28 de agosto de 2020. En Colombia, durante agosto, se celebra el mes del adulto mayor LGBTI, esta fecha permite seguir un campo interesante en la diversidad sexual y visibilidad en la sociedad; este mes busca mejorar la calidad de vida y fortalecimiento en conocimientos como autoestima, autoimagen, autonomía y autocuidado. Hoy en día esta aceptada la tendencia de orientación sexual, pero ¿Qué pasa con el adulto mayor LGBTI? , son pocos los que se atreven a vivir su sexualidad con total libertad, por los prejuicios y estigmas que aún se mantienen en nuestra sociedad.
Es de total importancia el acompañamiento que se le debe brindar al adulto mayor LGBTI, ya que permite el fortalecimiento de la visión de sí mismo, las ideas desosiegas ante la sociedad, y a su vez permite un llamado para que las familias integren y valoren a los adultos mayores LGBTI. Por ello es indispensable abrir más espacios en los que la población pueda aumentar y explorar sus conocimientos, sus capacidades y habilidades. No obstante en esta etapa de la vida se relacionan las condiciones de vida con factores tales como soledad, desempleo, abandono, distancia familiar, situaciones de precariedad y una vida económica precaria.
Existen diferencias a raíz de los impactos de vida en la vejez LGBTI a causa de la identidad de género y la orientación sexual. Por eso es necesario promover actitudes positivas además del apoyo incondicional a la sociedad en general, en el cual una persona mayor de edad LGBTI adquiera y pueda desarrollar capacidades de hacer o ser sin ningún impedimento. ¿Qué impide desarrollar esas capacidades? Las teorías de la otredad quieren explicar por qué se llega a discriminar y perseguir a una persona o a un grupo de ellas por el aspecto físico, por la orientación sexual, por las convicciones políticas o religiosas, por provenir de otro ámbito geográfico o por carecer de recursos económicos. Uno de los efectos de esta opresión es la invisibilización, el «rechazo de la existencia legítima y pública, especialmente por el derecho» (Bourdieu, Pierre 2007 141:143).
La visión del mundo en la que se vive actúa con prejuicios, en la cual gran cantidad de los actuales adultos mayor LGBTI, tienden a vivir separados de sus familias biológicas y en probabilidad no tienen hijos, razones por las cuales cuentan con menos probabilidades de acceder a ese apoyo social intergeneracional, tan necesario en la vejez. Pero sí pueden tener fuertes redes de apoyo de una «familia de amigos», pero estas tienden a estar formadas por personas de edades similares, cuando en la edad avanzada se necesiten más cuidados y apoyos, lamentablemente le resultará más difícil a esa «familia» poder proporcionarlo. Esto significa que en su mayoría las personas adultas mayores LGBTI cuentan más con apoyo social formal y de apoyo de cuidadores más que de sus propias familias, caso en el cual aquellos que han vivido en pareja y uno de los dos miembros fallece, es por este motivo que se espera por su parte una vejez complicada al no tener o contar con una familia directa.
Según el psicólogo Marcelo Cárcamo, aquellos años fueron traumáticos para la comunidad LGBTI. Y probablemente ese trauma es lo que genera “que personas que hoy están en la tercera edad tengan una tendencia a esconderse o llevar una vida más solitaria. Muchas veces son ellos mismos los que tienen un rechazo hacia su orientación sexual cuando envejecen por todo lo que les tocó vivir”.
Actualmente en este tiempo de pandemia se ha agudizado la situación del adulto mayor LGBTI por eso desde Caribe Afirmativo se crean estrategias de afrontamiento para brindar apoyo en esta etapa de vida, a través de la inclusión de las familias para mejorar el acceso integral del adulto mayor LGBTI, fomentando el autocuidado del adulto mayor LGBTI y asimismo propiciar estilos de vida saludable, ya que en su mayoría los adultos mayores LGBTI no cuentan con apoyos fructíferos para su vida y dado los casos viven solos y solas en condiciones de vulnerabilidad.