Este fallo marca un hito en la lucha por los derechos humanos y establece un precedente crucial para el reconocimiento de la violencia sistemática ejercida contra las personas trans en ese período oscuro de la historia del país.
13 de agosto de 2024. En un fallo trascendental, el tribunal ha reconocido formalmente los crímenes cometidos contra un grupo de mujeres trans durante la dictadura militar en Argentina como delitos de lesa humanidad. Este fallo marca un hito en la lucha por los derechos humanos y establece un precedente crucial para el reconocimiento de la violencia sistemática ejercida contra las personas trans en ese período oscuro de la historia del país.
El tribunal determinó que las mujeres trans fueron víctimas de ataques sexuales, incluyendo abuso deshonesto y violación, crímenes que forman parte de un patrón más amplio de violencia de género y represión política. Estos delitos se suman a otros graves crímenes evaluados en el juicio, como la privación ilegal de la libertad, el sometimiento a tormentos, la reducción a la servidumbre y los homicidios, todos considerados imprescriptibles por su carácter de lesa humanidad.
El fallo subraya que estos actos no fueron incidentes aislados, sino que formaron parte de un ataque sistemático y generalizado contra la población civil. Los perpetradores, actuando con pleno conocimiento del contexto represivo en el que se inscribían, llevaron a cabo estas atrocidades con la intención de mantener un modelo sexo-genérico hegemónico. Este modelo, promovido por el terrorismo de Estado, asignaba a las mujeres cisgénero y a los hombres cisgénero roles estrictos y diferenciados en los ámbitos doméstico y público, reforzando una cultura patriarcal occidental profundamente arraigada.
La intensificación de la persecución y represión sufrida por las mujeres trans durante el periodo analizado es una clara manifestación de la violencia de género dirigida a quienes desafiaban las normas hegemónicas de la época. El terrorismo de Estado fue garante de un orden social en el que cualquier desviación de los roles de género preestablecidos era castigada con brutalidad.
Las víctimas, identificadas como Valeria del Mar Ramírez, Julieta Alejandra González, Miguel Ángel Gómez, Judith Lagarde, Analía Velázquez, Paola Leonor Alagastino, Carla Fabiana Gutiérrez y Marcela Viegas Pedro, sufrieron detenciones arbitrarias e ilegales, violencia sexual, tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes, y reducción a la servidumbre a manos de las fuerzas policiales y militares. Estos crímenes, cometidos en el marco del ataque sistemático contra la población civil en Argentina, han sido justamente reconocidos como delitos de lesa humanidad.
Este reconocimiento judicial no solo representa un acto de justicia para las víctimas y sus familias, sino que también reafirma el compromiso de la sociedad argentina con la memoria, la verdad y la justicia. En un contexto global donde la violencia contra las personas trans sigue siendo una realidad alarmante, este fallo sienta un precedente vital para la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la impunidad.
Las organizaciones de derechos humanos y colectivos LGBTIQ+ han celebrado este fallo como un avance significativo en el reconocimiento de la violencia histórica sufrida por las personas trans en Argentina. La sentencia abre la puerta para futuras investigaciones y juicios que podrían seguir abordando la violencia de género bajo el terrorismo de Estado, con el fin de continuar avanzando en el camino hacia una justicia plena e integral.