23 de noviembre de 2020. El maltrato y la discriminación por razones de orientación sexual, identidad y expresión de género diversa, OSIEG, se propaga más allá de los muros del hogar. Ya que puede darse en las calles, plazas, centros comerciales, colegios, universidades y en cualquier lugar, sin que, en general, las comunidades lo consideren llamativo.
La pandemia de violencia de género en nuestros territorios es de tal magnitud, aún en este tiempo de emergencia por COVID-19, que las violaciones, los abusos, el acoso, la transfobia, el feminicidio y la inequidad se han vuelto parte de nuestra cotidianidad. Y, peor aún, a veces no somos conscientes de los procesos sociales que facilitan estos fenómenos y los sostienen. Por lo cual, se hace necesario develar cómo todos estos actos de violencia son peldaños de una compleja trama que garantiza su regeneración permanente y las mantiene en la sociedad.
Ahondar sobre las exclusiones y violencias que constituyen parte de la experiencia de la vida de las mujeres LBTIQ+ puede permitir el desarrollo de propuestas y estrategias para su erradicación. En este sentido, la organización feminista Fondo Lunaria nos propone una investigación que busca “visibilizar aquellas historias de jóvenes LGBTIQ+ que se quedan en el olvido, y escuchar la voz de quienes son silenciadas por sus decisiones de vida”.
Bajo el título “La gente me señala”, este estudio eligió como población de trabajo a las jóvenes LGBTIQ+ ya que consideran fundamental resaltar las particularidades que viven estas personas. “A partir de la voz de las mujeres jóvenes se deben construir agendas políticas que transformen las realidades desiguales que experimentan en medio de su diversidad”, destaca la investigación.
Entre los relatos identificados se evidenció la importancia de las historias de vida para entender de manera detallada las múltiples formas de violencia que se ejercen tanto en el espacio público como en el privado sobre los cuerpos que transgreden la heteronormatividad.
Este trabajo fue realizado en honor a Tatiana González, precursora de la primera Marcha Trans del departamento del Atlántico.
Nuestra compañera, amiga y hermana de lucha de la colectiva “Raras, no tan raras”, Tatiana González, nos dijo hasta pronto. Ella, mujer trans barranquillera de 40 años, fue la protagonista de muchos días en la vida de quienes tuvimos la gran oportunidad de compartir con ella. Con su disciplina, optimismo y determinación, Tatiana nos acercó a la realidad de las mujeres trans de la ciudad de Barranquilla y sus alrededores. Su partida nos dejó un enorme vacío, pero también las enormes ganas de seguir adelante juntas, como hermanas de una misma lucha: ¡tumbar el patriarcado! (Fondo Lunaria, 2020).
¿Qué se encontrará en esta investigación?
Este documento se divide en cinco capítulos que hacen una breve radiografía de las realidades que están viviendo las mujeres jóvenes diversas en Colombia. El capítulo No. 1 recoge experiencias de mujeres lesbianas, bisexuales y trans de la ciudad de Barranquilla, Soledad y Puerto Colombia; el capítulo No. 2 retrata las realidades de mujeres LBT de Duitama y Tunja; en el capítulo No. 3 se hace un análisis de las violencias ejercidas sobre mujeres trans de la ciudad de Manizales. El capítulo No. 4 relata cómo mujeres jóvenes LBT de la ciudad de Armenia se enfrentan cada día a las múltiples discriminaciones a que las somete el sistema. Por último, el capítulo No. 5 evidencia cómo en la ciudad de Bogotá se sostienen todas las formas de violencias y discriminaciones hacia la diferencia, aun siendo la capital del país.
Como aspecto importante se destaca que esta investigación está anclada a que las realidades de las mujeres jóvenes, relatadas por ellas mismas, y desde su propio lugar de enunciación. De igual forma, las investigadoras de este proyecto, Vivian Cuello de la colectiva Raras no tan raras; Lilith Cristancho y Jahira Quintero de Femidiversos; Vanessa Londoño y Shaira Franco, pertenecientes a Armario abierto; Cristina Rodríguez, activista de la ciudad de Armenia y Carli Castillo del Grupo de Acción y Apoyo a Personas Trans (GAAT), lograron establecer lugares importantes en la población LBTIQ+ permitiendo dar paso a tantos relatos de dolor y resistencia.
Finalmente, Caribe Afirmativo manifiesta su apoyo en la elaboración de estudios que permitan identificar las violencias que son ocasionadas por imaginarios prejuiciosos en torno a juicios que se tienen sobre el ser mujer, la orientación sexual, identidad y expresión de género diversa, y la juventud, así como la falta de garantías estatales para denunciarlas.
Te invitamos a leer y compartir esta investigación.