Las personas LGBTI constituyen un grupo poblacional vulnerable que ha sido históricamente discriminado y excluido en razón de su orientación sexual e identidad de género. La población LGBTI afrocolombiana, o pertenecientes a otros grupos afectados por la discriminación étnico-racial, a diario tenemos que enfrentarnos con la estigmatización y la discriminación de personas que aún no entienden que la igualdad es un derecho efectivo y no una mercancía.
Importante destacar como punto de partida que la relación entre la homofobia o la transfobia y el racismo ha sido históricamente invisibilizada en el marco de los análisis, estudios, esfuerzos de contextualización institucional, sociedad civil organizada y academia, sobre la discriminación en razón de la diversidad sexual y la raza/etnia. Generalmente la temática no es abordada desde una representación que analice la intersección entre ambas discriminaciones; aunque desde el cine se ha contribuido para que esto cobre importancia en los debates sociológicos y jurídicos actuales. A lo largo de la historia de Colombia la población Afrocolombiana, Negra, Palenquera y Raizal, en especial las personas abiertamente LGBTI dentro de estas comunidades, hemos tenido que soportar la marginación y la exclusión social de esta sociedad machista que se empeña en no reconocer que todos somos iguales.
Las personas Afrocolombianas LGBTI aportamos al desarrollo de nuestra nación y forjamos el futuro de Colombia día con día, sin embargo, esta guerra fratricida, homófoba, transfoba, el desplazamiento, la falta de oportunidades, la exclusión social, la discriminación y hasta pagar con nuestras vidas, son algunas de las dificultades que enfrentamos por exigir efectividad y reivindicación de derechos. Todo este pasado horroroso, pero con un presente prometedor y una apuesta por un futuro mejor, no son impedimentos para luchar por la reivindicación de nuestros derechos, derechos que a lo largo de la historia se nos ha sido negados.
Hay que reconocer la reivindicación de los derechos de las personas Afros y Afros LGBTI, pero aún el camino es largo, un ejemplo es el Decreto-Ley 4635 de 2011 donde se dictan medidas de asistencia, atención, reparación integral y de restitución de tierras a las víctimas pertenecientes a las comunidades Afrocolombianas; este es un avance para el reconocimiento de su identidad, como sujetos de derechos y población incluyente que son Patrimonio Cultural, Material e Inmaterial de la Humanidad. Asimismo, el Centro Nacional de Memoria Histórica, en Aniquilar la diferencia. Lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas en el marco del conflicto armado colombiano (2015), señaló que “ser LGBTI y, además, afrodescendiente o indígena, incrementa la visibilidad, los reproches y los imaginarios negativos en contra de la persona, por lo cual esta se encuentra expuesta a un mayor riesgo. También advirtió que la pertenencia étnico/racial puede agravar la situación de vulnerabilidad de la persona cuando se relaciona con un nivel socioeconómico bajo”. Para Caribe Afirmativo “poder empezar a trabajar en el reconocimiento y promoción de los derechos económicos, sociales y culturales de las personas afro LGBTI es un logro que espera continuar alimentando y articulando con otras organizaciones y colectivos que lo han hecho durante años desde la sombrilla LGBTI y/o desde la Afrodescendiente”. De igual manera, “se insta a las autoridades locales y nacionales a pensarse las políticas desde un enfoque interseccional que identifique las diferencias que hay en la misma diversidad”.
Les invitamos a seguir utilizando el #OrgullosamenteAfroLGBTI.