans es desolador. La exclusión familiar desde temprana edad, las barreras de acceso y sostenimiento en la educación superior, la negación de sus identidades, la invisibilización de las transmasculinidades y de las personas no binarias, la discriminación para el acceso a derechos básicos como vivienda y trabajo, y la completa ausencia de aplicación de protocolos de salud trans que permitan que lleven a cabo procedimientos de reafirmación de género son sólo algunas de las formas en las que se manifiesta la vulnerabilidad a la que han sido históricamente sometidas.
Según la activista trans Haydivi Gaviria, “a estas alturas de la vida ya debería existir protección legal, una ley que nos cobije, que nos ayude a que nuestra vida sea un poco más fácil y más llevadera, sin tener que mendigarle al Estado lo que por derecho nos corresponde”. Esto plantea varios retos que debe asumir el Estado para la protección y garantía de las vidas trans, siendo el más urgente de ellos la aprobación de la Ley Integral Trans para dar a las personas trans herramientas de exigibilidad de derechos.
Ante esto, decimos los nombres de cada persona a la cual la violencia patriarcal y machista en este país le ha arrebatado la vida este año porque nunca dejaremos que se queden en el olvido:
María José Torres Astros en Villavicencio, Meta
La Gata en Medellín, Antioquia
Sharith Zayas Jiménez en Gamarra, Cesar
La Pájara en Soledad, Atlántico
Katia en Soledad, Atlántico
Shaina Vanessa Pretel en Cali, Valle del Cauca
Camila Ipía en Neiva, Huila
Luna Ramírez Soto en Bello, Antioquia
Tati en Cali, Valle del Cauca
Luisa Fernanda Mier Rodríguez en San Benito de Abad, Sucre
Dania Sharith Polo ‘La Pola’ en El Carmen de Bolívar, Bolívar
Luisa Fernanda Negrete en Malambo, Atlántico
Francheska Rivas en Acacías, Meta
Yormary en Acacías, Meta
Franklin Pabón Camacho en Malambo, Atlántico
‘La Consejita’ Céspedes Tique en San Antonio, Tolima
Susan Fernández en Medellín, Antioquia
Luciana Sandoval en Medellín, Antioquia
Shakira Villa en Santa Marta, Magdalena
La Pabli en Sincelejo, Sucre
Karla López en Barranquilla, Atlántico
Lucero Niebles en Sincelejo, Sucre
Desde Caribe Afirmativo nos comprometemos a seguir luchando por la defensa de las vidas trans hasta que sus vidas puedan ser vividas de forma digna y libre, con un especial compromiso hacia la protección de las mujeres trans y la visibilización de las experiencias de vida transmasculinas y no binaries, entendiendo la necesidad de establecer procesos organizativos que den cuenta de sus vivencias particulares. Nos alerta principalmente la ausencia de acciones efectivas por parte del Estado en la prevención, atención e investigación de las violencias hacia personas con identidades de género diversas, empezando por el desconocimiento de las mismas en los procesos investigativos, por lo cual solicitamos a las instituciones tomar medidas urgentes que busquen corregir estas desigualdades estructurales e históricas.