Tres personas LGBTI han sido asesinadas este año en la capital del Atlántico.
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Estefany Stefanell Pérez (27 años), una mujer lesbiana de Barranquilla, fue asesinada el pasado 26 de noviembre, cuando departía con una amiga en el barrio Ciudadela 20 de Julio, en la localidad metropolitana de la capital del Atlántico. Cuatro hombres que se movilizaban en dos motocicletas llegaron a las 8:30 de la noche a ese lugar, y sin mediar palabra, los parrilleros le dispararon en cinco ocasiones, causándole la muerte.
La Corporación CARIBE AFIRMATIVO rechaza este homicidio, que se convierte en el tercero contra una persona LGBTI de Barranquilla en 2016, antes fueron asesinadas dos mujeres trans. “Estefany asumía abiertamente su orientación sexual, y no había recibido amenazas e intimidaciones por eso, ella asistía a los espacios de encuentros para personas LGBTI de la ciudad”, dice Wilson Castañeda, director de esta organización.
CARIBE AFIRMATIVO solicita a la Policía Metropolitana de Barranquilla, sin embargo, que tenga en cuenta si existe una relación entre su orientación sexual y el hecho violento, y exige a la Fiscalía destacada para asuntos LGBTI de la capital del Atlántico, priorizar el caso y avanzar con celeridad en esta investigación.
En la región Caribe no paran los homicidios a personas con orientación sexual e identidad de género diversas, es reprochable. El año pasado fueron asesinadas 30 lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex. Lo peor es que los casos en que las víctimas son mujeres lesbianas, son los que presentan mayores niveles de sevicia.
“Nos preocupa que el lugar de ocurrencia de los hechos es un lugar público donde es habitual el encuentro de personas LGBTI, y en 2016 casi todos los homicidios a lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex de Barranquilla, han ocurrido en espacios como estos. Pedimos a la Policía y a la Alcaldía de la capital del Atlántico, medidas de protección y prevención; y que se entienda que la violencia de género, que en esta parte del país va en aumento, también afecta a las mujeres lesbianas. Su orientación sexual las hace más vulnerable”, afirma Castañeda.