*CARIBE AFIRMATIVO asume compromisos concretos frente al bienestar laboral de las personas Trans al contratar a tres mujeres de esta población quienes ocuparán posiciones estratégicas en la organización. Por lo cual, esperamos continuar fortaleciendo nuestro equipo de trabajo con nuevas personas Trans. *Ellas participarán en las siguientes áreas: Atención psicosocial de las personas LGBT víctimas del conflicto armado y acompañamiento del trabajo comunitario de personas LGBT migrantes y refugiadas.
6 de julio de 2021. En Colombia, las personas Trans han sido excluidas de contextos familiares, sociales, políticos, educativos, sentimentales como también, a causa de la falta de escolarización y oportunidades, del campo laboral.
Si te preguntaran, ¿cuántos hombres o mujeres Trans trabajan contigo? ¿Qué responderías? una… dos… en muchos casos, la respuesta será ¡Ninguna! Y es que en una sociedad diversa como en la que habitamos, la expresión e identidad de género de una persona no deberían ser un inconveniente para acceder a mejores condiciones laborales.
En cuanto a las oportunidades laborales se debe reconocer la falta de acciones estratégicas que garanticen el acceso al trabajo a esta población, cuya identidad y expresión de genero debe ser respetada en cualquier ámbito. Son el prejuicio social, el estigma, más la falta de educación y capacitación, que elimina las oportunidades laborales a más del 75% de las mujeres Trans, como indica la RedlacTrans (2017).
En CARIBE AFIRMATIVO como política laboral nos hemos comprometido con generar, al interior de la organización, espacios laborales para que las personas Trans estén presentes en nuestra junta directiva y equipo de trabajo, seguros de que su presencia y liderazgo permitirán responder a los mayores retos del movimiento de la diversidad sexual y de género que están en la garantía de vida digna para las personas Trans.
Al mismo tiempo, junto con el Grupo de Acción y Apoyo a Personas Trans estamos haciendo incidencia territorial para que en los espacios laborales se garantice su intervención con condiciones de equidad e igualdad.
A continuación, te presentamos tres historias de vida de mujeres Trans que han experimentado diferentes formas de discriminación y exclusión tanto en los espacios cotidianos y familiares como en los públicos e institucionales. Las tres han crecido en contextos diferentes, pero su búsqueda de un lugar donde sean reconocidas por lo que son y poseer mejores oportunidades laborales que les permitan sobrevivir en este vertiginoso mundo hacen que sus relatos se crucen y muestren una realidad que no puede seguir siento silenciada.
Las mujeres Trans también sueñan, aman y su lugar en la sociedad es importante
“En Venezuela, años antes de la crisis, me gradué como licenciada en educación integral, técnica superior en administración y gestión empresarial; estudié un año de formación sociopolítica en Cuba y me desempeñé en diferentes áreas de la educación como docente. Cuando el país comenzó a verse afectado por la pobreza y la delincuencia, decidí migrar a Colombia, pero las oportunidades fueron nulas aquí. No había espacio para mí. Así que decidí trabajar como escort o dama de compañía, generando mis propios recursos para sobrevivir”. Así explica Koral Córdoba, una mujer Trans, activista y miembro de CARIBE AFIRMATIVO, quien actualmente hace parte del proceso Casa Afirmativa en Cartagena (Bolívar) un espacio donde las personas LGBTI, en situación de movilidad humana y población de acogida, participan en espacios de acompañamiento psicosocial, orientación y asesoría jurídica y procesos de formación ciudadana y grupos de apoyo para el desarrollo de liderazgos.
Koral es de Quibdó (Chocó), aunque a los 6 años fue llevada a Venezuela por su familia para tener un mejor condición de vida. Hoy, a sus 39 años y radicada nuevamente en el país que la vio nacer decidió trabajar a favor de la defensa y el reconocimiento de los derechos de las mujeres Trans en la capital del Bolívar, en medio de sacrificios personales, económicos y sociales. “La oferta laboral de las mujeres Trans en el país es difícil, casi no hay oportunidades laborales ni educativas”, expresa.
En algunas ocasiones, se ha llegado a dudar de las capacidades laborales de las personas Trans, por lo cual, “se deberían abrir espacios para capacitarnos y apoyarnos, porque muchas queremos salir adelante, pero vemos que aun cuando esté el deseo y las ganas, la identidad de género puede llegar a definir tu cupo laboral”, afirma Koral.
Ella sabe que posee las mismas aptitudes y talentos de cualquier ser humano y que su identidad de género no define su rol en la sociedad, pero sí limita las opciones laborales para ser elegida. “Considero que las organizaciones deben apostarle al cambio y darle la oportunidad de crecer a una población que se ha visto Transgredida, estigmatizada y maltratada por décadas. El rechazo a nosotras aumenta la vulnerabilidad y la desigualdad, llevándonos a la muerte y al olvido”.
