La mayoría de los indígenas de esta etnia expulsan a lesbianas, gais, bisexuales y trans, por su orientación sexual e identidad de género.
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“En La Guajira el 90 por ciento de sus habitantes son indígenas wayúu, y la mayoría de lesbianas, gais, bisexuales y trans que forman parte de esta etnia, son expulsados del clan por su orientación sexual e identidad de género”, dice Edmundo Deluquez, enlace de esta población en la gobernación de este departamento, donde mataron a siete personas LGBT entre 2007 y 2014.
La corporación Caribe Afirmativo ha seguido de cerca las historias de las personas LGBT de los municipios de Uribia, Manaure, Riohacha y Maicao, y pese a que el Estado colombiano cada vez reconoce más los derechos de esta población, todavía se siguen conociendo casos de discriminación.
En Uribia, por ejemplo, un joven gay de 17 años que se viste en ocasiones con prendas femeninas, fue agredido el año pasado por sus compañeros y una profesora del colegio donde cursaba octavo grado. En este municipio, que es conocido como la capital indígena de Colombia, también hace varios meses un grupo de cristianos recorrió el pueblo con un megáfono, y le pidió a los habitantes de esta región que no asistieran a una capacitación sobre temas de género que realizaría la Alcaldía municipal.
Algunas de las personas LGBT que forman parte de la cultura wayúu se van a otros municipios o hasta de La Guajira con tal de hacer sus vidas. En Maicao, mientras tanto, ocurre otra cosa: una mujer trans denunció el año pasado que un grupo armado ilegal la obligó a cortarse el pelo, y luego la amenazaron con matarla sino dejaba de actuar como una mujer.
En Riohacha varias mujeres trans se han quitado la vida. En algunos de los colegios de Manaure y estos tres municipios los manuales de convivencia prohíben cualquier manifestación homosexual y no se permite que se hagan jornadas de capacitación sobre temas LGBT en estas instituciones.
Si en Colombia la homofobia sigue latente, en La Guajira es otra cosa. La mayoría de los wayúu no aceptan que haya personas LGBT dentro de sus clanes, es casi una ofensa para las costumbres de esta etnia, que representa al pueblo indígena más grande del país. Ojalá las cosas empiecen a cambiar ahora que la Corte Constitucional aprobó el matrimonio igualitario y la adopción entre parejas del mismo sexo, aunque los indígenas se rijan por sus propias reglas.
La discriminación, sin duda, ha sido impartida sobre todo por los arijunas, como llaman los wayúu a los que no pertenecen a su etnia, quienes por prejuicio y conductas moralistas les han enseñado a los indígenas que las personas con orientación sexual e identidad de género diversas, no podrían ser parte de ningún grupo social, ni siquiera porque fueran miembros de uno de los clanes de esta etnia.
En este departamento, sin embargo, no todo es malo. Maicao fue el primer municipio en diseñar una política pública LGBT en la región Caribe, ahí se dieron las primeras experiencias de organizaciones en pro de los derechos de lesbianas, gais, bisexuales y trans. En La Guajira, gracias a las capacitaciones de Caribe Afirmativo, se está gestando un movimiento de líderes y lideresas LGBT, que buscan que se reconozcan los derechos de esta población en la cultura wayúu, y en todo el país.