30 de agosto de 2021. La Asamblea de las Naciones Unidas declaró hoy 30 de agosto como el día internacional de las víctimas de desaparición forzada, por este motivo es preciso reflexionar sobre cómo este crimen de lesa humanidad ha afectado a las diversidades sexuales desde una mirada internacional, aunado al contexto colombiano que está ligado al conflicto armado y a las más de 80 mil personas, que según el Centro Nacional de Memoria Histórica desaparecieron durante los años más intensos de la guerra.
La desaparición forzada es una problemática pública a nivel internacional que cubre un amplio universo de víctimas, entre ellas las personas LGBT. Mediante este delito se violan múltiples derechos, con el que agentes gubernamentales o grupos organizados implementan arresto, detención o cualquier forma de privación de libertad contra una persona o grupo determinado, ocultando el paradero y el estado de las víctimas. En Latinoamérica han surgido casos como los de Colombia en donde se registran más de 45.617 víctimas directas de desaparición forzada y aproximadamente 113.179 víctimas indirectas; así como las ejecuciones extrajudiciales, catalogadas como “falsos positivos”, del periodo 2003-2011. También se conoce la situación de México con aproximadamente 22.610 casos de desaparición forzada (Palma, 2016).
Los aspectos más comunes que se presentan en este fenómeno son cinco (Camacho (2017): Primero, la privación de la libertad mediante detención, arresto, aseguramiento, etcétera, que sería el aspecto indispensable para ser considerado un secuestro; segundo la participación del Estado, pues si bien dicho delito puede ser implementado por un grupo organizado no gubernamental, también puede tener participación directa o indirecta del Estado; tercero, el ocultamiento de la víctima, lo cual consiste en que se desconozca información sobre la ubicación de la misma, provocando no sólo que se arremeta contra su libertad sino también que se genere incertidumbre y angustia en las personas cercanas sobre el paradero de su ser querido; cuarto, la coparticipación, entendiendo que la desaparición forzada es un delito que normalmente incluye la participación de varias personas debido a su complejidad, resultando prácticamente imposible que sea implementada por una persona y finalmente la intencionalidad, que es común denominador en este delito y que lo define como un acto deliberado que tiene como objetivo último la extorsión por medio de la desaparición de las víctimas, para conseguir un propósito determinado.
Uno de los casos que marcó la historia de América Latina fue lo sucedido en las dictaduras del Cono Sur y Centroamérica en el marco de la Operación Cóndor, en el cual surgió por primera vez la desaparición forzada como problemática internacional. Dichos sucesos fueron motivados por la lucha contra el comunismo internacional, lucha que desencadenó diversas alianzas estratégico-militares auspiciadas por grupos organizados y entes gubernamentales, que se coordinaron para detener ilegalmente, torturar, asesinar, secuestrar y desaparecer a miles de personas haciendo uso de un discurso anticomunista que permitía violar la legislación internacional y cometer dichos actos victimizantes (Torres, 2019). Estos esfuerzos en conjunto eran con el objetivo de implementar un plan sistemático de detenciones ilegales, asesinatos y desapariciones de múltiples personas para erradicar el “terrorismo marxista” de la época.
Mientras un fenómeno como la desaparición forzada se va reproduciendo y desarrollando, también resultan afectadas una gama amplia de víctimas indirectas por la catalogada “limpieza social”, que tiene como objetivo restaurar el “orden social” censurando identidades que son consideradas como “peligrosas” para dicho fin. Un ejemplo de esto son las personas LGBTI en el marco del conflicto armado en Colombia. El Registro Único de Víctimas indica que en el 2020 hubo alrededor de 4.717 personas LGBTI que fueron víctimas de homicidio, secuestro, tortura, desaparición forzada, etcétera (Caribe Afirmativo, 2021), debido a que distintos grupos armados consideran que sus acciones de autonomía cuestionan su poder, poniendo a estas personas en una condición de vulnerabilidad. Es así como estos actores armados tanto legales como ilegales realizan actos victimizantes (como la desaparición forzada), aprovechando la alta vulnerabilidad de las personas LGBTI, para violentarlas y acaparar el control social y el orden establecido (Blair, 2018).
Cuando se habla de desaparición forzada de personas LGBTI no sólo hablamos de cifras, si no de la desaparición de identidades, tránsitos, orientaciones sexuales y de historias inacabadas. Desde Caribe Afirmativo, hemos documentado los relatos de personas LGBT cuyos seres queridos desaparecieron en el marco del conflicto armado y de familiares, en su mayoría padres y madres de personas gays, bisexuales, lesbianas y trans que llevan más de 20 años sin saber nada de sus hijos e hijas, y que sus desapariciones estuvieron relacionadas con una serie de violencias motivadas por prejuicio.
En Colombia se creó la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, que es una entidad del Estado, de carácter humanitario y extrajudicial que dirige, coordina y contribuye a la búsqueda de personas dadas por desaparecidas en el marco del conflicto armado y que hace parte de Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No repetición.
El pasado mes de julio, en El Carmen de Bolívar, Caribe Afirmativo y la Unidad de Búsqueda instalaron la primera Mesa Técnica Nacional conjunta para la búsqueda de personas LGBTI dadas por desaparecidas, cuyo escenario consiste en analizar y documentar la información sobre los casos de desaparición forzada de personas LGBTI en el contexto del conflicto armado y dicho trabajo se desarrolla bajo un enfoque de género.
Además, recientemente, como parte de la Alianza Voces, se lideró una convocatoria para conformar el grupo de Expertas y Expertos LGBTI, que actualmente está integrado por 5 personas de las diferentes regiones del país que busca fortalecer la participación de lideresas, líderes, activistas, defensoras y defensores de derechos humanos y personas que hacen parte de colectivas LGBTI en todo el territorio nacional para que desde sus voces, saberes y experiencias se consolide la implementación de los Lineamientos del Enfoque de Género para personas LGBTI en los mecanismos de participación y de búsqueda humanitaria y extrajudicial de las personas dadas por desaparecidas en contexto y razón del conflicto armado en Colombia.
La desaparición forzada es un crimen de lesa humanidad, usado como estrategia de guerra para reprimir, silenciar y sembrar terror en las comunidades, desencadenando una incertidumbre perpetua en quién pierde a su ser querido y no sabe nada de él. Las personas LGBTI siempre han estado condenadas al silencio, la exclusión y la invisibilización y han vivido violencias sistemáticas y legitimadas por la sociedad, especialmente en el contexto del conflicto. Por todo lo anterior, en días como hoy honramos a las víctimas y a quienes han perdido a un ser querido y desconocen su paradero, por eso desde Caribe Afirmativo no vamos a descansar ¡hasta encontrarlos!
Referencias
- Palma, C. (2016). La desaparición forzada: una verdad caleidoscópica. Desde el jardín de Freud: revista de psicoanálisis, (16), 187-212.
- Camacho, J. J. G. (2007). La desaparición forzada de personas: avances del derecho internacional. Revista Mexicana de Política Exterior, (66), 27-49.
- Torres-Vásquez, H. (2019). La Operación Cóndor y el terrorismo de Estado. Revista eleuthera, 20, 114-134.
- Blair (2018). Desaparición forzada Balance de la contribución del CNMH al esclarecimiento histórico. Panamericana Formas e Impresos S.A. Panamericana Formas e Impresos S.A.
- Caribe Afirmativo (2021). Desaparición Forzada de Personas LGBT en el Marco del Conflicto Armado. Sacado de: https://caribeafirmativo.lgbt/desaparicion-forzada-de-personas-lgbt-en-el-marco-del-conflicto-armado/