La Transición de Koral tuvo lugar en Venezuela y aun cuando este país tiene falta de garantías para las personas LGBTI, ella expresa que no sufrió ningún tipo de discriminación o desprecio en los lugares donde vivía. “Todo el mundo comenzó a ver mi Transformación. Gracias a Dios fui bien aceptada y apoyada. Aunque hubo algunos trabajos que por decisión propia decidí dejar para llevar con tranquilidad mi proceso de evolución”, señala.
Koral quien a diferencia de otras mujeres Trans no ha enfrentado violencia y desprecio por querer expresarse libremente y exteriorizar eso que la hace tan única, invita a que se reconozca la valentía, el valor y la lucha de centenares de personas con identidad y expresión de género diversa. “Las dinámicas de las personas Trans son distintas a las demás, queremos más oportunidades y sentirnos seguras, nosotras también soñamos, amamos y nuestro lugar en la sociedad es importante”, concluye.
Las mujeres Trans existen: “nuestra Transformación es nuestra decisión”
Daniela Rodríguez es una mujer Trans de 49 años nacida en Medellín, (Antioquia) quien desde hace 13 años se ha desempeñado como estilista, luego de haber dejado sus estudios en Planeación y Desarrollo por dificultades económicas que no le permitieron continuar. “Antes de dedicarme al sector de la belleza y de mi tránsito tuve dos empleos como mensajera y auxiliar de archivo”, fue en esa última experiencia laboral que Daniela comenta que finalizaron su contrato cuando deseo expresarse libremente a sus 23 años. “En ese momento mi cuerpo, mi alma y mi espíritu estaban deseosos de manifestar y expresar mi identidad, cosa que no fue fácil. En este tiempo pesaba una carga moral, religiosa y educativa, las personas no hablaban de los temas relacionados con la diversidad y podían ridiculizarte si mostrabas algún tipo de amaneramiento y de ahí empezaban los chistes pesados”, destaca.
Desde muy joven, la vida de Daniela ha sido una apuesta por romper el binarismo del sexo y el género, y que se entiendan otras realidades diversas, relegadas, fuertes y valientes. Las vidas de personas Trans son narradas, mayoritariamente, desde lo despectivo y ofensivo, bajo el prejuicio que las mujeres Trans que trabajan en la calle venden droga o que molestan a otras personas, entre otras evocaciones. La infinidad de comentarios y opiniones Transfóbicas y misóginas que se desprenden de estas concepciones muchas veces llevan a querer desaparecerlas. “Yo he resistido, pero ser discriminada, sentir toda esa presión psicológica sobre una, ser agredida verbalmente y ser rechazada por tu identidad fue una cosa muy dura, más cuando comienzas tu transición. Las personas deben entender que en la vida existen diferentes maneras de presentar tu orientación y expresión de género”, indica.
Acercarse y escuchar atentamente su vida a pesar de haber sido tan golpeada, es posible ver sus inmensas ganas por hacer valer sus derechos y romper estereotipos que rondan sobre esta población, y que muestra lo mucho que falta para que la ley de Cupo Laboral Trans se cumpla efectivamente en el país. “Cuando en mi cuerpo comenzó a verse los cambios como el cabello largo, las uñas pintadas, maquillaje, una forma de vestir más femenina, las puertas se comenzaron a cerrar. Entonces ahí vi que la única opción que tenía era trabajar como estilista, por lo cual, comencé a prepararme y estudiar para ejercer ese oficio”, señala.
Cuenta que centenares de hojas de vida a enviado a distintos portales y bolsas de empleo, pero las respuestas nunca son satisfactorias o el proceso de convocatoria no continúa, “cuando comienzas a mandar hojas de vida con una identidad jurídica, pero con tu foto viéndote femenina, pues yo creo que ni siquiera las miran, sino que las archivan. Y siguen buscando perfiles. Entonces es difícil, porque podrás tener todo el perfil laboral, pero por el prejuicio piensan que no podemos hacer algo diferente al trabajo sexual o trabajar en un salón”, comenta.
Apasionada por los temas sociales y políticos, Daniela menciona que se ve en unos años como una lideresa Trans en su territorio elaborando proyectos y trabajando en la Transformación de las condiciones de vida de otras personas Trans. “Yo hacía parte de una colectiva que se llama Antioquia Trans y un día fuimos contactadas por parte de las Casas Afirmativas para la creación de un grupo de apoyo, y fue ahí que comencé a conocer a CARIBE AFIRMATIVO. Me apasiona el trabajo comunitario y sé que aquí podré aprender y ejercer mi liderazgo, Transformando vidas, para lograr crear una escuela de formación política y de liderazgos para chicas Trans, que nos permita no solo quedarnos en la denuncia o el reconocimiento de las condiciones, sino que nos permita ser partícipes de todas las condiciones. Estamos llamadas a Transformar”, recalca.
La discapacidad no se convierte en una incapacidad
Los derechos a la salud, educación, empleo, accesibilidad y atención especializada para las personas Trans que tengan algún tipo de discapacidad en Colombia deben estar garantizados; y para lograrlo se necesita del compromiso de todas las organizaciones del país, por lo cual, CARIBE AFIRMATIVO se suma a esa apuesta por la equidad con la vinculación de una nueva integrante a su equipo: Alexandra Benítez, una joven Trans bogotana de 23 años.
