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Recrudecimiento de violencia contra las personas trans en Colombia. 

Entre los índices de violencia contra personas trans ocurridos durante 2024  destacan dos casos recientes. El primero se trata del asesinato de Dylan, un hombre trans hallado a orillas del rio Otún ubicado en el municipio de Dosquebradas, Risaralda. El segundo respecto al asesinato de Juana, una mujer trans y reconocida activista por los derechos LGBTIQ+ en la ciudad de Medelin. 

05 de noviembre de 2024. La situación de derechos humanos que enfrentan las personas trans en Colombia ha sido históricamente compleja y sigue enfrentando desafíos significativos con relación a los índices de violencia y mortalidad que se registran anualmente por diversos sistemas de información como el Observatorio de DD.HH de Caribe Afirmativo y el reciente GNT-OSIGEG creado por la Fiscalía General de la Nación.  

Según datos del Observatorio de DD.HH de Caribe Afirmativo durante el año 2024 se han registrado 40 asesinatos/homicidios/feminicidios de personas LGBTIQ+. No obstante es preocupante que el 55% de esas víctimas:  veintidós (22) de los casos correspondan a asesinatos de personas con experiencia de vida trans.  

Entre los índices de violencia contra personas trans ocurridos durante 2024  destacan dos casos recientes. El primero se trata del asesinato de Dylan, un hombre trans hallado a orillas del rio Otún ubicado en el municipio de Dosquebradas, Risaralda. El segundo respecto al asesinato de Juana, una mujer trans y reconocida activista por los derechos LGBTIQ+ en la ciudad de Medelin. En cuanto a los registros diferenciados por identidad de género: (20) de los asesinatos han sido adjudicados a presuntos asesinatos/feminicidios de mujeres trans y (2) asesinatos u homicidios de hombres trans o trans masculinidades.

Por otro lado, dicha contingencia amerita un llamado alarmante en perspectiva territorial pues según los registros de trans feminicidios y trans masculinicidios acontecidos durante 2024, preocupan ciertas ciudades con mayores casos reportados. En ese orden de ideas, Cali puntúa como una de las principales ciudades con mayores índices de violencia con cinco asesinatos adjudicados a personas trans. Seguidamente, se ubican Bogotá y Medellín ambas ciudades con cuatro víctimas de homicidios/feminicidios cometidos contra personas trans. No obstante municipios o ciudades como (I) Montería y Montelíbano en Córdoba (II) Tadó en Chocó (III) Flandes en Tolima (IV) Buenaventura en Valle del Cauca y (V) Bucaramanga en Santander registran al menos una víctima de violencia homicida/feminicida cometida contra personas trans. 

Al panorama anterior, se suman otras formas de violencia simbólica que parecieran invisibilizarse ante los índices de violencia trasfeminicida y transhomicida, pues se materializan en otras esferas como la participación política.  Donde diferentes líderes y representantes de partidos políticos han optado a través de diferentes estrategias y tácticas de incidencia: retroceder en las principales propuestas del gobierno nacional con respecto al reconocimiento a derechos como el acceso al sistema de salud y el derecho al reconocimiento de la identidad jurídica para personas trans en Colombia.

En ese sentido, desde Caribe Afirmativo instamos a los diferentes actores involucrados en garantizar 

escenarios en materia político/electoral a responsabilizarse sobre las diferentes narrativas y estrategias de incidencia empleadas para dilatar acciones afirmativas como la reciente Circular Trans Externa emitida por la Superintendencia de Salud y el decreto presidencial emitido por el Ministerio de Justicia Además, les instamos a responsabilizarse sobre los posibles impactos diferenciados en términos psicosociales, en condiciones de vida y seguridad que podrían surgir tras las recientes estrategias de desinformación, tergiversación e incitación al  debate nacional sobre la vidas de las personas con experiencia de vida trans.