Caribe Afirmativo, como organización de la sociedad civil, trabaja con ciudadanía venezolana LGBT, tiene un mensaje para las agencias de Naciones Unidas y agencias de cooperación: se debe fortalecer la asistencia humanitaria.
Es importante sumar esfuerzos técnicos en la región ante una situación interna de Venezuela que no refleja soluciones políticas a corto plazo y más allá de la crisis política, a las lideresas y lideres de la sociedad civil, nos asiste un mandato claramente humanitario.
Al día de hoy, el salario mínimo en Venezuela es de dos dólares. Siendo así, una persona requiere 41 salarios mínimos para acceder a la canasta alimentaria. Además, el reciente anuncio del rearme de un sector de las FARC en Colombia, con una profunda presencia en la frontera, aumentarán acciones tales como las actividades de minería ilegal en la frontera; roturando los lugares donde están los yacimientos de manera ilegal e irregular, se desarrollan actividades económicas para transar en especie los servicios irregulares
Si bien, todos los gobiernos rechazan una posición armada. El reciente anuncio de reactivación de la TIAT: tratado de asistencia reciproca en lo militar para contrarrestar intervenciones externas a países de la región, que se quiso aplicar sin éxito en la guerra de las Malvinas; es una motivación belicosa para la frontera, que concentrará a los gobiernos en asuntos militares y nos puede llevar a nuevas violaciones de derechos humanos.
Según ACNUR, al día de hoy, migran 5000 mil pesos diarios desde Venezuela por la región y a su interior, las ciudades como Guyana y Caracas, son territorios de mayor violencia, que las cifras históricas marcadas por Centroamérica.
Las acciones en la región son aún muy soberanas de país, pero no hay trabajo coordinado y su ausencia hace que la poca inversión reincida en recursos para un solo tema, y no haya un plan articulado, sim embargo en los últimos meses, aparecen esfuerzos como: la tarjeta regional de vacunación, el convenio de reconocimiento de estudios, o la decisión de Colombia de dar nacionalidad colombiana a niños y niñas nacidas allí, que seguramente tendrán resultados más exitosos y son buenas prácticas de integrar entre países acciones.
También saludamos el compromiso de cuerpos legislativos, algunos países en su ordenamiento interno, como Colombia, están proponiendo leyes de regularización de venezolanos en el territorio, sistemas nacionales de asilo y asistencia en prevención y tratamiento de VIH. Pero, hoy urge, como ya lo hemos dicho, una coordinación regional entre estados, para acoger la migración en un marco de derechos a plenitud
Preocupan decisiones políticas como las tomadas en Chile, Ecuador, Perú de los nuevos requisitos de ingreso no son fiables y hacen que la permanencia regular sea inaccesible y aumente la presencia en Colombia de ciudadanía venezolana, sobre dos millones y expresiones de expulsiones como una demandada por nosotros en la frontera colombiana hacia mujeres trans trabajadoras sexuales o como las que aparecen en Chile por permanencia irregular, fruto de presiones a los gobiernos de manera interna.
En el caso de Colombia, hay una alerta para los próximo meses de elecciones, pues se puede politizar la ayuda humanitaria e incrementar la xenofobia, Las autoridades quieren ser vistas y percibidas manejando la situación y limitando flujos; es un ejercicio mediático, pues, a pesar de la imposición de visas humanitarias, ha habido flexibilidad advertidas en dos de los tres países (Ecuador y. Perú), que dejan constancia que sus decisiones buscan es un impacto en los medios de comunicación dirigido hacia su propia población y todo ello cambia las dinámicas de los países de ser estados de tránsitos a estados de permanencia.
Como sociedad civil hacemos un urgente llamado a que los estados construyan un enfoque multilateral e imperativo humanitario, que la respuesta, incluso política, sea la de la diplomacia humanitaria, priorizar acciones públicas para mostrar la situación actual. Además no podemos bajar el ritmo, la visibilidad internacional de la crisis venezolana ha disminuido y los efectos de las conversaciones en Barbados han tenido todos los tropiezos, y paree que para algunas agencias se ha pasado de página, si no le damos a esto el tratamiento que requiere, llegaremos al final del año a la marca de 5 millones y medio de personas venezolanas en movilidad humana, como lo ha advertido ACNUR.
Para Caribe Afirmativo, urge activar los enfoques diferenciales, es allí donde encontraremos respuestas de actuación, pues hoy aumentan las violaciones a los derechos humanos en escenarios como la negación a derechos sexuales y reproductivos a las mujeres, el sometimiento de las mujeres trans a la trata de personas o el aumento del estigma y discriminación hacia las personas que viven con VIH y los abusos de autoridad hacia pueblos indígenas fronterizos.
Hay dos solicitudes concretas nuestras a ustedes: presionar diplomáticamente para cumplir con el acceso a tratamiento a personas que viven con VIH, compromiso que quedo en la hoja de ruta de Quito, es una tarea pendiente y que nos ayudara a mejorar la calidad de vida de las personas LGBT en movilidad humana; convocar a los actores claves para revisar con mensaje de urgencia el aumento de las redes de trata y la explotación sexual en la región y la vinculación directa de mujeres venezolanas, condenándolas a expresiones de altísima vulneración de derechos, que se agudiza cuando se trata de mujeres trans o mujeres lesbianas y bisexuales venezolanas.
Desde nuestro trabajo comunitario en las Casas de Paz, vemos todos los días que aumenta el flujo irregular por las fronteras y allí la presión de los actores ilegales vinculando a las personas en movilidad humana en procesos de prácticas delictivas y las respuestas militares, pueden aumentar los niveles de riesgo y vulnerabilidad de la ciudadanía venezolana y exige una acción de prevención y atención para que su ciudadanía no se ponga en riesgo y aumenta el riesgo de tráfico de personas migrantes.
En diciembre tenemos un reto en la reunión de seguimiento a el acuerdo de Quito que se celebrará en Bogotá: fortalecer la vocación humanitaria de atender la crisis de movilidad humana, y esta atención desde los enfoques diferenciales con una respuesta regional que hermane a américa latina en la atención de la movilidad humana con respuestas con enfoque de género, étnico, territorial y acciones socio económicas que mejoren su calidad de vida.
Hoy la defensa por los derechos de las personas en movilidad humana es un deber de todos los grupos poblacionales y todas las agendas sociales, por una ciudadanía plena transfronteriza.