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Mujeres trans – afrodescendientes en contexto de marginación en Cartagena

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Por: Tania Duarte, filósofa de la Universidad de Cartagena. 

Cartagena de Indias, una de las ciudades más conocidas de la región Caribe colombiana, es desde sus inicios un lugar de asentamiento de personas afrodescendientes, que se encuentran constituidos en comunidades negras, palanqueras y raizales, cuenta con 1.188.044 habitantes, según el reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).

Sin embargo, el 36% de la población de la ciudad se considera negra, afrocolombiana, palanquera o raizal, según el censo del Dane de 2005, una cifra que, para académicos y activistas está muy por debajo de la realidad. Esto coincide también con una encuesta realizada por Corpovisionarios en 2011 a 1.500 cartageneros, en la cual 43% de los consultados se reconoció como afrodescendiente.

Esta situación contrasta con los procesos de exclusión que viven los jóvenes cartageneros y en especial las personas que se asumen diversas sexualmente o con diferente identidad de género a la hegemónica, que al asumir su orientación sexual no heterosexual  son expulsados y rechazados por practicar una vida sexual en contravía de una cosmovisión impuesta y patriarcal; Por eso es necesario, comprender este tipo de exclusiones que van unidas a un engranaje de factores como lo son:  la raza, el género, la sexualidad y  la diversidad sexual en un escenario de interseccionalidad en el que diferentes fuentes estructurales de desigualdad están en disputa.

Es por ello, que las frecuentes violaciones sistemáticas a los derechos humanos, basadas en identidad y expresiones del género se han reforzado como un generador constante de maltratos que somete a la población trans a torturas, malos tratos, agresiones, violaciones sexuales, crímenes de odio. constituyendo hoy en día uno de los sectores poblacionales mayormente expuesto a las desgracias de la pobreza, a los impactos de la segregación, y que hacen que no se cuente con las garantías necesarias en cuanto a la justicia de sus derechos más fundamentales. Debido a la falta de políticas públicas garantes, a una adecuación oportuna en planes de desarrollos, programas educativos con enfoque diferencial de género en espacios libre de discriminación, a la falta de programas laborales, recreativos y productivos desde distintas áreas dirigidas hacia las mujeres transgéneros.

 

Afros y diversos en Cartagena de Indias

Según el libro ‘Voces & sentidos para re-pensar la diversidad sexual y de género en el Caribe colombiano’ de la Corporación Caribe Afirmativo (2013), “es importante tener en cuenta que el Gran Caribe se ha construido con base en supuestos religiosos y en una cultura afrocaribeña fundamentados en un orden patriarcal que establece una marcada diferenciación de roles femeninos y masculinos, donde al hombre se le conceden ciertos privilegios mientras que a la mujer y aquello que represente lo femenino, por ejemplo, hombres afeminados y mujeres trans se les rechaza y subordina. De allí que se generen todo tipo de prácticas violentas por el afán de corregir prácticas que se consideran alteran el orden natural de las relaciones entre hombres y mujeres” (P.34).

Si bien, las personas que se reconocen con una identidad de género diferente a la no normativa se enfrentan desde hace mucho a una letargo histórico que los ha llevado a permanecer invisibilizados, excluidos y olvidados de una libre ciudadanía que ha hecho que no tenga un acceso directo al goce pleno de sus derechos. La situación se vuelve más caótica cuando estas misma personas hacen parte de comunidades negras, en donde el machismo tiene fuertes nexos existentes:  con la discriminación de género, a bajos niveles de escolaridad, la clase socioeconómica, la localización geográfica, el desplazamiento por el conflicto armado y personas que viven con VIH/SIDA; estas son algunas de las características discriminatorias que se encuentran lastimosamente en personas étnicamente parecida, que se siguen despreciando y discriminando entre sí, legado de la esclavización.

Por eso, la discusión de la sexualidad en terrenos étnicos raciales y de diversidad sexual, plantea la necesidad de un abordaje preponderante de una cultura de derechos que evite esos flagelos principalmente de la exclusión y estigmatización por motivos de raza, opción sexual y origen étnico. Desmarcando los vinculados de ubicarse en el orden racial entendido como “una estructura de modelos raciales y como las elecciones hechas por los individuos acerca de las identidades raciales y étnicas.” (Wade 1997:56). Es por ello, que es de suma importancia una caracterización de la situación de los derechos humanos de éstos grupos poblacionales y las garantías de que el estado les genere una plena ciudadanía de sus derechos.

