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Mujer Trans gana tutela contra el periódico El Heraldo por criminalización de su identidad de género

En primera instancia Juzgado en Barranquilla, falló una tutela a favor mujer trans ante un caso de una noticia ampliamente transfóbica y  ofensiva contra ella en una publicación de El Periódico El Heraldo

14 de julio de 2021. El día lunes 12 de junio el Juzgado Primero Civil del Circuito Oral de Barranquilla falló a favor de Sharit Alexandra, una mujer trans cuyos derechos fundamentales a la dignidad humana, la honra y el buen nombre fueron vulnerados por el periódico El Heraldo de Barranquilla y el diario Al Día.

La noticia publicada data del 03 de mayo del presente año en el portal digital del periódico y su ejemplar impreso. Allí se le tilda de ladrona haciendo uso de su nueva modalidad de atraco; y por otro lado el fallo de tutela reconoce que si se transgredió con la garantía de rectificación de la información los días 3 y 5 de mayo de 2021. Dicho de otro modo, en la narrativa de la noticia del Heraldo se criminaliza la identidad de género de Alexandra y se asocia al prejuicio de que por ser una mujer trans es una delincuente.

Así las cosas, esta publicación se replicó en redes sociales y en varios medios de comunicación que a nivel global no sólo revictimizan a las mujeres trans si no que aumentan el prejuicio hacia ellas. Alexandra llamó al Heraldo y también intentó comunicarse a través de correos electrónicos con los periodistas y sin embargo nunca fue atendida y los medios no indagaron sobre su versión de los hechos, y en ningún caso la contactaron a ella para tener claridad de lo ocurrido y comprobar la veracidad de la  información contenida en esa nota. De ahí que dicha noticia careciera de investigación y solo fuese antelación al aumento de una serie de violencias que Alexandra vivió posterior a esa publicación.

Luego de la difusión de la nota y el impacto que tuvo a nivel mediático, Alexandra  fue víctima de desplazamiento forzado, debido a que se vio obligada a abandonar su hogar aquí en Barranquilla, por las continuas amenazas y agresiones que vivió a causa de esa nota,  en particular porque en su barrio su comunidad inmediata empezó a señalarla. Recibió múltiples agresiones a través de redes sociales y en una ocasión fue víctima de agresiones físicas. Los últimos meses ella estuvo en diferentes ciudades del país buscando seguridad y refugio en lo que se calmaba la situación en Barranquilla.

Estas amenazas estuvieron motivadas porque El Heraldo difundió su imagen, la revictimizó y vulneró ocasionando que su rostro fuera identificado fácilmente y en consecuencia sus redes sociales. De ahí que para los agresores fuese sencillo acceder a sus perfil en las redes, insultarla y en otros casos ubicar su residencia en Barranquilla, la de su familia y hostigarla de manera reiterativa y violenta. Es importante mencionar que Alexandra no tiene antecedentes penales, ni disciplinarios y en ese orden de ideas, el señalamiento que hace el periódico, que la estigmatiza como “delincuente”, no tiene ninguna prueba ni fundamento.   Las amenazas y hostigamientos que vivió también alteraron su salud mental, esto le provocó ansiedad, insomnio y la sensación de vivir en alerta constante con el miedo de que le pasara algo, como también quebraron abruptamente su proyecto de vida y su tranquilidad.

Los medios de comunicación tienen una alta influencia en la sociedad,  por esta razón poseen la facultad de  poder transformar paradigmas e impactar en el inconsciente colectivo de las personas, de ahí que tengan una responsabilidad social con su audiencia y con las personas o sucesos que se convierten en los protagonistas de sus noticias. Al ser el El Heraldo un periódico con amplia trayectoria a nivel regional y nacional y con gran difusión en redes sociales y en su plataforma digital esta publicación no sólo vulneró los derechos fundamentales de Alexandra si no que incrementó los prejuicios contra las mujeres trans y legitimó la violencia contra ellas.

Alexandra describe como sus compañeras trans que se desempeñan como trabajadoras sexuales se sintieron estigmatizadas de manera colectiva, porque a causa de la noticia que vivió ella las personas empezaron a asociarlas con negocios ilícitos y a tildarlas de delincuentes. No es la primera vez que ocurren estos hechos, el año pasado Caribe Afirmativo acompañó el caso de una mujer trans que señalaron de querer robar en un bus de servicio público, pero en el proceso la víctima desistió de continuar con la demanda, situación que es usual en la mayoría de los casos, ya que las mujeres trans temen acudir a la institucionalidad porque son revictimiazadas en el proceso y la vulneración de sus derechos no es reconocida ni reparada.

