El jefe de estado anunció que, oficialmente, el general retirado estará frente a la dirección de esa entidad. Desde Caribe Afirmativo, se espera que Maldonado lleve a cabo sus funciones desde el trabajo por los derechos humanos.
Desde la posesión del presidente electo Gustavo Petro Urrego el pasado 07 de agosto de 2022 no han mermado las críticas y noticias frente al hecho histórico, por primera vez en Colombia se posesiona un presidente de izquierda. Abundan los titulares desde la primera dama y sus bailes despampanantes, los nombramientos de las y los ministros en el gabinete, hasta sobre el ingreso solidario que alguna vez recibió la hoy vicepresidenta Francia Márquez; y así, de alguna manera los medios de comunicación y la ciudadanía se encuentran vigilantes de cada cosa que sucede en el marco del gobierno que apenas empieza.
En ese sentido, desde Caribe Afirmativo ejercemos también esa veeduría en los asuntos que nos atañen como organización, desde nuestras agencias y con esa lupa de género y diversidad que merece usarse en todos los asuntos políticos del país.
Sobre el particular, se pone en contexto del más reciente nombramiento realizado por el jefe de Estado: el general retirado Jorge Maldonado como nuevo director de Migración Colombia, quien además fue jefe de casa militar en el segundo gobierno del nobel de paz Juan Manuel Santos.
De ahí, la importancia de pensarnos lo que implica que la gestión del fenómeno migratorio tan exacerbado que vive a diario el país, sea dirigida por un ex militar, máxime si se tienen en cuenta al menos dos puntos: (i). El militarismo en Colombia históricamente ha mostrado una constante de discriminación y rechazo hacia personas LGBTIQ+ y pese a que, poco a poco se suman voces activistas dentro del sector ‘defensa’, son pocas las personas que se atreven a controvertir un sistema tan cisheteronormado y patriarcal como el militar en un país como Colombia; y (ii). La dirección, gestión y administración de la autoridad nacional de migración es un cargo fundamental para lograr la regularización migratoria de los y las venezolanas que residen en el territorio nacional y que se autodeterminan como personas diversas.
Lo anterior, si lo que se quiere es poner en marcha políticas vistas desde un enfoque de género y diferencial hacia personas LGBTIQ+ de nacionalidad venezolana, quienes por un lado, viven situaciones muy peligrosas en el tránsito desde su país de origen (Venezuela) hasta el país de acogida (Colombia), y por otro; una vez atraviesan la frontera, se enfrentan a un sinfín de violencias por ser personas con una orientación sexual, identidad y expresión de género diversa.
Así las cosas, ¿qué esperamos del nuevo director de Migración?, por lo pronto, se esperaría que continúe con la implementación del Estatuto Temporal de Migrantes Venezolanos (ETPV) y en ese orden, implemente nuevas garantías de atención, registro, regularización y acceso a derechos a la población migrante, en calidad de refugiada y acogida LGBTIQ+ en Colombia, sin dejar de ver las realidades sociales de esta población.
Con lo mencionado se hace referencia a que esperamos que el nuevo director ejerza desde la lucha por la garantía de derechos humanos en los procesos migratorios y no precisamente desde el control. Esto, acogiéndose a las recomendaciones para la agenda migratoria del nuevo gobierno, realizadas desde Caribe Afirmativo y otras organizaciones que trabajan por los derechos humanos en el país.