La apertura de este espacio coincide con el día en que los miembros de las Farc se trasladan a las zonas veredales, en donde harán su tránsito a la vida civil.
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Hace más de dos meses se firmó el Acuerdo de Paz entre el gobierno y las FARC, pero hoy, 31 de enero, es un día clave para este proceso en lo que se refiere a los territorios. Más de cinco mil miembros de esta guerrilla llegarán a las zonas veredales, en donde dejarán las armas y harán su tránsito a la vida civil. Este día histórico para el país coincide con la inauguración de la cuarta Casa de Paz de Caribe Afirmativo, que quedará en Ciénaga, Magdalena. La apertura es a las 4 de la tarde en la carrera 20 número 7 – 24. Este espacio se suma a las casas de Soledad, Atlántico; Maicao, La Guajira; y El Carmen de Bolívar.
Esta apuesta de cultura ciudadana busca que las personas LGBT y la ciudadanía en general reconozcan durante la implementación de los acuerdos una oportunidad para exigir y garantizar la igualdad real y la equidad social; pues solo se conseguirá una paz estable y duradera si hay transformaciones de fondo en temas económicos, jurídicos, sociales, políticos y culturales. No obstante, es necesario aclarar que muchas veces durante las discusiones se termina olvidando u omitiendo agendas que son importantes para la sociedad civil, que es la más afectada por el conflicto, por lo que la ciudadanía tiene que hacer seguimiento constante a estos diálogos y a su implementación. Asimismo, los grupos históricamente discriminados, cuya situación se ha agravado durante el conflicto y han percibido afectaciones especiales y diferenciadas, deben velar para que la llegada del fin del conflicto sirva también para reducir la discriminación de la que han sido víctimas y para afianzar paradigmas sociales de inclusión y no violencia contra las diferencias.
El conflicto dificultó el desarrollo y fortalecimiento de los liderazgos y las formas organizativas de los sectores sociales LGBT de la región. Además, reforzó una historia de desconfianza hacia las instituciones del estado, impidiendo la presencia y participación de personas de los sectores sociales LGBT en espacios de participación y toma de decisión ciudadana. Todo esto es relevante para explicar que en Caribe Afirmativo hemos trabajado por entender las violencias desde una perspectiva regional, interesada de manera particular en promover escenarios en donde las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas, fuertemente excluidas durante el conflicto, puedan realizar acciones de interlocución e incidencia para promover espacios de inclusión y construir paz.
Para alcanzar esto, resulta indispensable dar a conocer lo que se acordó en La Habana y pensar en mecanismos para lograr que, desde los movimientos sociales y la ciudadanía, se puedan realizar acciones para conseguir que lo que se implemente sea desde una perspectiva de género y diversidad sexual.
El proceso de paz que convoca al Estado colombiano es profundamente regional, pues fueron los territorios más afectados por el conflicto armado. Para cumplir este cometido, se han creado en Colombia los Concejos Territoriales de Paz y los Planes de Paz, los primeros son entidades conformadas por ciudadanos y ciudadanas, responsables de hacer seguimiento al cumplimiento de los acuerdos en su territorio y de ser espacios de consulta de las autoridades para la implementación local de los acuerdos. En ese decreto aparece un espacio de participación para las personas LGBTI que queremos acompañar.
Para garantizar que la paz sea estable y duradera, cada ente territorial en cabeza de sus autoridades y con la participación de la sociedad civil debe formular unos planes estratégicos para la paz que se deben articular a los planes de desarrollo y a los planes de ordenamiento territorial y en esos espacios queremos incidir para que lleguen propuestas de las personas LGBT.
Esperamos entonces que las acciones cotidianas que hacemos día a día en el Caribe colombiano desde las Casas de paz, sean un aporte para consolidar la Paz.