15 de junio de 2021. Como objetivo principal de implementar un plan de atención humanitaria primario con enfoque diferencial en derechos humanos para encontrar apoyo hacia las personas trans que ejerzan el trabajo sexual en las zonas fronterizas de Maicao (La Guajira) y Cúcuta (Norte de Santander), en medio de la tensión por la crisis sanitaria del COVID-19, nace el proceso TransHSHumanitaria con el apoyo de Fundación Triángulo y la financiación de la Diputación de Córdoba.
En este sentido, se pueden identificar tres factores que han agudizado la condición de vulnerabilidad de las personas trabajadoras sexuales LGBTI en el país. La primera es que el gobierno entrante no ha mostrado voluntad política por posicionar la agenda de la diversidad y la regularización del trabajo sexual en el territorio nacional, situación que ha contribuido a que se sigan invisibilizando las violaciones de derechos que viven las personas LGBTI, así como también las que, dentro de ellas, ejercen el trabajo sexual. En un segundo punto, se encuentra la crisis socio-política que viven la nación venezolana; este hecho ha causado un flujo migratorio sin precedentes en el país, calculando alrededor de 4 millones de personas venezolanas en condición de movilidad humana en el territorio nacional. Caribe Afirmativo, ha venido trabajando con los y las migrantes venezolanas LGBTI desde el año 2018, de estas personas la mayoría obtiene su sustento a través del trabajo informal y/o sexual, lo que ha aumentado el número de personas trabajadoras sexuales en las ciudades fronterizas y/o más grandes del país, razón por la cual se escogieron los departamentos fronterizos de La Guajira y Norte de Santander, donde el flujo migratorio de venezolanas/os es constante y se han presentados denuncias de violaciones de derechos.
En último lugar, se encuentra la crisis sanitaria a causa del COVID-19, cuyos efectos ya empiezan a repercutir negativamente en las condiciones de vida de las personas LGBTI venezolanas o colombianas que ejercen la labor sexual como medio de subsistencia para ellas y sus familias. El problema radica en que las medidas adoptadas por los gobiernos locales no han tenido en cuenta ningún tipo de enfoque diferencial que propenda por mitigar los riesgos de inseguridad alimentaria, inestabilidad económica y estrés mental & emocional que el confinamiento obligatorio podría causar sobre este grupo poblacional tan vulnerable, ya que estas personas dependen completamente de la interacción social y de estar en las calles para ganar dinero y no sucumbir ante el hambre.
En CARIBE AFIRMATIVO, desde la oficina jurídica, se han atendido y documentado casos de violaciones de derechos a personas trabajadoras sexuales, víctimas de abusos por parte de la policía nacional. Asimismo, desde diversos procesos encaminados al reconocimiento de los derechos de las personas LGBTI, se ha logrado avances en materia de derechos de las personas trabajadoras sexuales LGBTI desde una perspectiva interseccional, en municipios como Ciénaga, Montes de María, Maicao, entre otros.
Como punto importante, para alcanzar el objetivo del proceso, se realizarán jornadas de atención humanitaria que se centrarán en tres ejes:
1) Seguridad alimentaria.
2) Salud básica e higiene personal.
3) Acompañamiento psicosocial desde un enfoque de derechos humanos.
Finalmente, los contextos socio-políticos de Cúcuta y Maicao son similares en la medida en que ambos territorios son epicentros de un flujo migratorio constante para la entrada y salida de migrantes venezolanas/os no regularizados y ambos presentan un recrudecimiento de la violencia y la presencia de bandas criminales que reclaman vacíos de poder estatal. El proceso pretende atender la situación de crisis humanitaria que viven los y las trabajadoras sexuales LGBTI venezolanas y colombianas en ese contexto, las cuales resultan ser invisibles para el Estado, así como también para la sociedad tradicional. Dentro de las personas trabajadoras sexuales, se priorizarán las mujeres LBT y en especial a las trans, puesto que su situación es mucho más crítica en términos de seguridad alimentaria y asistencia sanitaria, además de que el hecho de ser mujeres trabajadoras sexuales hace que sobre ellas reposen muchos más prejuicios, ya que los HSH por motivos económicos aún gozan de cierta inmunidad social por el hecho de ser hombres.