*La situación de la ciudadanía venezolana LGBT, concentrada mayoritariamente en los sectores más pobres de la región, es alarmante en materia de seguridad alimentaria, espacio habitacional y acceso a derechos.
En los últimos años, el alto tránsito migratorio de venezolanos y venezolanas a Colombia, entre ellos personas LGBT, ha estado motivado por la búsqueda de una mejor calidad de vida ya que no cuentan con espacios de reconocimiento de sus derechos en Venezuela. Esto último ha ocasionado que migren de forma irregular atendiendo a la falta de oportunidades históricas que han tenido por sus orientaciones sexuales o expresiones e identidades de género diversas, lo que ha dificultado su acceso al trabajo y a la ganancia de un salario digno. Además, el Estado no les ha garantizado espacios seguros y herramientas que les permitan solventar su situación de pobreza.
Lo anterior, hace que tengamos un alto incremento de ciudadanía extranjera, cuya situación precaria en nuestro país se ha visto afectada por la pandemia, escenario que ha permitido visibilizar las particularidades y vulnerabilidades específicas de las personas LGBT venezolanas, las cuales, no han sido adecuadamente analizadas, ni tenidas en cuenta, ocasionando que no se responda a esta emergencia con un enfoque centrado en la dignidad de la persona humana.
Por consiguiente, un gran número de migrantes y refugiados venezolanos han iniciado un plan de retorno a su país en la búsqueda de “mejores oportunidades”, debido a que en nuestro territorio han tenido que enfrentarse a los problemas de acceso a la salud y a la difícil situación económica, además de la gran discriminación a la que son sometidos.
Uno de los casos más preocupantes se dio hace unos pocos días cuando dos buses provenientes de Barranquilla y Santa Marta con ciudadanos venezolanos y venezolanas llegaron al corregimiento de Palomino, en Dibulla departamento de la Guajira con el fin de buscar retorno a su país de origen, pero no les permitieron el paso.
Esta situación generó incomodidad en los habitantes de la localidad, ya que aseguraban eran aproximadamente cerca de 60 migrantes que llegaron al territorio sin ningún tipo de protección, y al parecer pernoctarían en el lugar hasta encontrar la manera de llegar a Paraguachón.
El caso fue atendido de manera inmediata por funcionarios de Migración Colombia, quienes de manera conjunta con la Policía Nacional ordenaron a estas personas regresar nuevamente a las ciudades donde estaban cumpliendo con el aislamiento obligatorio. Solo dos días después se tomó la decisión de habilitar un corredor humanitario que permitió que estos y otros extranjeros que permanecían en la península y que se sumaron a la caravana, llegaran a su país de origen.
Por su parte, en un comunicado emitido por Migración Colombia, la entidad expresa que “entendiendo la situación que se ha presentado con algunos migrantes venezolanos que de manera voluntaria han manifestado su deseo de salir del país, el Gobierno Nacional, en un trabajo coordinado con los gobernadores y alcaldes, a través de la Federación Nacional de Departamentos (FND) y Asocapitales, ha coordinado unos procedimientos excepcionales para realizar el paso de personas hacia Venezuela de una manera controlada, buscando que los mismos no representen un riesgo en materia sanitaria para las comunidades”.
Por lo cual, “a través de dicha coordinación entre Gobierno Nacional, alcaldías y Gobernaciones, se busca lograr una adecuada gestión migratoria en los departamentos más impactados por dichos movimientos de salida de venezolanos como lo son Norte de Santander y Arauca, evitando que se genere un embudo migratorio en estas zonas, así como cualquier tipo de represamiento de personas que pudiese llegar a poner en riesgo la seguridad de las regiones”, señala la entidad.
Los migrantes, que quieren regresar a Venezuela, podrán trasladarse hasta la población de Paraguachón. Allí los migrantes serán entregados al personal de las autoridades de Migración de Venezuela, SAIME, entre otras autoridades migratorias del vecino país venezolano.
Ante lo expuesto, Caribe Afirmativo junto a organizaciones aliadas LGBT nos preocupamos por su llegada a Venezuela y su salud mental y física, debido a que la situación que enfrentaban como falta de acceso a medicamentos, pruebas diagnósticas del COVID-19 y alimentos, la seguirán padeciendo.
Con relación a las cifras de afectados, hasta la fecha, el Ministerio de Salud registra que el país ya cuenta con 3.233 casos de contagios por coronavirus, 144 muertos y 550 personas que se han recuperado de esta pandemia. Entre los casos de afectados por el virus se encuentran personas venezolanas. Cabe mencionar, el fallecimiento de un joven, de apenas 20 años, quien murió el pasado 12 de abril, pero tan solo hasta el 15 de abril se confirmó que su muerte fue a causa del virus. La terrible pérdida ocurrió en Barranquilla, y fue confirmada por el Secretario de Salud del Distrito, Humberto Mendoza, quien explicó que el caso del hombre proveniente de Venezuela empeoró debido a problemas cardíacos de los que también padecía.
“Esta persona también tenía una falla renal crónica y una neumonía adquirida en comunidad cuyo hallazgo radiológico sugirió sospecha para Covid-19, por lo cual se le tomó muestra positiva que confirmó el virus. A esta persona se le realizó todo el apoyo en la unidad de cuidado intensivo. Era un paciente asegurado por Cajacopi EPS”, dijo el secretario de salud Humberto Mendoza.
Se conoció además que el contagio del migrante estaba en estudio, tras haberse descartado que no fue importado ni relacionado. Se trata para Barranquilla de su tercera víctima fatal de la enfermedad que en toda Colombia ya ha cobrado la vida de más de un centenar de pacientes.
Aunque se desconoce cuál fue la atención que recibió el hoy la víctima, esta muerte llama a la reflexión del terrible grado de vulnerabilidad al que se encuentran expuestos los migrantes venezolanos, muchos de ellos expuestos en las calles tratando de buscar el alimento o simplemente sin techo donde dormir.
Finalmente, se debe garantizar las condiciones de salud y protección social teniendo enfoque diferencial a la población migrante venezolana LGBT y personas que viven con VIH, que aumenta un escalón en esta dura y empinada escalera de indiferencia a la que se enfrentan por carecer de una nacionalidad colombiana, para que estas situaciones deplorables no se sigan repitiendo. Protegernos del COVID-19 nos involucra a todos.
Asimismo, hacemos un llamado a los entes gubernamentales y agencias de cooperación nacional e internacional para que las acciones que se implementen logren tener: atención preferencial, diferencial y con adecuada atención a la población LGBT en situación de calle y dedicada al trabajo sexual, para así garantizar que todas las políticas de cooperación y mitigación de la pandemia sean incluyentes no xenófobas, ni prejuiciosas en relación con la orientación sexual identidad y expresión de género de las personas LGBT.