1° de marzo de 2021. Todos los primero de marzo de cada año se celebra mundialmente el día de la no discriminación, fecha para exigir derechos de igualdad y equidad para todos, sin embargo, para el caso colombiano aún quedan muchos retos por enfrentar en cuánto a discriminación se trata.
Es esencial comprender la noción de discriminación, como una expresión naturalizada de rechazo en la sociedad que tiene impactos simbólicos, físicos y verbales que ha estado presente en la historia de la humanidad y que consiste en hacer sentir las personas como un inferior, estableciendo una serie de jerarquías entre nosotros que generan situaciones de desigualdad que impiden el goce pleno de los derechos, es decir, que cuando la discriminación se naturaliza aumenta las brechas de inequidad entre distintos grupos sociales por diferentes razones: capacidad adquisitiva, raza, orientación sexual, género, nacionalidad, entre muchos otros motivos que pueden ser causa de rechazo. La discriminación también puede escalar en prácticas nocivas como la exclusión social, los prejuicios y en el peor de los casos la violencia.
El año 2020 será recordado como uno de los años más traumáticos para la humanidad a nivel global, la pandemia agudizó las desigualdades sociales y puso evidencia el abandono histórico que viven ciertas poblaciones alrededor del mundo, justo estamos a unos días de que se cumpla un año desde que Colombia entró en cuarentena y las dinámicas sociales cambiaron radicalmente, afectando a las poblaciones más precarias y aumentando los niveles de pobreza en el país. Dicha pobreza es también consecuencia estructural de prácticas de discriminación que generan asimetría social, exclusión, prejuicios y estigmas haciendo que algunos grupos poblaciones vean en riesgo el goce efectivo de sus derechos.
Principalmente la población LGBT fue una de las más vulneradas ya que muchos de ellos y ellas se dedican al trabajo informal y las restricciones que obligaron al confinamiento reflejaron violencias que agobian a estas personas, partiendo desde los hogares como primeros escenarios de agresión y el espacio público donde vecinos y algunas personas legitiman la discriminación a quienes se alejan de la heteronorma.
Además de la gravedad de circunstancias que viven estas personas se suma el hecho de la población en condición de movilidad humana, que en su mayoria son ciudadanos y ciudadanas venezolanas que viven a diario discriminación por prejuicio y también las personas migrantes que son LGBT experimentan violaciones sistemáticas a sus derechos humanos, como el caso de las mujeres trans que en su mayoria se vieron obligadas a ser trabajadoras sexuales y que esto las expuso a feminicidios y abusos de autoridad de la fuerza pública colombiana.
Nos enfrentamos a las consecuencias de un abandono institucional en los diversos municipios del caribe, puntualmente aquellos que han vivido la violencias históricas del conflicto armado colombiano y que hoy gracias a la firma del Acuerdo de Paz han logrado ciertos avances, que en su mayoría se han visto estancados por el aumento de actores criminales en las zonas rurales, que no sólo ejercen un control territorial si no moral sobre los cuerpos de los líderes y lideresas sociales y en particular por los liderazgos LGBT.
Hacemos un llamado de atención a los medios de comunicación y a los líderes de opinión que deben cuidar el lenguaje con que comunican las noticias, pues muchas veces los titulares y textos revictimizan a las personas que han vivido estos hechos, como el caso de las mujeres LBT, cuya indentidad no es reconocida cuando ocurre un feminicidio y la manera de referirse a las personas migrantes y en especial a quienes sufren violencia basada en género.
En síntesis, este día nos invita a una reflexión profunda sobre los retos que tenemos como sociedad lo cual refleja que aún hay mucho que hacer desde nuestra cotidianidad como ciudadanía, tenemos en nuestro lenguaje e inconsciente colectivo prácticas que fomentan el rechazo y la discriminación hacia personas LGBT, indígenas, afrodescendientes, mujeres y migrantes. Es hora de erradicar estás conductas que sólo refuerzan las desigualdades sociales, escuchar y abrir puertas a nuevas perspectivas aceptando que nos enfrentamos a una sociedad cada vez más diversa que exige un continuo cambio de paradigmas.
Caribe Afirmativo comprometido con eliminar la discriminación como práctica recurrente en la sociedad desde el año 2018 pertenece a la Red Iberoamericana de organismos y organizaciones contra la discriminación (RIOOD), organización que se dedica a la construcción de vínculos, cuya misión es contribuir a la lucha contra de todas las formas de discriminación en Iberoamérica tanto espacios públicos como privados, nacionales e internacionales, a través del intercambio de experiencias e información, la producción de conocimiento y la ejecución de acciones que prevengan prácticas discriminatorias en los diferentes territorios.
Por todo lo anterior, hacemos hincapié en romper las cadenas de la discriminación y en continuar realizando acciones pedagógicas y espacios de participación que promuevan los buenos tratos, la sana convivencia, el reconocimiento de la diversidad, visibilicen aquellas prácticas culturales arraigadas que pueden ser discriminatorias y sobre todo eviten situaciones de discriminación que escalen en hechos de violencia, es así como consideramos que en días como hoy tenemos la oportunidad de unirnos y sensibilizar a la población sobre los derechos de las personas LGBT.