Recién egresada del programa de Psicología de la Universidad Cooperativa de Colombia, “Alexa”, como es llamada cariñosamente por amigas y personas cercanas, expresa que ser Trans y tener una discapacidad auditiva la han llevado a buscar formas de sobrellevar esto en una sociedad Transfóbica, prejuiciosa y con ideas preconcebidas que no permiten ver la diferencia como algo que puede fortalecer cada espacio, sino como algo que debe ser aislado y rechazado, llevando esto a la creación de estereotipos que van conformando un estigma, una marca que no es fácil de borrar. “Desde que fui consciente de mi discapacidad e inicié mi Transición tuve dos opciones dejar que estas cosas me invisibilizaran o empoderarme para lograr cada objetivo que me trazara para ser feliz y alcanzar mis sueños”, afirma.
En 2020, Alexa fue sometida a una intervención quirúrgica mediante la cual recuperó la audición con un implante coclear, “pienso que eso me ha hecho una persona resiliente, porque muchas veces me he limitado, me vi presionada por no poder escuchar, pero eso hizo que pudiera desarrollar otras habilidades como aprender a escuchar detenidamente a los demás, leer el lenguaje no verbal, ser más atenta, y poner en la mesa un tema del cual casi no se habla dentro de nuestra población y es que en ella existen personas con discapacidades. Yo he enfrentado una discriminación doble por ser mujer Trans y tener una condición de discapacidad”, indica.
Más de 6 procedimientos quirúrgicos, desde sus 10 años, enfrentó y hasta el año pasado fue un éxito. “Aún recuerdo cuando estaba pequeño, mucho antes de mi Transición, y recibí la noticia que podría volver a escuchar, estaba feliz. Ya no se vendrían más cirugías, algo que no soportaba y que me llenaba de temor. Lastimosamente, mi cuerpo rechazó el implante a los 12 años y eso fue un golpe muy duro, y me alejé de todo ese proceso de rehabilitación, hasta que llegué a la universidad y evidencié las limitaciones que tenía. Hasta que a finales del año pasado me implantaron un nuevo modelo y hasta la fecha el cambio ha sido de 180°. Eso me empoderó de manera significativa, ya que no estaría más marginada por mi discapacidad”, destaca.
Entre risas comenta que ya no tiene que usar audífonos ya que puede, a través de una aplicación que tiene en su celular controlar algunas funciones del dispositivo, “me siento parte del futuro. Yo puedo escuchar música desde el implante directamente. La gente ha llegado a decirme: ¡Muy loco y novedoso! Así mismo, controlar el volumen, entre otras cosas”.
Nacer con una discapacidad no debe convertirse en una limitante, que impida el desarrollo y la utilización de las potencialidades de una persona. Esto suele ocurrir dentro de la sociedad, que desconoce que los seres humanos discapacitados también tienen derechos, como todos los demás, y los relega a un segundo plano. Además, como han sido desconocidos y aislados de los demás grupos, y conforman sectores muy reducidos, carecen de poder social, político y económico.
A lo anterior, se suma el hecho de que la persona pertenezca a una población que ha sido violentada por años. “Yo Transité durante mis estudios de pregrado. Enfrente agresiones pasivo-agresivas por parte de docentes haciendo esto un proceso complejo, porque me hizo exponerme delante de gente que desconocía las experiencias de vida Trans. Aunque gracias a eso pude romper paradigmas relacionados con las mujeres Trans en el ámbito educativo”, señala.
Entre momentos que guardará en su memoria por siempre recuerda uno muy especial: el día de su graduación. “El día que recibí mi diploma, lo hice ondeando una bandera Trans. Yo pasé con mi bandera del orgullo e hice que fuera un momento para visibilizar lo que está como marginado.”, puntualiza.
Alexa llega con muchas expectativas a su primera experiencia laboral en CARIBE AFIRMATIVO y desea poder dar lo mejor de sí en esta nueva experiencia en su vida. “Esta es una gran oportunidad y en la cual trabajaré arduamente, cada día me estoy capacitando y mostrando que las mujeres Trans podemos llegar lejos”.
Desde CARIBE AFIRMATIVO consideramos que es necesario reflexionar sobre las fobias y discapacidades que sufren las personas diversas como riesgo psicosocial, velar por el cumplimiento de los derechos de las personas Trans como población especialmente vulnerable e implantar una cultura organizacional de la diversidad y garantizar el cupo laboral Trans o la promoción de estrategias para que las personas Trans puedan acceder al trabajo. Asimismo, resaltamos la importancia de que se sensibilicen en empresas y organizaciones privadas, así como las del sector público, sobre la diversidad sexual y los comportamientos discriminatorio hacia las personas con orientación sexual, identidad y expresión de género diversas; y de esta forma garantizar espacios laborales libres de prejuicios.