El juzgado primero civil del circuito oral de Barranquilla revocó en las últimas horas la orden de un juez que exigía al centro comercial Buenavista, ofrecer disculpas a una joven trans en Barranquilla. Así las cosas, este jueves no se realizará ningún acto público en ese establecimiento. CARIBE AFIRMATIVO rechaza esta decisión, y espera que la Corte Constitucional sí garantice los derechos de Nomi.
El caso de Nomi Simone Orozco parece una historia de nunca acabar. El juzgado primero civil del circuito oral de Barranquilla revocó en las últimas horas la decisión de un juez que ordenó al centro comercial Buenavista I y II, y a la empresa Aseocolba S.A., ofrecer disculpas públicas a una mujer trans. El fallo se conoce justo después de que se acordara que este jueves 17 de agosto se realizaría el acto de desagravio a favor de esta joven que dicta clases de baile en varios gimnasios de Barranquilla, que denunció -por medio de CARIBE AFIRMATIVO- que el 10 de marzo una empleada que presta el servicio de aseo en ese establecimiento, le prohibió entrar al baño de mujeres.
El juzgado revocó la decisión de primera instancia después de considerar que a esta joven de 24 años, no le violaron los derechos a la igualdad, a la no discriminación y al libre desarrollo de la personalidad. El juez señala que la empleada de Aseocolba S.A. le prohibió a Nomi ingresar al baño porque en ese momento hacía limpieza, y no por su identidad de género. Llama la atención que esta decisión se tomó con base en el testimonio de la mujer que hacía aseo, y no se tuvieron en cuenta, por ejemplo, las cámaras de seguridad de ese establecimiento, que mostrarían el momento en que Nomi se acerca a la oficina de atención al cliente y un guardia de seguridad se excusa por la forma en que la sacaron de este lugar, y no por haberla discriminado.
La nueva sentencia, sin duda, desconoce los derechos de Nomi, que pensó hasta ayer que este caso se había resuelto a su favor, y ahora siente impotencia. “Si no tuviera la razón no insistiría tanto. Dejaría todo así. Recuerdo perfectamente a la mujer que dijo que no podía estar ahí, que ni siquiera miró mi cédula cuando se la entregué (en su documento de identificación aparece que su género es femenino). Es falso que me prohibieron ingresar al baño porque en ese momento se hacía limpieza, si eso fuera cierto, mi amiga tampoco hubiese podido entrar, y ella sí lo hizo, y hasta notó lo que pasaba”, afirma Nomi.
“Esperamos que la Corte Constitucional estudie el caso y por fin se reconozcan los derechos de esta joven. Queremos que se envíe un mensaje claro a todo el país sobre la importancia de los derechos de las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas”, afirma Wilson Castañeda, director de esta organización.