Celebramos que desde la CIDH se destaque la importancia de la participación política de personas con experiencia de vida trans y no binaria, ya que esta no solo fortalece la democracia y la representatividad, sino que también desafía los estereotipos y la discriminación.
Foto de referencia: Gato Pardo
3 de abril de 2024. En el marco del Día Internacional de la Visibilidad Trans, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hace un contundente llamado a los Estados para que promuevan activamente la participación política de las personas trans y no binarias, para ello insta a los estados en que deben tomar medidas concretas para asegurar que sus derechos políticos sean garantizados.
Dichas medidas deben incluir garantías para que las personas trans y no binarias accedan a su derecho al voto en condiciones de igualdad, promoción del acceso a cargos públicos o de elección popular, fomento de la participación en asuntos públicos y prevención de la violencia política en su contra, asimismo, denotan como crucial garantizar su permanencia en los cargos que ejercen, protegiendo su vida e integridad en todo momento, y, que para ello se debe prevenir y sancionar cualquier forma de violencia o discurso estigmatizante dirigido hacia estas personas, especialmente en contextos electorales.
Además, la CIDH en su comunicado se compromete a colaborar estrechamente con los Estados y la sociedad civil para promover y garantizar los derechos humanos de las personas trans, no binarias y de género disidente. Ahora bien, como este impulso que nace desde la CIDH, a nivel internacional, existen distintos instrumentos legales y principios que respaldan los derechos de las personas trans y no binarias, incluyendo la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional por los Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el Convenio Relativo a la Discriminación en Materia de Empleo y Ocupación de la OIT, los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), el Protocolo de San Salvador y los Principios de Yogyakarta, no obstante la realidad para las personas trans y no binarias, en escenarios de participación política sigue siendo muy precaria.
Muestra de ello es que para las elecciones territoriales de 2023 desde la campaña de “Voto por la Igualdad” de Caribe Afirmativo, se mapearon 201 candidaturas abiertamente LGBTIQ+, de las cuales 23 fueron electas, sin embargo, solo 3 de ellas se reconocen como personas trans. Así mismo, en el marco de dichas elecciones denunciamos ciertos retos que afectaron sobre todo a las personas trans y no binarias en su ejercicio de voto, en tanto que por un lado todavía persisten dificultades para la implementación del “Voto Trans” por parte de la Registraduría Nacional del Estado Civil y el Consejo Nacional Electoral y además que la biometría electoral, como herramienta para identificar a la persona que iba a votar falló, recibimos varias denuncias sobre la desactualización de la base de datos con la que este cuenta: personas con experiencia de vida trans que ya habían realizado el cambio de alguno de los componentes en su documento de identidad; seguían apareciendo con el nombre anterior; incluso con cambios de más de cinco años de antigüedad.
Celebramos que desde la CIDH se destaque la importancia de la participación política de personas con experiencia de vida trans y no binaria, ya que esta no solo fortalece la democracia y la representatividad, sino que también desafía los estereotipos y la discriminación. Sin embargo, exigimos al país y demás Estados que con base a estas recomendaciones actúen con determinación para garantizar la participación política de personas con experiencia de vida trans y no binarias.