El Heraldo como medio de comunicación reconocido y tradicional de Barranquilla envió un mensaje simbólico y nocivo de que “todas las mujeres trans son ladronas” y en ese orden de ideas ningún medio de comunicación, ni con autorización de la policía no tiene la responsabilidad de realizar un perfilamiento criminal de una persona, en este caso de una mujer trans porque esta criminalizando su identidad de género y como lo resuelve la sentencia vulnerando su derecho al buen nombre, la dignidad humana, la honra, la igualdad y la no discriminación e identidad.

Ante este fallo el periódico decidió no impugnar la decisión del juzgado y acatar la decisión jurídica y en un plazo máximo a 48 horas reparar el daño provocado a Sharit Alexandra, quién desea que la noticia salga en primera plana y allí se reconozca su error y el periódico se retracte de la nota publicada y le pida disculpas públicas por las consecuencias y situaciones de vulneración de derechos que provocó esta situación en su cotidianidad, desde el desplazamiento forzado, la situación de su salud mental y la estigmatización hacia las personas trans y principalmente mujeres que se desempeñan como trabajadoras sexuales.

Desde la publicación de la noticia Caribe Afirmativo ha acompañado en el proceso jurídico y la atención psicosocial a Alexandra, es nuestro compromiso defender los derechos de personas LGBT y de mujeres trans colombianas y en situación de movilidad humana que son vulneradas en el caribe colombiano, principalmente porque para febrero de este año ya han ocurrido 5 feminicidios de mujeres trans en todo el territorio nacional. Además, durante este primer semestre del año los hechos de violencia contra personas con una orientación, identidad o expresión de género diversa han aumentado considerablemente y en todos los casos se trata de una violencia por prejuicio, motivada por estas creencias arraigadas e imaginarios discriminatorios contra las personas de un sexo género diverso, que en su gran mayoría son fomentados por la estigmatización que deviene de los medios de comunicación y el tratamiento que le dan a las noticias donde las personas LGBT son protagonistas.

“No todas las mujeres trans somos agresivas, la sociedad nos condenó a ser putas o peluqueras y merecemos respeto hacía nuestros derechos humanos”, estas son las palabras de Alexandra, quién finalmente expresa que el reconocimiento de sus derechos por parte de la justicia es casi que uno en un millón cuando de agresiones hacia mujeres trans se trata y que su caso es muestra de que si se puede acceder a la justicia y exigir una reparación integral por los daños cometidos.

Sin embargo, el día de hoy el periódico El Heraldo publicó la nota acordada de acuerdo con el consenso al que se llevó a cabo en días anteriores, de acuerdo a lo resuelto en la sentencia hecha por el juzgado. Desde el equipo de Caribe Afirmativo y desde la representación jurídica de Alexa consideramos que esa noticia no cumple la sentencia por las siguientes razones:

En primera instancia El Heraldo no reconoce su responsabilidad ante los hechos; segundo, tergiversa la versión de Alexandra, ya que el lenguaje que usan ponen en duda lo que dice la víctima, utilizando expresiones como “según ella” y además, no aceptan que ellos como periodistas no quisieron atenderla ni escuchar su versión de lo ocurrido; en tercer lugar la redacción del texto es victimizante ya que no reconoce su identidad de género, y la describen como “miembro de la comunidad LGBT” omitiendo su identidad como mujer trans; en cuarto lugar las disculpas se añaden en el último párrafo y no son contundentes ni suficientes para el grado de vulneraciones que vivió Alexandra y la secuencia de violencias que le sucedieron con motivo de la publicación de esa noticia.

Así las cosas exigimos que El Heraldo rectifique esta información y haga una nota más precisa, con un lenguaje inclusivo, desde una perspectiva de género y enfoque diferencial y que no siga replicando en el contenido de sus textos la criminalización de Alexandra, ya que esta noticia es muy similar a la primera, pues el medio no reconoce su responsabilidad si no que se mantiene en la estigmatización e insinúa que ella sigue siendo responsable de los crímenes que ahí se mencionan. Dicho de otro modo, el contenido de esta noticia no es solo una total falta de respeto con la víctima , si no también una violación a sus derechos humanos como mujer trans, en especial porque no dimensiona el daño colectivo y prejuicioso que estos contenidos hacen con poblaciones que históricamente han sido vulnerables y cuyas violencias en la mayoría de los casos son legitimadas por la sociedad.