La Gobernación de Bolívar y Caribe Afirmativo, presentan la segunda temporada de trabajo de intervención artística para construir memoria con las mujeres de los Montes de María en Bolívar. Con la entrada en vigencia de la ley 1448 de 2011, las entidades territoriales se ven en la obligación de satisfacer y garantizar los derechos de verdad, justicia, reparación y no repetición a las víctimas del conflicto armado en Colombia.
A pesar de los avances en Colombia, en especial los relacionados con las sentencias de la Corte Constitucional que reconoce las consecuencias del conflicto armado sobre las mujeres víctimas particularmente, evidente en el auto 092 de 2008 y en la formulación de la nueva Ley de Víctimas, los alcances de la tragedia sobre la vida de las mujeres cobra dimensiones complejas que apenas se alcanzan a vislumbrar en sus narrativas, pero que se silencian en medio del temor y la desconfianza aún presente.
A lo largo del proceso de búsqueda de alternativas para narrar las propias historias y los eventos traumáticos, a través de la terapia artística, el arte es medio y fin terapéutico. De manera antagónica a la tragedia, se logró expresar las propuestas vitales relacionadas con la esperanza, las expectativas, los deseos, los sueños, y sobre todo la resiliencia. Como resultado se generaron piezas enmarcadas en lo que se reconoce como práctica artística, con estéticas propias del mundo de las mujeres colombianas que usan el color para enunciarse.
El proyecto estuvo orientado especialmente a mujeres para insistir con el enfoque diferencial que ordena la Ley de Víctimas, que recoge el espíritu de los autos de la Corte, en especial el del Auto 092 de 2008 que se refiere a respuestas y medidas especiales para las mujeres, porque las mujeres han tenido afectaciones especiales en el marco del conflicto armado.
Aún se desconocen las verdaderas dimensiones de los ataques sexuales por parte de los actores armados y la violencia simbólica que se permeó en ciertas zonas, en las que las mujeres accedieron a sostener relaciones con actores armados por temor o como estrategia para salvaguardar la propia vida.
Muchas de estas afectaciones han sido silenciadas y no hacen parte de las narrativas del conflicto. Han sido en general poco documentadas. El año 2011 la CNRR lo confirmó al publicar el informe sobre mujeres víctimas de la guerra en la región Caribe. Mientras los paramilitares acogidos a la Ley de Justicia y Paz niegan que los cuerpos de las mujeres hayan sido instrumentalizados en el conflicto armado, apenas se empiezan a revelar denuncias en este sentido. Muchas mujeres, sin embargo, prefieren guardar silencio por temor a ser re-victimizadas.
La reconstrucción de la memoria histórica cobra importancia en cuanto permite hacer reconocimientos auténticos a lo que las víctimas enfrentaron en el pasado y cómo lo conjugan con sus narrativas del presente. Es un proceso que rompe el silencio, recuperando testimonios relativos a las violaciones que trata el artículo 147 de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras.
Se trata de un proceso de recopilación testimonial, que intenta construir una narrativa historiográfica en la región, con enfoque diferencial, y pretende comunicar dicha narrativa a otros actores, al público en general, y a otras víctimas. El arte permite narrar los testimonios de manera simbólica y analógica, protegiendo a las protagonistas (las víctimas) de los posibles riesgos percibidos, y es el resultado de un proceso colectivo de terapia artística, que hace parte de una estrategia de intervención psico emocional que promueve las respuestas de resiliencia. Así mismo, las piezas artísticas son piezas de comunicación de gran impacto, capaz de llegar a todos los públicos, incluso a aquellos que no manejen habilidades lectoras.
El proceso, además, permite que la información recogida quede a disposición de investigadores, de otras víctimas y de los ciudadanos en general, mediante actividades simbólicas y pedagógicas que proporcionan elementos importantes al conocimiento de la historia sociopolítica de la región. En consecuencia, este catálogo no intenta ser más que un pequeño gran aporte a la memoria colectiva de nuestro territorio.
Claudia Ayola EscallónSecretaria de Víctimas y Derechos Humanos
Gobernación de Bolívar