Imagen de referencia: El Espectador
11 de junio de 2025. El Proyecto de Ley Integral Trans (PL122C de 2024) sigue en debate en el Comisión I de la Cámara de Representantes, y reconoce lo que la ciencia médica y la ética ya han establecido: que las personas trans, incluyendo niñas, niños y adolescentes, tienen derecho a una atención en salud integral, digna, ética y basada en evidencia. Sin embargo, uno de los artículos del proyecto que busca garantizar este acceso ha sido blanco de la oposición. Por ello, desde Caribe Afirmativo queremos responder con claridad y evidencia, por qué ese artículo no solo es legítimo, sino urgente y necesario.
El enfoque afirmativo de género: evidencia, no ideología
El tratamiento afirmativo de género es una práctica avalada por décadas de investigación científica y por las principales asociaciones médicas del mundo. No se trata de “imponer” cambios ni de “medicalizar” a menores de edad: al contrario, se trata de acompañar de manera integral y cuidadosa, desde el ámbito familiar y profesional, el bienestar físico, emocional y social de adolescentes trans. Este acompañamiento es gradual, seguro y supervisado por equipos médicos multidisciplinarios (psicología, endocrinología pediátrica, pediatría y trabajo social), que evalúan caso por caso, sin decisiones apresuradas ni tratamientos forzados. Además, en etapas tempranas, lo central no es lo médico, sino el apoyo psicosocial.
Bloqueadores de pubertad: evidencia de uso responsable
Los bloqueadores de pubertad son medicamentos seguros, reversibles y aprobados desde hace décadas en la medicina pediátrica. Se usan principalmente para tratar la pubertad precoz en niñas y niños cisgénero (no trans), y solo en ciertos casos acompañan procesos de afirmación de género en adolescentes trans. Entre 2015 y 2024, de acuerdo a respuestas de derechos de petición a 28 EPS, radicados por la Representante Carolina Giraldo, se evidenciaron 58.908 autorizaciones para pausar la pubertad precoz de infancias cisgénero entre los 7 y 10 años, con un promedio anual de más de 6.500 autorizaciones. En contraste, solo 54 autorizaciones anuales en promedio para adolescentes trans entre los 12 y 14 años. No hay evidencia de uso excesivo ni descontrolado.
La evidencia es clara: acceso salva vidas
Diversos estudios científicos —como los publicados en Pediatrics, JAMA Network y Nature Human Behaviour— muestran que el acceso a tratamientos afirmativos disminuye la depresión, la ansiedad y el riesgo de suicidio en jóvenes trans. Por el contrario, las leyes que restringen este acceso han generado aumentos de hasta 70 % en intentos de suicidio entre adolescentes trans en países como Estados Unidos.
No es una decisión política, es una cuestión médica
La identidad de género no es una moda ni una ideología: es una realidad clínica reconocida por los manuales internacionales (CIE-11, DSM-5). La Ley Estatutaria de Salud (Ley 1751 de 2015) protege la autonomía médica y prohíbe interferencias externas en el ejercicio profesional. El Congreso no puede imponer criterios médicos ni restringir tratamientos aprobados por la comunidad científica.
La comunidad científica responde
Organizaciones como la ONU, la Asociación Americana de Pediatría, la WPATH, la Sociedad de
Endocrinología, entre muchas otras, coinciden en rechazar las restricciones de acceso a salud afirmativa de menores de edad. Estas agremiaciones científicas insisten en que el enfoque afirmativo
no solo es ético y necesario, sino que representa la mejor vía para proteger la salud y los derechos de
infancias y adolescencias trans, de acuerdo con su curso de vida y en armonía con el principio de autonomía progresiva.
Negar salud a adolescentes trans es negarles el futuro
Restringir el acceso de adolescentes trans a servicios de salud afirmativos no solo viola sus derechos constitucionales, sino que representa una intervención peligrosa e inconstitucional en el ámbito técnico de la medicina. Defender el PL122C es defender la vida, el bienestar y la dignidad de adolescentes trans en Colombia.