Esta se hace necesaria, abordado un esquema político-social basado en una actitud cívica de manera integral, que va desde una reivindicación social de la diversidades étnicas, sexuales y de género, en donde esta sea concebida que la sexualidad sea vista como una construcción cultural e histórica, en la cual nuestra distribución social patriarcal y androcéntrica occidental ha naturalizado la heterosexualidad y el dimorfismo de género, dejando por fuera, descartando y denigrando las diversas orientaciones sexuales y las distintas de expresiones de género.

 

Trans 2Relación de la pobreza y con las identidades trans

En 2015 los países que hacen parte de las Naciones Unidas coincidieron en la necesidad de un financiamiento integral para al desarrollo, ellos adoptaron por una nueva agenda para el desarrollo sostenible y lograron 17 nuevos objetivos para el desarrollo sostenible (los ODS) y 169 metas que buscan erradicar la pobreza, combatir las desigualdades y promover la prosperidad, al tiempo una mayor igualdad de género de aquí a 2030. Es decir, todos los países firmantes hicieron el compromiso de bajar el número de pobres a la mitad en sus respectivos países o en su defecto la erradicación potencial de la pobreza extrema.

Hay para quienes la pobreza es una situación o forma de vida que surge como producto de la imposibilidad de acceso o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas que inciden en un desgaste del nivel y calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable.

Sin embargo, para la población trans, quienes en muchos casos no tienen ningún tipo de oportunidades, encontrándose totalmente marginadas, sesgadas y apartadas de la sociedad, la pobreza puede significar otra cosa frente a su realidad. Aun no hay un registro o un informe, que puntualice de forma exacta la cantidad de mujeres transgéneros que se encuentran viviendo en condiciones de pobreza, ante el desconocimiento de los estamentos públicos. Es por que gran parte de esta población aún se encuentra en una situación de vulnerabilidad  triple, el hecho de ser mujer, de ser trans y debido al componente étnico racial.

Las múltiples violencias latente contra las mujeres trans, tienen ciertos matices especiales, si son parte de comunidades negras o afros, si se encuentran situadas en zonas devastadas por el conflicto armado interno, la falta de empleo, de economías inestables y poco productivas, que va de la mano con un sistema educativo ineficiente en políticas de inclusión.

Según datos del censo de 2005 (DANE, 2005), el 15,7% de la población se considera afrodescendiente, el 6.8% indígena y el 77,5% no tiene pertenencia étnica. Sin embargo, según la misma fuente, en el Caribe colombiano reside el 42,8% de la población indígena del país, es decir, un total de 596.190 indígenas. Así mismo, la población Rom de la región representa el 61,6% (2.991 habitantes) del total nacional. Finalmente, el 32% de la población afrocolombiana, equivalente a 1.380.102 habitantes, se ubica en los diferentes departamentos del Caribe.

En el informe anual sobre la situación de los Derechos Humanos de gais, lesbianas, bisexuales y transgeneristas en la región Caribe de la Corporación Caribe Afirmativo (2010), señala: “que se han configurado distintos escenarios marcados por acciones violentas provenientes del conflicto armado, la pobreza, la inequidad social, la precarización de la vida, el abandono por parte del Estado, la falta de garantías para el ejercicio pleno de derechos. Todo lo anterior ha dado como resultado un territorio estructurado en medio de la violencia: del narcotráfico, de la guerra de guerrillas y del poder paramilitar” (P. 2).

El índice de pobreza del DANE para el año 2012, los cinco departamentos más vulnerables a la pobreza son en su orden son Chocó (68,0%), Cauca (62,1%), Córdoba (60,2%), La Guajira (58,4%) y Magdalena (52,3%). Y siendo dos de ellos, departamentos de la región caribe y afectado en gran medida por el fenómeno del conflicto armado y desplazamiento forzado por identidad de género.

Sin embargo, para las mujeres trans el mercado laboral está sumergido en diversos obstáculos que van desde su documentación, sus bajos niveles educativos, las escasas ofertas de trabajos, el no desarrollo de políticas destinadas hacia ellas, la jerarquización a valores asociados a la belleza y fealdad. Que desde esta perspectiva, el mundo laboral para las mujeres trans instaura una lógica de marginalidad y exclusión sobre la subjetividad de sus identidades.

Según el libro ‘Raros y oficios: diversidad sexual y mundo laboral discriminación y exclusión’ (2003) de la corporación Caribe Afirmativo afirma: “para el/a travesti y el o la transexual el mercado laboral formal es casi una ficción, las prestaciones y demás beneficios son privilegios de otro socialmente legitimando (que incluye al gay socialmente permitido). El trabajo debe ser reinventado en la ficción del show de media noche, en las simulaciones teatrales de ser una gran cantante o un buen artista que durante unas horas lo vincula al mundo de los aceptados. El cuerpo es el lugar del trabajo, es la posibilidad de su oficio, su plasticidad supone mayor recursividad laboral, pero a su vez es el lugar del peligro, la amenaza de la mutilación y el riesgo de salir de circulación” (P. 19).

