Este 8M las mujeres LBT saldremos a las calles para exigir justicia y derecho a una vida digna y libre de violencias.
7 de marzo de 2023. Desde que nacemos, las mujeres nos vemos sometidas a una crianza y trato diferencial en función de nuestro sexo-género asignado al nacer. A través del proceso de socialización de género, nos imponen la heteronorma y el supuesto rol de las mujeres, asociado a responsabilidades como reproductividad, labores de servicio, labores domésticas, labores de cuidado, subordinación, trabajo no remunerado, entre otros. Para encajar en ese rol, conforme a lógicas patriarcales, las mujeres debemos mantener una posición de inferioridad ante los hombres, desconocer o no levantar la voz para reclamar nuestros derechos y, además, ser cisgénero y heterosexuales. Si no respondemos a algunas de estas imposiciones, inmediatamente, nos volvemos susceptibles ante diferentes tipos de violencias, entre estas la exclusión y discriminación.
En el caso de las mujeres lesbianas, bisexuales y trans (LBT), nuestra orientación sexual, identidad y/o expresión de género diversa, históricamente, nos ha vuelto receptoras de todo tipo de violencias en diferentes espacios. En algunos casos —conforme al contexto cultural— estas violencias se cometen contando con aprobación y complicidad social, donde muchas personas validan estas acciones bajo el entendido de que las mujeres sexo-género diversas van en contra de lo que se considera moralmente correcto.
De acuerdo con lo mencionado, desde el Observatorio de Derechos Humanos de Caribe Afirmativo registramos que en el 2022, en Colombia fueron asesinadas 14 mujeres lesbianas, 4 mujeres bisexuales y 24 mujeres trans, para un total de 42 mujeres LBT. Por otro lado, al menos 21 mujeres lesbianas, 12 bisexuales y 8 trans denunciaron haber sido víctimas de violencia policial. Finalmente, las mujeres lesbianas recibieron 487 amenazas, seguidas de 281 amenazas a mujeres bisexuales y 95 a mujeres trans.
En cuanto a actos de discriminación, de un total de 1.314 víctimas reportadas en el 2022, 358 corresponden a mujeres lesbianas, 114 a personas con experiencia de vida trans, y 37 a mujeres bisexuales. La respuesta ante estos casos depende del impacto mediático que puedan tener, pues ante los actos de discriminación que no alcanzan este impacto las instituciones no suelen ofrecer respuestas.
Estas cifras demuestran que seguimos en una sociedad hostil para las mujeres LBT y, por eso, saldremos a las calles para exigir una vida libre de violencias en todos los espacios, donde todas —independientemente de nuestra clase, educación, edad, etnia, orientación sexual, procedencia o lugar de residencia— podamos ser libres de ser, sentir y amar. Mañana levantaremos la voz por nuestros derechos, como el derecho a usar, transitar y disfrutar el espacio público sin reservas, miedos o limitaciones por ser mujeres con orientaciones sexuales, identidades y/o expresiones de género diversas.
También saldremos a reiterarle a la sociedad que las vidas de las personas trans importan y que es necesario que en Colombia se protejan sus derechos y se rechace de manera contundente la naturalización de la violencia sobre sus cuerpos. Esta violencia que, desde sus infancias, impacta sus vidas, convirtiéndolas en objeto de discriminación, exclusión, sometimiento, instrumentalización, acoso sexual, desplazamiento forzado e incluso aniquilación, agudizándose en contextos de conflictos entre grupos armados o al margen de la ley.
Por último, entre los motivos de nuestra movilización, también está la necesidad de que se nos garantice nuestro derecho a habitar en entornos educativos libres de violencia, donde no nos sintamos constantemente susceptibles al acoso sexual y hostigamiento. En esa misma línea, también saldremos a las calles a exigir acciones integrales sobre las condiciones laborales, modalidades de contrataciones y la necesidad de políticas empresariales y organizacionales que garanticen la inclusión y el respeto hacia las mujeres sexo-género diversas.