El lanzamiento es este sábado en Comfamiliar Barranquilla. Desde Caribe Afirmativo destacamos los apl Carnaval LGBTIQ+ a la ciudad, la región y el país. También, exponemos los retos de la ciudad en materia de garantías de derechos.
Desde 1981, en Barranquilla se lleva a cabo el Carnaval LGBTIQ+, un evento desbordado de folclor y expresiones culturales precedidas por la ciudadanía diversa y que, desde sus inicios, se ha consolidado como la primera expresión de movilización social de personas LGBTIQ+ en Colombia. Es por eso que, en cada víspera del Carnaval de Barranquilla, el Carnaval LGBTIQ+ hace su lanzamiento oficial en el cual, con colores, brillos y resistencia, se anuncia a la ciudadanía la agenda diversa de uno de los carnavales más importantes del mundo.
En esta edición del Carnaval LGBTIQ+, el auditorio Fernando Abello Londoño, de Comfamiliar Barranquilla, ubicado en la calle 48 con carrera 43-104, será epicentro de su lanzamiento. La cita es a las 7:00 p.m. y las puertas del auditorio estarán abiertas a la ciudadanía, quienes podrán tener acceso al evento de manera gratuita. En este espacio, el público podrá disfrutar de presentaciones artísticas, vestuarios, colores y muestras de resistencia LGBTIQ+ a través del arte, folclor y la cultura.
En el marco de la conmemoración de los 41 años del Carnaval LGBTIQ+, el próximo 31 de enero también se proyecta como una fecha importante en esta edición del Carnaval, debido a que, desde Caribe Afirmativo se realizará la presentación de ‘Con polleras y en tacones’, una investigación que recoge la historia del Carnaval LGBTIQ+ de Barranquilla y da cuentas de cómo este espacio ha sido un lienzo en el cual las personas sexo-género diversas pintan en el espacio público su orgullo reivindicación, dignidad y resistencia.
Aportes del Carnaval LGBTIQ+. Desde Caribe Afirmativo, en primera instancia, reconocemos el Carnaval LGBTIQ+ como un evento consagrado en la historia de Barranquilla y de Colombia como la primera movilización de personas con orientaciones sexuales, identidades y/o expresión de género diversa de la que se tiene registro en el país. Del mismo modo, es la primera manifestación pública de las personas trans en el espacio público y que, desde el año 1981, —a excepción del año 1982— se ha seguido realizando de manera ininterrumpida durante 41 años, hasta la presente.
En segundo lugar, esta manifestación artística, cultural y folclórica de personas LGBTIQ+ en Barranquilla y la región Caribe, la ciudadanía diversa ha encontrado sus propios espacios para resistir a través de la cultura Caribe, tomándose el espacio público y pintándolo de colores a manera de reivindicación y llamado a la garantía de derechos a vivir una vida digna. Estas muestras hacen parte de la memoria histórica del movimiento LGBTIQ+ en el país, puesto a que sus inicios se dan incluso antes de la primera Marcha del Orgullo en Colombia, que se llevó a cabo en junio de 1982.
Como tercer aporte, la continuidad del Carnaval LGBTIQ+ y el compromiso de personas LGBTIQ+ como hacedoras del Carnaval, ha sido un eje fundamental en la realización anual de estas fiestas que hoy se reconocen por la UNESCO como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Por último, durante más de 40 años, el Carnaval LGBTIQ+ y las expresiones de la ciudadanía sexo-género diversas ha sido un vehícilo que ha permitido incidir en la cultura ciudadana en materia reducción de prejuicios hacia las personas LGBTIQ+ y de respeto de sus derechos.
Retos pendientes. A pesar del aporte significativo de las personas LGBTIQ+ a la fiesta más importente de Barranquilla y de Colombia, la ciudad y la región sigue siendo muy hostil hacia ellas. En épocas de Carnaval hay menos violencia y mayores espacios de interacción y de servicios para las personas LGBTIQ+ y el reto es a mantenerlas, no solo en Carnaval, sino durante todo el año.
Pese a que las autoridades han acogido al Carnaval LGBTIQ+, que es reconocido como patrimonio de la ciudad, es importante que este respaldo se vea reflejado desde el la administración del Distrito debido a la necesidad de acompañar la agenda de la diversidad en lo cultural y se extendiera a demandas como garantías de seguridad, acceso a educación, trabajo y salud de este grupo poblacional que aún encuentra muchas barreras en la ciudad para su ciudadanía plena.