12 de abril de 2023. En agosto del 2004, Chrisstian Olivera Fuentes y su pareja compartían en la cafetería de un supermercado en Lima, Perú. De repente, una persona del negocio se acercó y les notificó que debían cambiar su comportamiento, sentándose uno frente al otro y eliminando sus muestras de afecto porque había niños y familias alrededor. Habían pasado de ser dos consumidores más del local a recibir un trato prácticamente delincuencial únicamente por su orientación sexual, aunque ni siquiera se besaron o abrazaron en el lugar.
Ante este evidente acto de discriminación, Chrisstian denunció al supermercado, demanda que fue rechazada por distintos tribunales peruanos afirmando que este no era un caso de discriminación, demostrando la homofobia estructural del sistema. En noviembre de 2011 el Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer elevó el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la cual emitió hoy una sentencia histórica que reconoce esta violación a los derechos de Chrisstian no sólo por parte de la empresa, sino de todo el sistema judicial que negó la responsabilidad de la misma.
En dicha sentencia, la Corte encuentra responsable al Estado peruano de esta vulneración y explicita que las empresas tienen la obligación de no discriminar por orientación sexual, identidad de género y expresión de género. Como medidas de reparación, solicitó que a Chrisstian se le otorgue de forma prioritaria tratamiento psicológico gratuito, inmediato y por el tiempo que sea necesario, entendiendo las afectaciones que enfrentó al defender su caso por casi 19 años, además de un pago por los daños inmateriales y los gastos del denunciante.
Por otro lado, también se le ordenó al Estado crear una campaña anual de sensibilización y concientización sobre el respeto, no discriminación y garantía de los derechos LGBTIQ+, además de plantear un plan pedagógico en materia de igualdad y derechos humanos en el ámbito del consumo, y promover una política pública para monitorear el cumplimiento de los estándares de no discriminación por parte de empresas.
Desde Caribe Afirmativo aplaudimos la valiente lucha de Chrisstian y celebramos esta sentencia histórica que reconoce el impacto de la discriminación estructural sobre la vida de las personas LGBTIQ+, especialmente en cuanto a su salud mental. Este proceso de casi 19 años debe sentar un contundente precedente para que ninguna persona enfrente obstáculos en el acceso pleno a la garantía y disfrute de sus derechos.