Sin Categoría

Palabras de Instalación en Encuentro de Fiscales Destacados para Asuntos LGBT

El asesino lo atacó por la espalda. Cobarde. Rolando quedó tendido en su cama.

El tipo le siguió golpeando después de muerto y seguro se lavó las manos llenas de sangre.
Lo conocía. Conocía su casa y pudieron sentarse a tomar un café.

Habrá asistido a su funeral y lo habrá llorado. Se habrá burlado de todos,

del dolor de todos, de la rabia de todos, del miedo de todos”.

Recordando a Rolando

Queridas y queridos fiscales,  para caribe  Afirmativo es de vital importancia  seguir trabajando en el apoyo  que hacemos como sociedad civil en el proceso que ustedes desde 2014 vienen haciendo para concretar unas acciones de investigación, en materia de tipo penal, que pueda superar la aplicación del agravante penal en el articulo 58 del código y lograr un mayor efecto en el proceso investigativo relacionado con  los delitos por discriminación hacia las personas  LGBT, que permita identificar el impacto diferenciado de ésta hacia ellos y ellas, en razón de su orientación sexual, identidad o expresión de género.

En Colombia, las violencias tanto en el marco del conflicto como fuera de él, han dado cuenta de la afectación diferenciada hacia  las personas  LGBT, que aparece desde las prácticas de control territorial de los actores armados y sus proyectos moralizantes en los que  la heterosexualidad hegemónica y el patriarcado  naturalizan conductas excluyentes; hasta el crimen organizado y las expresiones de la violencia urbana que han en tenido a gays y trans entre sus principales víctimas.

Para entender esta realidad, desde la sociedad civil hemos venido  reflexionando sobre las motivaciones que  subyacen  en el contexto cultural, no solo para que existan  actos de violencia hacia las personas  LGBT, sino encontrar las razones para que esta sea validada, y en ocasiones justificada por el entramado social. Para ello, hemos  recogido la expresión de la filosofía social de “prejuicio” y  este, entendido como  “Prejuicio sexual”, en  cuanto que lo que las personas  LGBT representan, o  cree el perpetrador que  “parece representar”, son causas justificadas para  generar hacia ellos  y ellas violencia.

Los prejuicios, expresión que da cuenta de los juicios de valor que se hace la sociedad de una persona sin conocerla y que siempre son negativos; como indica María Mercedes Gómez, operan tanto de manera jerárquica como  excluyente. Jerárquica, porque en ocasiones buscan mandar un mensaje  de  reducción o  aminoramiento de la víctima, buscando que tome distancia de los demás (heterosexuales), porque lo que ella representa la pone en  minoría de condiciones, y ello valida practicas como la discriminación y la negación de derechos y excluyente, cuando el borramiento y la aniquilación de la  victima es la intensión central, y es evidenciada en  homicidios, o  actos de violencia  cargados de altos niveles de crueldad.

El prejuicio, como hecho delictivo, se infiere  en los hechos  objetivos del contexto, con expresiones tales como: sevicia, lo simbólico de la parte corporal donde se da el ataque y el numero de veces en que es impactado; los lugares o espacios donde se realiza la violencia, casi siempre  relacionados con “no lugares” o espacios de poco valor social.

Ya, en  2015, la  Comisión Interamericana de Derechos Humanos, advertía de cómo el prejuicio sexual,  es un determinante sistemático de la violencia que afecta a las personas  LGBT en Brasil, México y Colombia[1]. En el caso de nuestro país, en los informes de derechos humanos,  desde  ese mismo año, hemos dado cuenta como  más de una tercera parte de los homicidios que afectan gays, lesbianas, bisexuales y trans, están motivados por móvil prejuicioso  identificamos que: de  110  ocurridos en  2015[2],  se destacan 44%; de  108  en 2016[3], 33 % y  de  109 en  2017[4] 37%. Teniendo mayor afectación  hacia hombres gays y mujeres trans. En el caso de avances en la investigación, si bien es una tarea pendiente, en  informes de la fiscalía se ha logrado pasar de  investigar solo el 3% de los caos en  2014 para  estar cerca al  20% de los casos en  2017[5], en materia de homicidios hacia personas LGBT.

