18 de noviembre de 2019. El desplazamiento concebido como estrategia para escapar de un régimen y lograr una vida mejor es un concepto que muchos venezolanos expatriados entienden a la perfección. Las presiones de la escasez y el deseo de tener, otra vez, un plato de comida sobre la mesa, han llevado a muchos ciudadanos del vecino país a buscar un futuro mejor en tierras ajenas que, en este punto, son tan suyas como nuestras.
No es el mismo el devenir de una persona cisgénero al de una persona con orientación sexual o identidad de género diversa en busca de refugio en un país diferente al suyo. Las grandes ciudades y las mejores oportunidades existen aún menos y la salud, precaria ya para todos, se vuelve una pesadilla para quienes se encuentran en condición de VIH o en plena transición: no hay retrovirales, tampoco hormonas.
Desde el proyecto Casa de Paz se viene adelantando la iniciativa #Integra, que atiende a juventud venezolana LGBTI en condición de refugiada o asilada, se han generado espacios de encuentro en los que se busca apoyar la salud emocional de los participantes desde el punto de vista psicosocial. En este sentido se desarrolló la primera sesión de intervención de esta fase del proyecto en Ciénaga, Magdalena.
Durante la actividad, se dio la dinámica “escucha activa”, que inició con una conversación colectiva en donde cada participante intervino por lapso de 5 minutos, “la idea principal es conocer y escuchar; este primer módulo es del contexto psicosocial. el propósito de cuidar a la otra persona es el mensaje que deja la actividad”, indicó uno de los participantes. Estos talleres son herramientas de construcción de aprendizaje y de desconstrucción social.
“En la segunda parte del taller, a cada integrante se le entrego un pre test para medir la capacidad de aprendizaje o concepción de los diferentes temas a tratar, se socializó la agenda de trabajo del encuentro y de inmediato se dio paso a una actividad donde se dividieron en grupos de 5 personas, de material de trabajo se les entregó una hoja de papel y un vaso de agua, el objetivo es que deben cruzar todos juntos agarrando la hoja de papel y el vaso de agua sorteando diferente obstáculos. Todos deben agarrar la hoja no se permite que uno o dos este fuera del grupo pues deben crear una estrategia para llevar el vaso con agua hasta la meta”, comentó María Fernanda Ferrer, una de las dinamizadoras de la actividad.
Durante un sentido acto simbólico los participantes recordaron su país de origen a través de objetos que representan para ellos una parte importante de su vida en Venezuela. Las lagrimas no se hicieron esperar pues animados por los objetos los participantes hablaron de aquello que extrañan de su tierra. Este parte de la actividad representó un punto de inflexión y reconocimiento de la situación en la que se encuentra cada uno de los jóvenes que se dieron cita en Ciénaga.
De esta actividad se destaca la disposición de cada uno de los participantes, quienes no tuvieron problema con explorar emociones profundas y exteriorizarlas. Desde Caribe Afirmativo reconocemos la importancia de los espacios de catarsis, sobre todo para personas que transitan caminos que requieren de mucha fortaleza y pueden resultar en un agotamiento emocional agudo que no es beneficioso para su adecuado desarrollo en el país en el que han sido asilados o refugiados.
Esta actividad será repetida en otros territorios: El Carmen de Bolívar, Maicao, Montelíbano y Soledad. De este primer módulo se desprenderán otros que girarán en torno a los Derechos Humanos y normativa internacional, entre otros temas que pueden ser de utilidad para las personas en condición de refugio o asilo.