Nosotras, las organizaciones Reclamantes de la Verdad del Caribe colombiano, en aras de garantizar un enfoque territorial en la Comisión de la Verdad y bajo la premisa de que la verdad la construimos entre todos, rodeamos la candidatura Arturo Zea como comisionado en dicho órgano que buscará esclarecer hechos de violencia ocurridos en el marco del conflicto armado colombiano.
Los Reclamantes de la Verdad del Caribe somos organizaciones e individuos de la región quienes conformamos la Mesa por la Verdad del Caribe y hemos estado comprometidos desde nuestros quehaceres diarios con el esclarecimiento de la verdad, la construcción de paz y la creación de un mejor país.
Como parte de los compromisos realizados durante el primer encuentro de la Mesa por la Verdad en Barranquilla el día 27 de julio del presente año, estuvo el de abrazar una candidatura de la región; ante esto, reconociendo la importancia de que se haga efectiva la máxima de que la paz debe de ser territorial.
La región Caribe ha sufrido la violencia de forma diferencial, y por ende, no se puede pensar en el esclarecimiento de la verdad sin la cuota de una persona que conozca de primera mano la realidad de nuestros territorios, es por esto que consideramos de suma importancia a un Comisionado por la Verdad propio del Caribe.
Además, en aras de superar las practicas centralistas que tanto daño le han hecho al país a lo largo de los años, nos unimos en una sola voz, sabiendo que Arturo Zea será un buen representante de la región por su experticia en procesos de verdad y reparación a lo largo del Caribe.
Consideramos postular a Arturo Zea por su trabajo con comunidades campesinas desde el Plan Nacional de Rehabilitación en el sur de Bolívar y Montes de María desde inicios de los 90’s que permitió un ejercicio de fortalecimiento comunitario y diálogo descentralizado con el Estado en el desarrollo de planes de acción locales. Posteriormente, fue muy resaltado su liderazgo con el primer proceso de reconciliación de víctimas de Las Brisas, Mampuján y El Salado con desmovilizados del Bloque Héroes De Montes de María por más de seis años, que se constituyó en un primer ejercicio exitoso de reconciliación en el territorio.
Arturo representó todo el ejercicio transformador desde el Estado como defensor público en la época de mayor recrudecimiento del conflicto armado en Bolívar, acompañando la búsqueda de justicia y verdad de las víctimas, luego como director de la CNRR Bolívar y posteriormente como director del Departamento de Bolívar de la Unidad de Reparación Integral a las Victimas. Es de resaltar la dedicación de los últimos 30 años a la construcción de paz desde el territorio que lo hace un conocedor de primera mano de lo ocurrido en la región y una persona que por su trabajo y liderazgo se ha ganado el respaldo y la confianza de las víctimas quienes lo ven como su aliado.
Durante el primer encuentro de la Mesa por la Verdad del Caribe, los y las reclamantes de la verdad le realizamos a la CEV las siguientes propuestas:
- La CEV debe tener presencia institucional en los territorios. En ese sentido, deben crearse oficinas subregionales, que funcionen como un espacio de encuentro de organizaciones y de agentes del Estado. Estas pueden funcionar en las capitales de los departamentos, y articularse a través de enlaces con los distintos municipios.
- Esas oficinas subregionales deben organizar mesas de trabajo departamentales o subcomités departamentales, que se reúnan periódicamente. A su vez, deben organizar nodos voluntarios y grupos focales en las veredas y corregimientos más apartados, que han padecido los efectos de la violencia. En estos espacios también deben participar las organizaciones de la sociedad civil, las víctimas, las juntas de acción comunal, la academia (universidades y semilleros de investigación) y el funcionariado público. Las oficinas subregionales deben contar con enlaces territoriales, que articulen el trabajo con las víctimas, la Mesa por la Verdad y la CEV.
- La CEV deberá garantizar la participación de grupos poblacionales ampliamente afectados por el conflicto (víctimas, mujeres, grupos étnicos, personas en situación de discapacidad, personas LGBTI, sindicatos, campesinos, jóvenes, comunales, sujetos de reparación colectiva, entre otros) en los procesos de reconstrucción de la verdad territorial. En estos espacios debe garantizarse el principio de paridad.
- La CEV debe realizar un proceso de formación que permita dar a conocer sus funciones y sus planes de trabajo en los territorios.
- La CEV debe construir informes regionales, a partir de procesos amplios de participación que permitan escuchar las voces de las víctimas y representarlas de manera fidedigna, garantizando sus derechos desde un enfoque integral (que incluya acompañamiento psicosocial).
- La CEV debe rendir cuentas públicas periódicamente a la sociedad.
- La CEV debe realizar pedagogía para dar a conocer sus informes. Además, debe realizar actos simbólicos y representaciones culturales que permitan difundir ampliamente la memoria reconstruida participativa y colectivamente.
- Los informes de la CEV deben incluir las versiones y aportes de las víctimas y también de los victimarios. Las narraciones de ambos no deben ser alteradas.
- La CEV debe garantizar que en sus procesos estén integradas personas de los distintos grupos poblacionales y de los diferentes territorios del país. Además, debe garantizarse el principio de paridad.
- Los procesos de reconstrucción de verdad y memoria deben analizar y respetar el funcionamiento de los sistemas de justicia y las prácticas de solución de conflictos de grupos étnicos y comunidades en los territorios.
Esperando que nuestra voz sea escuchada y que la región Caribe tenga presencia en la CEV, reiteramos nuestro compromiso por la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición; seguiremos trabajando en nuestro día a día por un país en paz y con justicia social.
Firmantes: Reclamantes de la Verdad en el Caribe Colombiano.