La violencia  basada en género y la  violencia en el marco del conflicto armado; son expresiones  indicadas para  leer e identificar actos de prejuicio cuando las  víctimas son las  personas  LGBT; pues,  se da una profunda relación  entre  la dominación y la subordinación  por la expresión de género, o deconstrucción que de éste que generan las personas  gays lesbianas, bisexuales y  trans; representando un ciclo de vulnerabilidad  que  esta íntimamente  relacionado a su  orientación sexual, identidad o expresión de género y las prácticas de violencia tanto  de forma jerárquica como excluyente, que se ejerce hacia ellos y ellas.

En el trabajo  realizado  de la mano con la  Fiscalía  en el territorio, hemos encontrado casos tales como: violencia  intrafamiliar, donde, cuando las víctimas son mujeres lesbianas o bisexuales, ello pormenoriza el agravante del hecho violento, relacionándolo, en la mayoría de las veces con asuntos domésticos de menor importancia; situaciones de vulnerabilidad de personas trans en situación de calle o en el trabajo sexual, que de inmediato por su expresión o identidad de género son lejos de ser protegidas, criminalizadas; o la continua ocurrencia de homicidios contra hombres gays en sus residencias, con claras expresiones de prejuicio hacia su orientación sexual, que son presentados como “delitos pasionales”, dejando a un lado  la evidencia de prejuicio que opera sobre su sexualidad.

En el trabajo que  viene realizando la  figura de Fiscales Destacados para asuntos  LGBT,  y la importancia de seguir avanzando  para la identificación de  circunstancia de mayor punibilidad  por móviles discriminatorios, hay  dos grandes retos para avanzar en la investigación de éstos crímenes:

  1. Entender la importancia del enfoque diferencial, que  desde  una atención digna y  un tratamiento adecuado que dan a los casos que llevan de personas  LGBT, hasta  la recolección de estas categorías en las metodologías de investigación; permita a fiscales y sus policías judiciales plantear entre sus hipótesis la violencia por prejuicio.
  2. Que al momento de la imputación se impute lo que se deba imputar, por ejemplo en las violencias que afectan a las mujeres en razón de su identidad o expresión de género, como las mujeres trans la posibilidad que se tipifique el feminicidio;  o en casos de violencia contra las mujeres lesbianas y  bisexuales, en razón  de su  orientación sexual, reconocer la posibilidad de un acto de feminicidio agravado.

Finalmente  creemos, en Caribe Afirmativo, que debemos seguir trabajando de la  mano  Fiscalía y sociedad civil con base a tres necesidades que nos permitirán  avanzar en el cultura de la denuncia ante los casos de violencia contra las personas  LGBT:

  1. Construir espacios pedagógicos de promoción  y divulgación de rutas de atención, con más énfasis en acciones preventivas que  sancionatorias y que permanente espacios de  educación
  2. Mejorar los niveles de formación de los y las funcionarias públicas y construir indicadores de resultado que  le permitan a la  Fiscalía no solo avanzar en  materia de consolidar las investigaciones contra las personas  LGBT victimas de violencia por prejuicio, sino garantizar  en  todas sus dependencias un  servicio integral y articulado de rutas, con enfoque diferencial que beneficie a las personas  LGBT en la garantía de sus derechos.

Fiscales y policías judiciales, Caribe  Afirmativo  seguirá acompañando su trabajo en la región. Creemos que el gran reto de investigar violencias hacia personas  LGBT, es entender que cada caso es de suma importancia y no se parece al otro, lo que pone como centro de atención la  valoración diferente a cada victima; Pues, cuando se trata de estas violencias excluyentes que sufren las personas LGBT,  más que la condena, tenemos la tarea de  saber porque ocurrieron los hechos y desentrañar la discriminación que esta detrás del perpetrador; pues  la violencia por prejuicio, más que un hecho  individual, es el reflejo de un ejercicio de desprecio social.

Agradecemos a  la Fiscalía  General de la  Nación en  Francisco y Elizabeth el creer en el trabajo mancomunado con la sociedad civil; a la  Cooperación Extremeña y a la Fundación  Triangulo de  España que nos acompañan en  éste proceso y  a ustedes Fiscales de la región  Caribe, y sus equipos de  policía judicial, que con su trabajo para reducir la impunidad aportan a que ésta sea una mejor región para las personas LGBT.

Wilson Castañeda Castro

[1] Informe  CIDH

[2] Informe de DDHH 2015. Cuerpos Excluidos, Rostros de Impunidad.

[3] Informe  de DDHH 2016.

[4] Informe de DDHH 2017

[5] Discurso de apertura  Gina Cabarcas,  Unidad de Políticas Públicas,  Fiscalía general de la  Nación. Caribe  Afirmativo, 2017.