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Las mujeres trans tenemos derecho a una vida plena, segura y feliz

Marcha de mujeres trans

Desde las calles, las universidades, las oficinas, los hogares y todos los lugares públicos y privados, las mujeres TRANS también resistimos a las violencias y al olvido.

07 de marzo de 2023. Durante muchas décadas las mujeres trans hemos vivido persecución, violencias, agresiones y amenazas. Nos han impedido, desde muy temprana edad, reconocer nuestras identidades de género y transitar con seguridad y apoyo, obligándonos a ocultarnos y ser un secreto a voces. A lo largo de nuestras vidas hemos visto cómo muchas mujeres trans mueren y son olvidadas por atreverse a salirse de lo normativo. Algunas de nosotras tenemos días muy duros pero no nos rendimos, porque queremos seguir adelante despertando a la sociedad.

Las cosas han ido cambiando y ya podemos caminar más tranquilamente, habitando los espacios que siempre nos han sido negados. Resistimos y seguimos resistiendo: somos más y podemos afrontar nuestros problemas, buscamos ayuda y encontramos en nuestras compañeras esa red de apoyo que nos da la fuerza para seguir cada día.

Somos valientes, fuertes, tenaces, excepcionales, extraordinarias, coherentes, seguras, poderosas y una larga lista de adjetivos que opacan a las palabras necias y absurdas que nos dedican al pasar. Hemos resistido a la violencia en nuestras familias, colegios, universidades, trabajos, centros comerciales, puestos de salud, hogares y en todos los espacios a los que llegamos.

Para el movimiento trans es importante tener nuestros propios espacios donde podamos compartir entre pares, donde las discusiones que se den los podamos afrontar entre nosotras mismas, y siempre mantener ese enfoque de que somos putas, maricas, travestis, transformistas, no binarias, TRANS en todas nuestras experiencias. Necesitamos expresar lo que sentimos y dar nuestras opiniones porque todas son válidas.

Queremos que se sepa que ninguna forma de ser mujer puede ser invalidada por nadie; nadie tiene derecho a opinar sobre nuestros cuerpos, y quien lo quiera hacer que se ponga una falda, una peluca y unos tacones y empiece a vivir lo que muchas de nosotras hemos tenido que vivir durante nuestra vida, durante nuestro tránsito. Ser marica, puta, travesti, trabajadora sexual, trans en todas sus expresiones no es el camino más fácil, pero es el que hemos elegido para sentirnos plenas y felices. Las agendas trans son necesarias dentro de los feminismos para que en este país haya un cambio, una transformación y una inclusión verdadera.

LAS PUTAS, LAS MARICAS, LAS TRAVESTIS Y LAS PERSONAS NO BINARIAS SOMOS Y EXISTIMOS. ¡AQUÍ ESTAMOS Y AQUÍ NOS QUEDAMOS!