Siendo así, que las mujeres trans son quienes más sufren en la esfera laboral, por una parte, ante la falta de empleo digno con las garantías correspondientes. Y por otra parte, si en caso tal si consiguiera trabajo, seria bajo la obligatoriedad de sueldos mínimos, trabajos informales o de calles y asociados a espacios llenos de prejuicios, violencias sistemáticas y discriminación a connotaciones estéticas y de hiperfeminización.

 

Trans 3Experiencias de mujeres trans (Colectivo Trans-formando)

El colectivo Trans-formando con el acompañamiento de la Corporación Caribe Afirmativo, tiene como una de sus misiones la agrupación de distintas mujeres trans[1] de la ciudad de Cartagena de Indias, con el propósito de visibilizar, hacer incidencia, sensibilizar a la población y en especial, a otras mujeres diversas en derechos y deberes. Es por ello, nos visionamos como mujeres transgéneros empoderadas y autónomas, que reconocemos nuestras capacidades y aprovechando las oportunidades en la educación, en la esfera laboral, en su entorno social, familiar, y por supuesto en el ámbito político.

En las experiencias trans existen diversas temporalidades, algunas asumimos nuestra identidad femenina a edades muy tempranas, enfrentando al sistema de opresión sexual y de género que se vuelve contra nosotras con todas sus fuerzas, lanzándonos fuera de nuestros hogares, de nuestras escuelas, de la ciudadanía, agrediéndonos física y simbólicamente.

La reflexión a través de las experiencias, visibilidad y significados de lo que es ser una mujer trans negra en un contexto social-urbanístico como el cartagenero, es el espejo de la propia historia del feminismo, que no es otra cosa que el lento descubrimiento de que el género es una construcción cultural que revela la profunda desigualdad en virtud de la raza, la clase y la elección sexual entre hombres y mujeres. Para entender en su complejidad el feminismo, tanto en su dimensión intelectual como social, no podemos olvidar que la histórica opresión de las mujeres ha sido justificada con el argumento de su carácter natural que nos ha marcado a nosotras como mujeres en construcción.

El colectivo trans  ha dado un giro retórico e interpretativo sobre el dominio hegemónico en que ha sido concebido el cuerpo como una materia pasiva, historia y determinada biológicamente. Con apoyo de las críticas del Movimiento feminista, en mayor medida, que buscaron una nueva mirada al devenir del cuerpo convirtiéndose, éste en un repertorio estructurado y abierto a diversas posibilidades interpretativas que sirvieron en su lucha tanto teórica como política.

Pensar y repensar los cuerpos de las mujeres trans negras en Cartagena va desde una óptica de una  lucha conceptual y filosófica que el feminismo abarca, lo que puede estar relacionado también a cuestiones de resistencia. El desprecio, la marginalidad y  el rechazo de ciertos tipos de cuerpos, y su inadmisibilidad por códigos de inteligibilidad, se manifiestan en políticas y en la política, y vivir con un cuerpo rechazado y expuesto violencias físicas, verbales de ese tipo en el mundo es vivir en las regiones sombrías de la ontología.

Es por ello, que hablar de políticas de Género y Derechos Humanos se convierte en un reto a diario de sobrevivencia para esta población, que ha sido borrada en la ciudad, víctimas de la invisibilidad social y del espacios público, totalmente marcadas y subordinadas por una cultura patriarcal de exclusión, que adopta unas conductas y normas de control de los cuerpos, los cuales tienen un “deber ser” que estipula ciertos comportamientos y sataniza aquello que no encaje en dicha normatividad.

Pero al igual que algunas mujeres feministas negras lucharon por un reconocimiento y espacio dentro del movimiento feminista, hoy en día nosotras las mujeres trans somos el vivo ejemplo de un conocimiento relacionado con el entendimiento del sexo, el género, la sexualidad, los erotismos y las prácticas sexuales, entre otros, que han aportado la condición, las prácticas y las posturas políticas de lo trans.

Se empezó a generar una sensibilidad sobre cómo nos pensamos primero desde el yo cuerpo y  sus relaciones con el entorno buscando un mejor auto-cuidado. Encontramos unos cuerpos abyectos y  periféricos, que se encuentran al margen del sistema de salud, que se auto medican y se auto intervienen la figura corporal, inyectándose aceites de cocina o siliconas industriales en los senos, glúteos y piernas. Producto de la desinformación, de las ganas de hacer valer unos cuerpos que han sido negados del espacio público como resultados dichos procedimientos representan unos elevados riesgos para su salud y después de algún tiempo estos materiales fluidos van deformando el cuerpo y afectado la piel. Se trata de cuerpos que no tienen acceso a la salud en sus procedimientos de transformación corporal y  que ocupan generalmente un lugar suburbano en la ciudad y en la sociedad.

