08 de junio de 2023. El presidente de Uganda Yoweri Museveni firmó el Proyecto de Ley Anti Homosexualidad de 2023, que criminaliza el hecho de identificarse como una persona LGBTIQ+. Este proyecto es una versión reforzada del Acto Anti Homosexualidad de 2014, que fue conocido popularmente “Proyecto de Ley ‘Mata a los Gays’”, detenido en ese momento por la Corte Constitucional al ser considerado anticonstitucional ya que viola varios derechos fundamentales garantizados por la carta magna del país y rompe los compromisos del gobierno en algunos acuerdos de derechos humanos internacionales.
Los actos homosexuales ya son ilegales en el país, pero la llegada de este proyecto de ley del 2023 incluye nuevas ofensas como tocar a otra persona “con la intención de cometer un acto homosexual”, declararse una persona con orientación sexual, identidad o expresión de género diversa, hablar públicamente de homosexualidad y buscar casarse con una persona del mismo sexo/género. Al criminalizar a las personas LGBTIQ+, las familias, amigas o comunidades de personas que están en relaciones del mismo sexo/género tendrían el deber de reportarlas a las autoridades.
Los castigos por identificarse como una persona homosexual en este nuevo proyecto van desde ir a la cárcel hasta la pena de muerte en casos de “homosexualidad agravada”, que incluye tener sexo con personas del mismo sexo/género menores de 14 años o mayores de 75, con una discapacidad física o mental, siendo su tutor o padre, siendo un agresor reincidente o siendo portador de “enfermedades que no tengan cura conocida”. Este último agravante estigmatiza además a las personas que viven y conviven con VIH, mientras que el agravante de personas con discapacidad niega su agencia o intención de consentir actos sexuales. Además, se agregan crímenes poco definidos como la “promoción de la homosexualidad” y eleva la condena a prisión por cualquier conducta afectiva entre personas del mismo sexo a 10 años.
Uganda es uno de los 30 países de África donde cualquier tipo de conducta homosexual es ilegal. Allí, los asesinatos de personas LGBTIQ+, especialmente activistas, son extremadamente comunes, como lo ha denunciado la organización Sexual Minorities Uganda (SMUG). Su director, Frank Mugisha, ha afirmado que este tipo de leyes anti homosexualidad son responsables directas del aumento de la vulnerabilidad de la comunidad LGBTIQ, pues legitiman los actos violentos de los que son víctimas. Los esfuerzos institucionales por acabar la homosexualidad en el país han incluido violencia física y prohibiciones de funcionamiento para las organizaciones que trabajan por las personas LGBTIQ+ como SMUG o Parents and Friends of Lesbians and Gays (PFLAG).
Caleb Okereke, periodista nigeriano, afirma que la homofobia y transfobia en África tienen profundas raíces colonialistas promovidas por grupos estadounidenses religiosos conservadores en el país como una forma de control ideológico, demostrando similitudes en el discurso que hoy maneja el Parlamento con dichos grupos. Mientras tanto, en Estados Unidos en este momento se están reactivando leyes que penalizan las identidades y expresiones de género diversas.
Organizaciones sociales y defensores de derechos humanos en el país han denunciado que la persecución a personas LGBTIQ+ es una forma de desviar la atención sobre los verdaderos problemas sociales estructurales del país. “Esta legislación profundamente represiva institucionalizará la discriminación, el odio y los prejuicios hacia las personas LGBTI -incluyendo a las personas que son percibidas como LGBTI- y bloqueará el trabajo legítimo de la sociedad civil, los profesionales de salud pública, y los líderes comunitarios” – expresó Tigere Chagutah, director para el oriente y sur de África de Amnistía Internacional.