20 de abril de 2020. Cuántas historias no serán contadas, cuántas voces habrán sido silenciadas y a quienes la violencia habrá desaparecido para dejarlas en el olvido. Estas son algunas de las preguntas que puedes hacerte al oír, de sus propias voces, las historias de siete mujeres que sobrevivieron a la discriminación, al exilio, a la violencia institucional y al estigma de ser personas trans, durante la dictadura militar en la Provincia de Santa Fe en Argentina, entre las décadas del 70 y 80.
Marcia Echenique, Carolina Boetti, Laly Rolón, Katyana Curcio, Bibiana Blasón, Ana María Escalante y Betiana Tuccio hablan sobre lo que padecieron durante ese tiempo y cómo fueron maltratadas, perseguidas, torturadas y violadas. “Las heridas están en el alma, en el corazón, en la mente”, menciona una de ellas, durante el desarrollo de un breve video de 35 minutos titulado “Finalmente reparadas. Memorias de una reparación histórica”.
Y es que ellas, después de haber luchado por años y vivir con miedo y vergüenza, pudieron acceder a una reparación histórica solo hasta el año 2018, cuando, Santa Fe se convirtió en la primera provincia de la Argentina en otorgar la pensión de reparación histórica a las mujeres trans por las detenciones sufridas durante la dictadura militar de entre 1976 y 1983.
“Nosotras estábamos solas. Éramos tratadas como delincuentes, como si fuéramos asesinas”, dicen entre lágrimas, recordando ante una cámara que registra sus gestos, sus miradas, sus movimientos, lo que vivieron durante esos años de calvario en su adolescencia y juventud, tiempo en el que muchas se dedicaron al trabajo sexual, porque en palabras de ellas “te prostituías o no podías vivir, otro medio de vida no tenías”. Muchas de ellas tuvieron que exiliarse al extranjero para poder sobrevivir y es gracias a eso, que hoy en día, pueden contar con detalles sus verdades.
Unas son actrices, peluqueras, cantantes, otras esteticistas y bailarinas, pero al final concluyen que aun así se dedicaron al trabajo sexual para poder tener una mejor calidad de vida, “por ese proceso pasamos todas”, indica una.
“Yo luché por ser quien soy yo ahora, pasé por mil cosas, pero nada me detuvo. Para mí la eterna libertad es ser una mujer trans”, destacan.
Más de 30 años han pasado y hoy con alegría han podido obtener la reparación histórica que tanto anhelaban y saber que dejan un “país con los pies en la tierra, a las chicas de hoy, a las trans de hoy”, concluyen.
Reparación a víctimas LGBT en Colombia
Aquí en Colombia, la historia no es diferente. La guerra le quitó demasiado a las mujeres trans del país y es en ella, en esa guerra, donde sus sueños fueron aplastados y destrozados, aunque muchas decidieron mirar para adelante e iniciar un nuevo comienzo, dejando atrás el dolor y el odio.
En este escenario, la Corporación Caribe Afirmativo con el apoyo de diversas organizaciones sociales y entidades no gubernamentales nacionales e internacionales iniciaron procesos para buscar la reparación de hombres y mujeres LGBT víctimas del conflicto armado en Colombia y dejar este trabajo consignado en diversos informes, que pueden leerse y consultarse física o virtualmente. Por consiguiente, desde finales del 2019, Caribe Afirmativo firmó un acuerdo de trabajo con el colectivo Crisálida y Casa Diversa Comuna 8, quienes son los primeros sujetos de reparación colectiva LGBT en Colombia, con el objetivo de trabajar en pro de la construcción de agendas que buscan compartir buenas prácticas en términos de organizaciones e incidencia política.
Crisálida es un proyecto independiente que inicio hace 7 años y que busca ayudar a la población víctima del conflicto armado. Por su parte, Casa Diversa fue conformada en 2006 y empezó a operar en 2007. Luego de una pausa de 2 años, en 2014 retomó sus acciones sociales en Villa Hermosa en Medellín. Trabajan no solamente por los que hacen parte del grupo LGBT, sino que también en pro de los afros, los indígenas y de todos aquellos con los que comparten el territorio. Actualmente son, en promedio, 15 las personas que integran la corporación, sus acciones benefician anualmente a 3.000 jóvenes de toda la ciudad.
Hay que recordar que la reparación es un derecho del que son titulares las víctimas de violaciones a sus derechos humanos. La obligación de reparar está en cabeza del Estado que, al ocurrir dichas violaciones, incumple las obligaciones de respeto y garantía que tiene a su cargo. En el marco del post conflicto, la reparación ha sido reconocida como la medida de justicia transicional que tiene como objetivo restablecer la dignidad de las víctimas.
Entre esos procesos se destacan:
– La Reparación administrativa individual, registrada en el Informe Des-Armar sexualidades, donde a través de convocatorias se obtuvieron declaraciones de victimas LGBT del conflicto armado y fueron presentadas a la Defensoría del Pueblo.
– Reparación Colectiva: En trabajo conjunto con el colectivo Crisálidas de San Rafael (Antioquia) y Casa Diversa de Comuna 8 de Medellín se firmó un convenio para la realización de talleres y capacitaciones que permitan reflexionar sobre la justicia transicional
– Creación de Guía LGBT del Carmen de Bolívar para ser presentada a la Defensoría del Pueblo.
Desde Caribe Afirmativo trabajamos por visibilizar a las y los otrxs, y mostrar la necesidad de vivir en una sociedad libre de violencias y prejuicios. A través de los estudios hemos notado que vivimos en “una sociedad que busca eliminar y borrar las diferencias, por considerarlas nocivas al orden preestablecido”, así que el trabajo que se inicia hace parte de un camino y un proceso donde cada vez más los hombres y mujeres trans se apoderan de sus derechos y cuentan con apoyos reales para enfrentar las crisis que padecen.