Legislación

Propuesta para el Plan de Desarrollo del Atlántico no tiene garantía para los derechos de las personas LGBT y olvida su tarea fundamental que es la construcción del plan de acción y la implementación de la política pública

7 de mayo de 2020. Desde su propuesta de Programa de Gobierno, que la llevó a acceder como la primera mujer electa como gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, asumió el compromiso de escuchar a la ciudadanía, bajo el lema “Ustedes son los que mandan”, por ello, durante los primeros meses de su mandato se realizaron, de manera descentralizada, varios grupos de trabajo con la ciudadanía para recoger propuestas para su proyecto de Plan de Desarrollo: “Atlántico para la Gente”, que por supuesto contó con la participación de lesbianas, gays, bisexuales y  trans del departamento, quienes presentaron sus propuestas.

Como resultado de ese proceso, el pasado 30 de abril la gobernadora radicó, en la Asamblea departamental, su propuesta de Plan de Desarrollo, con base en cuatro pilares: Equidad, Dignidad, Bienestar e Institucionalidad; e indicó que para lograrlo, promoverá la competitividad, generará condiciones de inclusión, aprovechará las potencialidades productivas, a través de la innovación y la sostenibilidad ambiental, y fortalecerá los mecanismos de gobernanza confiable.

Para el movimiento LGBTI del departamento este plan de desarrollo genera muchas expectativas, pues es el primero que se formula desde que se tiene política pública departamental LGBTI, aprobada en sesiones extraordinarias el 24 de de agosto de 2019.

La Política Pública como en su momento lo presentó el movimiento social, que ha sido el impulso desde fundación Sky de esta iniciativa, parte de reconocer los atributos constitucionales del derecho a la igualdad, la no discriminación y el libre desarrollo de la personalidad y recuerda las decenas de sentencias de la Corte Constitucional que invitan al Estado a garantizar los derechos de las personas LGBTI. Asume un compromiso con los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de este colectivo poblacional y propone un plan de acciones afirmativas para corregir la desigualdad.

La ordenanza  indica que se debe : a) fortalecer institucionalmente al departamento para la atención de las personas LGBTI en materia de desarrollo social, desarrollo económico sostenible, ambientes laborales inclusivos, sensibilización institucional y, bajo la tutoría de la Secretaría del interior, garantizar el cumplimiento de cada una de sus metas También  ordena la Política Pública garantizar el fortalecimiento de las organizaciones LGBT para el ejercicio de sus derechos, promover entre ellas y ellos el control ciudadano y estudiar a la posibilidad de crear una oficina que dependa de la Secretaría del Interior que se encargue de atender las necesidades de las personas LGBTI.

Si bien fueron estas mismas motivaciones y lineamientos los que se presentaron en las discusiones ciudadanas del Plan de Desarrollo en el departamento, la propuesta presentada a la Asamblea, no solo desconoce esta situación sino por la precariedad de la misma, avizora cuatro años de inacción de las acciones gubernamentales con las personas LGBTI y la omisión a una responsabilidad  legal como es la implementación de la política, pública, pues solo asumen como compromiso en un indicador socializarla, pero no es esa su labor, es hacerle un plan de acción e implementarla.

Además, metodológicamente se ubica la agenda de diversidad sexual y de género junto con grupos poblacionales, como debe ser. Cada grupo se presenta en tres dimensiones: diagnóstico, e inmediatamente, metas con indicadores y  responsables. En lo referente a  las personas LGBTI solo hay diagnóstico, al lado de los indígenas y afros, pero ni se desarrollan metas ni indicadores, solo en un apartado más abajo en referencia a derechos humanos y paz, se pone como indicador la política pública y como actividad un proceso de socialización.

En la propuesta se consiga en el artículo 15 del área de inclusión, un diagnóstico,  que además no guarda relación con la realidad de la ciudadanía LGBTI ni recoge los muchos análisis que de este tema líderes, activistas y organizaciones han hecho en el departamento. Lo que indica que: “…dadas sus particulares condiciones sociales, presentan obstáculos que en no pocas ocasiones impiden el acceso a bienes y servicios que limitan su inclusión en un contexto de mayor pluralidad, dentro de las que cabe señalar: a) escaso reconocimiento de las entidades públicas a la población LGBTI; b) insuficiente apoyo a las manifestaciones culturales de la población indígena, LGBTI y víctimas, c) insuficiente apoyo a los programas de generación de ingresos para la población indígena, afro, víctimas y LGBTI y d) insuficientes programas de turismo recreativo diverso en el Departamento del Atlántico”.

 Y, cuarenta y cuatro artículos después, en el área de paz y derechos humanos, eje 3, Artículo 59, aparece un programa que en nada tiene relación con la agenda política pública: fortalecimiento institucional a los procesos organizativos de concertación; garantía, prevención y respeto de los derechos humanos como fundamentos para la paz;  y entre ellos  hay un con un solo indicador, ala do de otros referidos a migraciones o a salud púbica que reza:  Socializar y adoptar la Política Pública de la garantía de los derechos de las personas lesbianas, gay, bisexuales, transgeneristas e intersexuales, población LGBTI, y sobre identidades de género orientaciones sexuales en el Departamento del Atlántico para la no estigmatización, bajo la responsabilidad de la Secretaría del Interior.

Esto es todo lo que “Atlántico para la gente” ofrece a las personas LGBTI del departamento. Además de ser un documento con una mala estructura programática con dificultades en el ordenamiento de sus acciones y con diagnóstico descontextualizado de la realidad, no entiende la prevalencia de las políticas públicas ni las metas, indicadores y resultados que se desprenden de esta. Y por la vinculación de implementación que les otorga la ordenanza, estarían ya dejando constancia de un incumplimiento al que debe estar atenta la Procuraduría.

Si bien es una propuesta y estos días se esperan los debates en la Asamblea y la participación ciudadana para opinar al respecto, esperamos que el aislamiento social no la silencie. sería importante que la Gobernación hiciera una corrección de inmediato y que diputadas y diputados exijan a la administración de Noguera asumir con seriedad los compromiso que emanan de las políticas públicas, sobre todo cuando son propuestas para garantizar derechos humanos y  que ambas partes entiendan que se planea para ejecutar y, por eso, no basta la buena voluntad y decir en espacios públicos que se está comprometida con la población LGBTI si no se les incluye en la planeación  y si no se ejecuta con contundencia las acciones para garantizar sus derechos. Si el Plan de Desarrollo no tiene metas claras con indicadores sostenibles y resultados concretos que respondan a las necesidades de las personas en razón de su orientación sexual, identidad y expresión de género, estos cuatro años y bajo éste gobierno Atlántico no será para las personas LGBTI.