Hacemos un llamado urgente a las autoridades locales, departamentales y nacionales para que adopten medidas inmediatas y efectivas que garanticen la seguridad de las comunidades del barrio Abajo y de otros sectores vulnerables de Barranquilla. Los hechos recientes evidencian una preocupante tendencia en la que personas inocentes se convierten en víctimas del daño colateral provocado por actos de violencia planificados por redes de crimen organizado, que operan con total impunidad en la región.
13 de diciembre de 2024. En la noche del pasado jueves 12 de diciembre, en el barrio Abajo de la ciudad de Barranquilla. La victima fue Giovanny Miguel Jimeno Betancurt, de 51 años, quien fue víctima de un ataque sicarial Este hecho, ocurrido en su propia vivienda, refleja una grave situación de violencia que afecta la tranquilidad y seguridad de nuestras comunidades.
De acuerdo con la información suministrada por las autoridades, el ataque fue perpetrado a las 8:50 p.m. por un sicario que se movilizaba en bicicleta. Giovanny, quien se encontraba en la terraza de su casa, recibió varios impactos de bala y, aunque fue trasladado a la Clínica General del Norte, falleció en la madrugada de este viernes, a la 1:45 a.m.
Rechazamos con vehemencia este acto de violencia y hacemos un llamado urgente a las autoridades locales y nacionales para que realicen una investigación exhaustiva que permita esclarecer los móviles de este crimen.
Como organización que trabaja por los derechos humanos, insistimos en la necesidad de fortalecer las estrategias de seguridad y protección en los territorios, con énfasis en la prevención de la violencia y el acceso a la justicia para las víctimas de delitos violentos. Especialmente, hacemos un llamado de atención sobre la oleada de violencia que se registra en Barranquilla y el Atlántico, en consecuencia, el riesgo al que se enfrentan todos los habitantes del departamento.
En ese sentido, hacemos un llamado urgente a las autoridades locales, departamentales y nacionales para que adopten medidas inmediatas y efectivas que garanticen la seguridad de las comunidades del barrio Abajo y de otros sectores vulnerables de Barranquilla. Los hechos recientes evidencian una preocupante tendencia en la que personas inocentes se convierten en víctimas del daño colateral provocado por actos de violencia planificados por redes de crimen organizado, que operan con total impunidad en la región. Es imperativo priorizar la protección de los habitantes, quienes se ven constantemente expuestos al temor y la incertidumbre ante la falta de garantías en su entorno.
Reiteramos que tanto la ciudad como el departamento atraviesan una crisis grave de seguridad que refleja un preocupante deterioro de las condiciones de convivencia y paz. Este escenario exige de manera inmediata una respuesta contundente y coordinada por parte de la Gobernación del Atlántico, las alcaldías municipales, y especialmente de las autoridades del área metropolitana de Barranquilla. Es crucial que estas entidades implementen acciones certeras y sostenibles para combatir las estructuras del crimen organizado, fortalecer los mecanismos de prevención y protección, y garantizar el derecho a la vida y la tranquilidad de todas las personas, sin distinción alguna.
Además, exhortamos a las autoridades a reforzar la presencia institucional en los territorios más afectados, aumentar la inversión en programas sociales que promuevan entornos seguros, y establecer canales de participación ciudadana que permitan a las comunidades ser parte activa de las soluciones. Solo mediante una acción integral y estratégica será posible enfrentar la crisis de seguridad y restablecer la confianza en las instituciones.