2 de abril de 2022. En las últimas décadas de la historia político-electoral del país, las personas LGBTI han insistido y conquistado espacios de participación política, buscando la construcción colectiva y el desarrollo de agendas con apuesta incluyente. Uno de los puntos álgidos ha sido los escenarios de toma de decisiones tales como Ministerios, Alcaldías, Concejos, Asambleas y el Congreso de la República. En el pasado, era casi imposible que personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas ocuparan los debates políticos que se daban en el centro del país, por el contrario, estaban orilladas a vivir ocultas, sus voces invisibilizadas y en las periferias.
Enhorabuena, las dinámicas políticas y electorales en el país van viendo al cambio, la muestra está el ensanchamiento del espectro democrático desde lo LGBTI; para las elecciones territoriales 2019, 26 personas abiertamente LGBTI fueron elegidas a ejercer cargos de elección popular. Esta situación es similar en las elecciones al Congreso 2022-2026 donde se registró un aumento de personas sexo-género diversas con discursos y posiciones plurales. Como consecuencia directa, se percibe una transformación en la cultura política del país y el desmontamiento de estigmas, estereotipos, prejuicios y violencias que se han materializado en la vulneración de los derechos políticos de personas con OSIGEG diversas.
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