A diferencia de Barranquilla la escuela de formación Cartagena, se ha convertido en un reto importante para los procesos de incidencia que desarrolla Caribe Afirmativo dentro de sus líneas gruesas de trabajo; en este sentido, el trabajo con las personas LGBTI se ha convertido en un pilar fundamental que cimientan los procesos investigativos, sociales y políticos a la hora de generar conocimiento en relación con la situación de los mismos en el Caribe colombiano.
En relación a esto, Cartagena es considerada como un foco importante de intervención y facilitación de procesos, y no solo por sus índices de violaciones a los derechos de esta población, sino, también por la importancia de las personas LGBTI en escenarios sociales, políticos y culturales, en relación con sus capacidades y habilidades humanas y sobre todo ciudadanas.
Este articulo hace referencia a esos retos frente al restablecimiento de las confianzas sociales que deben existir en toda relación social para que esta sea una verdadera relación, teniendo en cuenta que la misma se ha visto envuelta en procesos de resquebrajamiento gracias a los procesos descontinuados, la falta de cumplimiento de compromisos y la inestabilidad muchas veces de situaciones que optimicen el encuentro y la integración social entre las entidades Estatales, las organizaciones sociales y la sociedad civil LGBTI.
Este panorama nos pone en jaque, a la hora de generar nuevas metodologías de trabajo con la gente, a la hora de propiciar espacios que devuelvan la confianza y despierte las principales motivaciones que los convirtieron a muchos y a muchas en líderes y lideresas en la lucha por los derechos humanos de las personas LGBTI en el Caribe colombiano, haciendo especial énfasis en la ciudad de Cartagena.
Siguiendo este orden de ideas, el replanteamiento del lugar de encuentro, favoreciendo las periferias de la ciudad (podría convertirse en grandes aliadas en procesos de convocatoria y reuniones), el cambio de metodologías de unas ajustadas a unas interactivas que posibiliten no solo la generación de aprendizajes sino, también procesos de cohesión social entre los miembros, se convierten en indispensables para lograr la incidencia y los procesos de formación y liderazgo que se desean provocar en la ciudad.
En este punto, es importante aclarar que le movimiento LGBTI en la ciudad se encuentra parcialmente fragmentado, en este sentido, aunque suene atrevido decirlo, esta fragmentación se configura como una de las principales causas que genera el poco impacto de las movilizaciones sociales en la ciudad, y a su vez genera procesos aislados de incidencia que no recogen ni el 10% de las personas autoreconocidas desde una orientación, expresión o identidad de género diversas.
Mujeres lesbianas, personas Trans, hombres gays, personas bisexuales e intersex, no deben considerarse como objetos en el entramado social, ni tampoco sujetos sin habilidades y capacidades inherentes y aprehendidas, deben considerarse como sujetos de Derechos, como sujetos políticos que a lo largo de sus vidas vienen tomando decisiones trascendentales que desencadenan un conjunto de comportamientos ya sean “positivos” o “negativos” en la sociedad pero de igual manera importantes para la generación de una sociedad más justa, igualitaria y equitativa, donde han sido en su mayoría protagonistas para unos y antagonistas para otros del replanteamiento de sociedad “preestablecida” a una sociedad más diversa.
De esta manera, los retos a la hora de restablecer procesos de formación efectivos y eficaces se convierten en una verdadera preocupación y oportunidad para Caribe Afirmativo, puesto que estamos en constante lucha por la generación de nuevos liderazgos sociales y la generación de formas novedosas de hacer activismo.