Esto hace que el construirnos, y reconocernos como mujeres en nuestros barrios,  pueblos, veredas, municipios, en todo lo largo de la región caribe colombiana  conlleve a vivir y a convivir  en gran medida, con las sátiras, el desprecio, la vulnerabilidad y asumir múltiples conflictos; experimentando condiciones extremas de malestar, represión, dolor y terror.

De mes en mes, hemos contado víctimas que son resultado de una sociedad que margina, que excluye y sataniza otra forma de ser. Que nos nombra de múltiples formas, que hace que caigamos ante la voracidad de la indiferencia, haciendo que nos nieguen las oportunidades en los espacios socioculturales,  nos dificultan y arrebatan el derecho a la salud, a la educación y la dignidad, nos obstaculizan los derechos laborales, y somos objeto de burla y  de la pobreza.

Algunas de las mujeres Transgéneros, expresaron su percepción y la manera en que les afecta no tener ciertas oportunidades, y como conciben la pobreza, y la manera en que las perjudica y sobre todo que al pertenecer a comunidades negras el impacto social es más fuerte.

¿Qué  entiendes tú por pobreza? A lo que Daleynis Rovayo, expreso: que para ella la pobreza es la falta de economía. La cual muchas no podemos pagar la universidad, una vivienda, trasporte y etc. y Priscila Pérez,  interpelo: es el vivir, porque en mi barrio, es muy pobre donde  hay mucha gente que le falta educación.

¿Cómo te afecta la pobreza en tu diario vivir?  Maura Galofre, expuso que  a la hora de movilizarme, de acceder a la educación, en la alimentación y en mi construcción como mujer trans, para acceder a mejores oportunidades, porque vivimos en una cuidad costosa. Priscila Pérez, relataba: me afecta económicamente, educativamente, a veces me toca hacer oficio en casa de familia, para sobrevivir en la cuidad que vivimos y así poder tener dinero para comer y estudios. Y por último,  Shermie Laryos comentaba, que desafortunadamente para poder sobresalir hay que tener con qué y eso es lo a muchos nos falta, porque muchas veces se carece de recursos, para poder salir adelante.

¿Sientes que siendo afro o perteneciendo a comunidades negras, estas expuestas a situaciones de pobreza? Shermie Laryos, comento que ella personalmente, no lo ve así, pero por desgracia o por racismo que aún se ve en la actualidad somos los afrodescendiente iconos de pobreza, así nos ven muchos. Pero la pobreza es como una enfermedad que ataca a todos y todas y no entiende de raza. Daleynis Rovayo, ella expuso, siento que no, las personas afros o negras son las que más trabajan personas luchadoras y humildes. Y la pobreza está en la mentalidad de cada persona, no está en lo negro, blanco, bonito, feo y etc. en cambio, Priscila Pérez cree que sí, porque vivimos en una ciudad muy racista, por ser negra nos gritan en la calle, y muchas veces no dan trabajo.

¿Qué mecanismos utilizarías tú para convertir la pobreza? Maura Galofre, manifestó que el mecanismo que utilizaría sería una educación fortalecida para generar cambios en la distribución de oportunidades equitativamente y fomentar y crear economías sostenibles para las comunidades, en que ellas puedan auto- administrase y fortalecerse internamente. Daleynis Rovayo, expreso que el mecanismo que utilizaría ella seria los derechos humanos, porque  todos merecemos los mismos derechos que los demás, ya que todos somos personas aún entre las diferencias. Priscila Pérez, cree que más educación hacia los jóvenes, niños y hacer proyectos en las grandes empresas de la cuidad, implementar más empleo, sin importar que la gente sea negra o blanca.

[1] se va a incluir dentro de la categoría Trans a cuatro grupos: las personas travestis, las transformistas, las transgeneristas y las transexuales. Cada grupo de estas personas puede tener expresiones singulares en torno a sus procesos de identidad sexual, identidad de género, erotismo y prácticas sexuales. Estos grupos no deben entenderse como personas que se ubican en una linealidad del tránsito de lo masculino a lo

femenino o viceversa, ya que no existe la determinación de transitar completamente de una vía a otra, sino que de hecho, la mayoría de las veces existen ambigüedades dentro de cada una de esas categorías planteadas.