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La situación de derechos humanos en el Atlántico es crítica y tiende a agravarse

09 de septiembre de 2024. En carta enviada a la Defensora del Pueblo Iris Marín, con ocasión al día nacional de los derechos humanos, las organizaciones sociales del departamento le expresaron su preocupación por la violación de los derechos fundamentales, censuraron el silencio que al respecto ha guardado la entidad y anunciaron que próximamente postularán un defensor de derechos humanos para que asuma el cargo en el
departamento.

Según las organizaciones que suscriben la carta en el departamento de Atlántico es nula la interlocución
con Miguel Linero actual Defensor Regional, a quien califican como “un funcionario ciego, sordo y mudo,
sin contundencia e independencia a la hora de ejercer su función como ente de control para enfrentar los
hechos que han venido sucediendo.” Según los firmantes, “es notoria la ausencia de pronunciamientos públicos y recomendaciones a las autoridades, de parte del defensor regional, sobre la critica situación de derechos humanos en el departamento, la cual se ha pretendido invisibilizar por la dirigencia política local.”

Para las organizaciones sociales “la omisión en el cumplimiento de su actividad misional y el silencio
cómplice del Defensor Regional lo hacen responsable de la narrativa negacionista que cómodamente se
ha instalado en el departamento frente a las violencias que cada día se agravan.” Pese a sus duras criticas, las organizaciones consideran que haber elegido por primera vez a una feminista, defensora de derechos humanos como Defensora Nacional del Pueblo “es una oportunidad para rescatar la Defensoría de esa cultura clientelar que tanto daño le ha hecho a la institución.”


En la carta las organizaciones revelan a la Defensora Nacional un panorama sobre la situación de derechos
humanos del departamento, haciendo énfasis en las violencias basadas en género (mujeres – lgbtiq+);
violencias contra niños, niñas, adolescentes y jóvenes; homicidios; extorsiones; trata de personas con fines
de explotación sexual; riesgos a la vida e integridad de líderes y defensores de derechos humanos;
Desplazamiento Forzado; conflictos por la tierra y participación ciudadana.

Siendo el Atlántico un departamento rico en expresiones, manifestaciones y productos culturales,
escenario de diversidad étnica y lingüística y territorio receptor de población migrante, se requiere con
urgencia de una Defensoría que, en diálogo con las organizaciones sociales y defensoras del territorio,
propicie la defensa y promoción de los derechos culturales, concluyeron las organizaciones.

Lee la carta aquí.


Barranquilla, septiembre 09 de 2024