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La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) manifiesta su profunda preocupación respecto de la alarmante información recibida en los últimos cuatro meses (octubre, noviembre y diciembre de 2013 y enero de 2014) sobre niveles inquietantes de violencia y ataques brutales perpetrados contra personas LGBTI y organizaciones que defienden sus derechos humanos en las Américas.
En los últimos cuatro meses, la Comisión ha recibido un creciente número de informes de ataques contra organizaciones LGBTI que trabajan en el territorio. Los mismos han llegado a conocimiento de la Comisión a través de diferentes fuentes en varios Estados Miembros de la OEA. Por ejemplo, en Puerto Príncipe, Haití, una ONG LGBTI informó que su oficina fue ferozmente saqueada y que sus miembros fueron atacados físicamente, amenazados y hostigados. Los atacantes les habrían proferido agravios de carácter homofóbico y habrían robado computadoras y materiales utilizados por las y los militantes LGBTI. En Tegucigalpa, Honduras, defensoras y defensores de personas LGBTI y de personas que viven con VIH se vieron en la necesidad de cerrar su oficina a causa de ser continuamente objeto de amenazas y ataques. Durante los meses previos, integrantes de la organización habrían sido víctimas de ataques físicos, persecuciones por la calle, ataques por parte de agentes de policía y, en julio de 2013, la hija de una de las lideresas habría sido secuestrada. Otros informes señalan que, en enero de 2014, una pandilla habría ingresado violentamente en la oficina de una organización trans nicaragüense en la ciudad de Managua y habrían atacado a integrantes de la organización, robado materiales y causado daños en el lugar.
En noviembre de 2013, una mujer trans defensora de derechos humanos fue brutalmente atacada en la puerta de su casa por un grupo de hombres y mujeres en Antofagasta, Chile. En el mismo mes, un hombre trans fue abordado y atacado por un grupo de hombres, cuando se encontraba camino a participar de una actividad para recaudar fondos organizada por una ONG LGBTI en Lima, Perú.
La Comisión también manifiesta su preocupación por los obstáculos que encuentran quienes promueven y defienden los derechos de las personas LGBTI. En Monterrey, México, a una organización estudiantil LGBTI le fue denegado el permiso para operar en el campus de una universidad privada con el fin de concientizar sobre la homofobia. En Lima, Perú, una integrante del Consejo Metropolitano de Lima, quien insistía en incluir una referencia explícita a las personas LGBTI en la ley anti-discriminación, fue atacada verbalmente por otro integrante. En California, Estados Unidos, una docente fue supuestamente despedida por defender abiertamente a alumnos LGBTI que estaban siendo víctima de hostigamiento escolar (bullying).
En casos de situaciones graves y urgentes, la CIDH puede solicitar que un Estado adopte medidas cautelares para prevenir un daño irreparable a personas que se encuentren bajo su jurisdicción, independientemente de que exista un caso o petición pendiente ante la Comisión. En los años pasados, la Comisión ha otorgado 11 medidas cautelares para proteger a defensoras y defensores de derechos humanos de personas LGBTI en Estados como Belice, Honduras, Jamaica, México y Guatemala. En este sentido, la Comisión desea resaltar que las y los integrantes de organizaciones que promueven y defienden los derechos de las personas LGBTI juegan un rol fundamental en la región, tanto en el control social para asegurar el cumplimiento de las obligaciones estatales como, en general, en el proceso de avanzar hacia la igualdad para las personas LGBTI.
Adicionalmente, la CIDH recuerda que los Estados Miembros han acordado garantizar adecuada protección a defensoras y defensores de derechos humanos que trabajan en temas de violencia, discriminación y otras violaciones cometidas con base en la orientación sexual e identidad de género de las personas en las Resoluciones de la Asamblea General de la OEA AG/RES. 2504 (XXXIX-O/09), AG/RES. 2600 (XL-O/10), AG/RES. 2653 (XLI-O/11), AG/RES. 2721 (XLII-O/12) and AG/RES. 2807 (XLIII-O/13).[3]
La Comisión fue informada además que, en los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2013 y enero de 2014, al menos 58 mujeres trans habrían sido asesinadas en Argentina (2), Belice (1), Brasil (39), Chile (1), Colombia (2), Honduras (1), Jamaica (1), México (3), Perú (2), Estados Unidos (2), Uruguay (1) y Venezuela (3). Asimismo, distintos informes señalan que al menos 58 hombres gay habrían sido asesinados en el mismo período en Brasil (50), Chile (3), Cuba (1), Honduras (1), México (2) y Perú (1). Dos lesbianas y un hombre bisexual habrían sido también víctimas de asesinatos en Brasil.
Además, se han reportado ataques físicos violentos contra mujeres trans en diferentes provincias de Argentina (5), en Brasil (1), Colombia (1) y Estados Unidos (2). La Comisión también recibió información de ataques brutales contra hombres gay en Brasil (1), Chile (1), Mexico (1), Estados Unidos (1) y Uruguay (1).
La Comisión Interamericana recuerda que los Estados tienen la obligación de investigar asesinatos y otros actos de violencia contra personas LGBTI y sancionar a aquellas personas que resulten responsables. La CIDH urge a los Estados a abrir líneas de investigación que tomen en cuenta si estos asesinatos y actos de violencia fueron cometidos a causa de la identidad o expresión de género, y/o la orientación sexual de las víctimas. En términos generales, la Comisión observa que existen problemas en la investigación de estos crímenes. Al respecto, la Comisión Interamericana reitera que la inefectividad de la respuesta estatal fomenta altos índices de impunidad, los cuales a su vez propician su repetición crónica, sumiendo a las víctimas y a sus familiares en la indefensión.
En su segundo informe sobre la situación de defensoras y defensores de derechos humanos en las Américas, la Comisión enfatizó que los ataques contra líderes y lideresas o integrantes de organizaciones LGBTI genera un efecto de amedrentamiento en las defensoras y defensores y en las personas LGBTI.[4] Este miedo es exacerbado por la impunidad en que estos ataques suelen permanecer; una impunidad que sólo sirve para perpetuar dichas violaciones de derechos humanos.
La CIDH llama a los Estados Miembros a llevar adelante análisis exhaustivos de todas las hipótesis posibles sobre los crímenes cometidos contra defensoras y defensores de derechos humanos de las personas LGBTI y así establecer si el móvil de los mismos fue la actividad de promoción y defensa de derechos humanos de la víctima y a llevar registros de la violencia contra las personas LGBTI.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.