Es preocupante que algunas personas pretendan censurar los temas sobre diversidad sexual y de género de lugares como bibliotecas públicas, impidiéndole a la sociedad el derecho a la información y educación, en este caso en sobre el movimiento y las personas LGBTIQ+.
Foto de referencia: Biblioteca de Bucaramanga
19 de enero del 2023. Hace días en el Concejo de Bucaramanga, se generó una gran controversia durante la presentación del informe de gestión de la directora del Instituto Municipal de Cultura y Turismo. El concejal del Centro Democrático, Luis Fernando Castañeda, expresó preocupación por la presencia de libros sobre orientación sexual en bibliotecas públicas. Anunció que sería necesario un debate de control político.
Tras lo expuesto, el concejal Andrés Díaz, quien se reconoce como una persona LGBTIQ+, defendió la inclusión de estos libros, argumentando que pueden guiar a las personas sexo-genero diversas y ayudar en problemas como la depresión.
“En este momento muchas personas de la comunidad LGBTIQ+ tiene depresión, a veces no cuentan con apoyo en salud mental. Hay que dejar tanto protocolo y pensar que somos algo raro para la sociedad. Yo no quise ser gay, yo nací con la condición sexual, me siento orgulloso y no le hago daño a la sociedad”, dijo el concejal Díaz.
La disputa también incluyó la intervención del concejal Carlos Parra, quien abogó por una educación sexual pertinente y enfocada en la atención a cualquier persona. Destacó que el tema debería ser tratado de manera técnica y no politizada, ya que algunos mensajes, aunque no sean expresados como odio, podrían ser interpretados de manera agresiva por quienes los reciben.
Desde Caribe Afirmativo vemos con preocupación persistan este tipo de discursos de odio que contribuyen a seguir viendo a las personas LGBTIQ+ desde el prejuicio y la discriminación.
También es preocupante que algunas personas pretendan censurar los temas sobre diversidad sexual y de género de lugares como bibliotecas públicas, impidiéndole a la sociedad el derecho a la información y educación, en este caso en sobre el movimiento y las personas LGBTIQ+. Hacerlo sería continuar incurriendo en la exclusión y marginación de las vidas LGBTIQ+, impidiendo que la sociedad se eduque sobre estos temas y rompa el ciclo de violencias contra quienes se enuncian desde la diversidad sexual y de género.